Todos los seres humanos, sin excepción, han experimentado en algún momento de sus vidas: el enamoramiento. Una experiencia que viene cargada de emociones y que logra llevar a estados de felicidad inimaginables, que pueden desencadenarse en proyectos a futuro con esa persona especial.
Expertos aseguran que cuando se está en estado de enamoramiento “los niveles de serotonina se desploman y los centros de recompensa del cerebro se inundan de dopamina, produciendo un efecto similar al de una droga altamente adictiva”. Entonces, ¿el amor es una adicción?
La respuesta es: Sí. Y aunque esta es una etapa maravillosa, también existen algunos efectos negativos cuando el amor empieza a disiparse. Se trata de las rupturas emocionales, entendidas como los estados en los que sensaciones como el desapego, el duelo, la rabia, el rencor, y el dolor se mezclan en varias fases, logrando hacer que las personas entren es estados de dependencia, intentando a como dé lugar “salvar” la plenitud experimentada en un momento determinado.
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La adaptación a la pérdida está enmarcada en momentos en los que la negación, la culpa, la desesperanza, y la aceptación se transforman en tratamientos para enfrentar estos dolorosos procesos, haciendo énfasis en las emociones, pensamientos, sensaciones físicas e incluso en el comportamiento del ser humano.
En algunas ocasiones, el duelo es tan difícil de llevar que muchas personas recurren a la psicología para tratar las diferentes patologías que se desencadenan de estos patrones emocionales.
Psicólogos del Centro Manuel Escudero afirman que estos duelos emocionales pueden ubicarse en términos normales en “intervalos que van desde los 6 meses hasta los 2 años, terminando por sí mismos”. Sin embargo, también aseguran que “en caso de que el duelo se prolongue en el tiempo o el proceso no sea sano, siempre es aconsejable buscar apoyo terapéutico”.
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La buena noticia es que la terapia psicológica no es la única alternativa para tratar este tipo de situaciones, también se puede recurrir a la meditación para aprender a soltar, a perdonarse, a conocerse y a amarse a sí mismo. Cuando se atraviesa por una experiencia de una ruptura amorosa, se cierra el centro energético del corazón. Este empieza a manifestar desequilibrios importantes que hacen que los sentimientos busquen la forma de manifestarse en forma de llanto, aburrimiento, depresión y ansiedad.
Escuche meditación guiada para enfrentar una ruptura amorosa
Sanar, renovarse y estar listo para nuevas experiencias parece ser un camino muy largo y difícil de recorrer cuando los pensamientos no se centran de forma consciente en el ser. De esta manera, la recomendación es identificar aquellas vibraciones que están afectando el avance en el proceso de sanación emocional, y eliminar a través de la meditación sentimientos negativos que hagan del estancamiento una conducta normalizada.