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¿Cómo se desarrollaría la vida en una sociedad donde la homosexualidad es considerada ‘normal’ y la heterosexualidad es mal vista? Bajo esa premisa los realizadores Mayra Hernández y Camilo Cardoso crearon “Roma: descubre el amor al revés”, una serie en la que Emilia y Luciano se enfrentan al qué dirán porque las convenciones sociales no les permiten vivir su amor con libertad.
Este proyecto de Canal Capital nació de la necesidad de crear espacios que traten premisas como el respeto por la diversidad y la inclusión en la sociedad, pero los escritores decidieron darle un giro al drama e ir más allá de la historia sobre cómo alguien ‘sale del closet’.
En diez episodios el espectador es testigo de cómo Luciano lucha contra el qué dirán y los prejuicios que tiene su familia para lograr aceptarse a sí mismo y, de paso, poder ofrecerle a Emilia su amor sin esconderse. Pero el tema de fondo no es la sexualidad sino lo que se considera normal en una sociedad, cómo lo diferente genera miedo o rechazo y cómo estos parámetros calan en la personalidad de un ser humano para definir lo que está bien o está mal.
Andrés Millán, director de la serie, sostiene que la imagen de la serie es acorde al guion y por eso cada familia o personaje tiene un color y una composición acorde al pensamiento liberal o recatado que tenga.
“A lo largo de la serie los personajes van evolucionando un poco. ¿A qué? A la aceptación de los personajes. Y todo eso va desde la dirección que hace que el personaje vaya cambiando”, dice el realizador.
“Roma: descubre el amor al revés” propone una conversación diferente en la televisión nacional que, para Millán, debería tocar temas menos “profundos, aburridos y clichesudos como el narcotráfico… un tema como ‘salir del closet’ puede llegar a ser muy lindo y muy diferente”.
La serie tuvo un preestreno en Canal Capital el pasado 30 de diciembre y desde este mes también se puede ver en la parrilla de programación, pero todos los capítulos están disponibles en Youtube porque tanto los realizadores como los directivos del canal saben que en este tiempo es una mala decisión ir contra la corriente en cuanto al gusto de la audiencia se refiere. (Le puede interesar: Premios India Catalina cambian por dinámica del sector e incluyen a televidentes en votación).
Los episodios son fáciles de ver, tienen una duración que varía entre los tres y cinco minutos, así que va muy acorde al consumo de streaming por parte de la generación millennial que, justamente, está más interesada en las redes sociales, una práctica de la que también se nutre el guion para desarrollar las conversaciones entre Emilia y Luciano.
“Uno no puede irse detrás de la tecnología, jamás en la vida, uno tiene que innovar de alguna manera y si los canales locales se sienten estancados entonces deberían hacer lo que Netflix está haciendo y lanzar su propio streaming y empezar a crear producciones más cortas, más fáciles de digerir porque ahora el consumismo es rápido y si algo no te atrae en dos minutos la persona hace clic y cambia lo que estaba viendo”, reflexiona Millán, agradece las convocatorias que diversos canales hacen para escritores, productores o directores, pero también la posibilidad que tienen de trabajar por su propia cuenta, conseguir presupuesto para realizar una idea y publicar el contenido en cualquier plataforma en streaming. (Le recomendamos leer: Erik Barmack: “La verdad sobre la televisión ha cambiado”).