Al igual que todos los sectores de la sociedad, la educación tuvo que adaptar sus modelos para afrontar las circunstancias que generó la llegada de la pandemia. El reto es el de prestar este servicio fundamental y generar estrategias que faciliten el ejercicio.
“La pandemia nos ha dejado muchas lecciones en términos de construir con y para nuestras comunidades y la sociedad en general. Trabajamos en aprender a responder de manera ágil y oportuna a la situación de aislamiento que nos generó en cuanto a preparar a nuestros profesores con herramientas tecnológicas y metodologías ágiles para la continuidad de las actividades”, señala María Clara Rangel Galvis, rectora de la Universidad El Bosque.
Rangel Galvis agrega que el acercamiento a la formación virtual y nuevas tecnologías les ha permitido acelerar la formación y experiencias en estructuración de programas virtuales. “Creo que esta coyuntura global nos deja ver la importancia de la flexibilidad y la transformación académica y curricular, frente a situaciones como las que estamos viviendo, sin dejar de perder la excelencia y calidad en nuestra formación”.
Al respecto, Gabriel José Angulo Linero, vicerrector académico del Politécnico Grancolombiano, señala que la coyuntura no marca el fin de la educación presencial tradicional, sino que favorecerá a la incursión de medios virtuales a los procesos educativos convencionales.
“Confiamos en el potencial de las nuevas tecnologías para crear experiencias educativas muy potentes y personalizar las ofertas y rutas de formación de manera que se acomoden a sus expectativas iniciales y a los cambios que experimentan a lo largo de sus carreras y trayectorias laborales”, dice Angulo Linero, quien, además, señala que alrededor del mundo las instituciones educativas están revisando su misión y adoptando medidas inmediatas, pero con la mirada puesta en el futuro.
Por su parte, José Leonardo Valencia, rector de la Universidad Areandina, afirma que “ha llegado el momento de las universidades para evolucionar hacia estas nuevas realidades y eso no implica que estén en extinción, todo lo contrario, la academia sigue siendo un espacio muy vigente, más aún con la redefinición de cómo debe responderse a la empleabilidad que requiere esta Cuarta Revolución Industrial y cómo formar en competencias blandas como en las demás habilidades tecnológicas y digitales que debe tener un profesional para responder a este nuevo mundo”.
En medio de confinamientos y las medidas para evitar la propagación del COVID-19, las herramientas virtuales han sido la punta de lanza para que sectores como el educativo transformen sus modelos y generen, a partir de ellos, una estrategia para consolidarse y ofrecer una formación de calidad.