Los frijoles se destacan por su versatilidad, siendo uno de los acompañamientos favoritos en las recetas colombianas y una excelente fuente de proteína. Además, aportan fibra, hierro, calcio, ácido fólico y muchos otros nutrientes.
Sin embargo, al momento de prepararlos, pueden presentar cierta complejidad si se busca que queden perfectos, ya que tienden a deshacerse o partirse. Esto suele deberse a errores durante el remojo, a una temperatura inadecuada del agua o a un tiempo de cocción incorrecto. Por eso, en Gastronomía y recetas de El Espectador te contamos todo lo que necesitas saber para evitar estos inconvenientes y lograr que queden en su punto ideal.
¿Cómo cocinar los frijoles para que no se partan?
Remójalos bien antes de cocinarlos
Añade los fríjoles en un recipiente con agua limpia y déjalos en remojo entre 8 y 11 horas. Se recomienda no usar agua caliente ni agregar sal, ya que esto puede endurecer la piel del grano. Este proceso ayuda a hidratarlos de manera uniforme, reduce el tiempo de cocción y contribuye a eliminar anti-nutrientes como los oligosacáridos.
Controla la temperatura
El fuego alto provoca una ebullición violenta que puede hacer que los fríjoles se revienten, se partan o se deshagan. En lugar de esto, ponlos en agua fresca y llévalos a ebullición de manera gradual. Una vez que comiencen a hervir, reduce la temperatura al mínimo y mantén un hervor lento y constante.
Evita revolverlos constantemente
Es preferible no usar cucharas metálicas, ya que al revolver pueden romper los fríjoles. En su lugar, si necesitas verificar el nivel del líquido, inclina suavemente la olla si necesitas verificar el líquido.
No agregar sal al principio
Uno de los errores más comunes al cocinar fríjoles es añadir sal desde el comienzo. La sal puede interferir con el ablandamiento de la piel, endureciendo el exterior del grano mientras el interior se deshace. Por eso, se recomienda agregarla solo en los últimos 20 minutos de cocción, cuando los fríjoles ya estén blandos pero aún firmes.
Truco de la abuela
Después de cocinarlos, deja que los fríjoles reposen antes de servir o refrigerar. El reposo ayuda a que se adhiera el sabor y los granos se mantengan enteros al recalentarlos.
Siguiendo cada uno de esos trucos, lograrás tener una preparación sin inconvenientes.
Recetas para hacer con fríjoles
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