Camilo le propuso a Bogotá “bailar pegaíto”

Camilo Echeverry pisó por segunda vez el Movistar Arena y brindó el primero de sus dos conciertos en la capital colombiana.

Foto: Johan López - Johan López

Ya desde antes de que Camilo saliera al escenario, los miembros de “La Tribu” lanzaron, al unísono, un “kesi” para iniciar una jornada que, durante alrededor de dos horas, los pondría a viajar y sudar.

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Horas antes de que los pies descalzos del paisa tocasen el escenario del Movistar Arena en el primer concierto de su gira en la capital “De adentro pa afuera” en Colombia, los fans ya aguardaban ansiosos su salida con blancas nubes dibujadas alrededor de sus ojos y cintas atadas a la frente con el nombre del artista.

Más allá de las canciones de Camilo, el amor y la buena onda tiñeron el ambiente de este templo rolo de la música entre los aplaudidos besos de las parejas captadas por la “kiss cam” y las canciones de Manú y el grupo femenino Ventino, como teloneros del artista.

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No obstante y, aunque nada más comenzar el concierto dijo que en la arena hoy se celebraría el amor, también le cantó al desamor, haciendo prender las linternas de todos aquellos asistentes que manifestaron tener el corazón roto.

Echeverri-Montaner: la fuerza de la familia

En esta ocasión, el cantautor centró su repertorio en los temas de su más reciente disco “De adentro pa afuera”, un álbum que, según explicó el propio Camilo en sus redes sociales, aglutina “las mejores canciones” que ha escrito en su vida, mientras esperaba la llegada al mundo de su pequeña Índigo.

Acompañado, como es habitual en sus viajes, de su recientemente ampliada familia, Camilo no perdió la oportunidad de dar un sorbo de su “cerveza favorita”: los besos de su mujer Evaluna Montaner, mientras juntos interpretaban “Por primera vez” y “Machu Picchu”.

Sin embargo, la familia Echeverri-Montaner no fue la única protagonista del concierto en la medida en que decenas de unidades familiares, responsables del “sold out”, abrazaron desde las gradas y la platea a la `tipi’, símbolo característico que el cantautor forma cruzando sus manos y que recuerda a la forma de una tienda tribal.

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”Querido niño Dios, solo te pedimos un abrazo de Camilo”, escribían Luciana y Emiliana en una gran pancarta blanca que apenas podían levantar por su corta edad, mientras lucían orgullosas camisetas con la cara del artista.

Camilo y su regreso a casa colombiana

Famoso por enseñar las coreografías de temas como “Pesadilla” o “Ambulancia” en sus redes sociales, el artista hizo honor a uno de ellos y tiró la casa por la ventana con un repertorio de canciones que llevaba incluida una serenata.

Además de este concierto que volverá a Bogotá el 7 de diciembre, “La Tribu” colombiana también podrá cantarle a la naturaleza, las primeras veces, la ropa cara o la vida de rico los días 2 y 3 del mismo mes en Medellín, su ciudad natal, y Barranquilla, respectivamente.

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Pese a haber tocado en los sitios “más extravagantes”, como dicen sus letras, Camilo tiene claro que está muy bien viajar y tocar lejos de casa, pero para él “lo más lindo de irse es volver” porque, como decía su padre, “si buscas la distancia, acabarás por regresar”.