Receta: calabazas de mazapán sin horno ni huevo

Una receta inspirada en Halloween llena de sabor.

Foto: Cortesía Mónica Melgarejo

Un poco de la historia del mazapán

El mazapán tradicional está compuesto de azúcar, almendra y huevo, es por eso que se deshace en la boca y deja un sabor y textura inigualable. Esta dulce receta, surge en la cultura árabe. Hay datos que señalan una preparación similar con almendras y miel en la antigua Grecia, y ya más hacia el siglo XVI en España se encontró una referencia en un documento donde Madrid pedía llevar “frutas de azúcar e mazapanes e diacitrón e confites de Toledo” con motivo de la llegada de los reyes.

En muchas de las historias sobre el origen de esta receta, su autoría es atribuida a las monjas del convento de San Clemente, en Toledo y en Italia a las del monasterio de Sicilia. En ambos casos la razón de su creación fue ayudar a la población en épocas de hambruna o dar dulces de navidad a los más necesitados. Por eso se considera un dulce navideño.

La palabra mazapán se crea por la unión de “maza” haciendo referencia al mortero con el que se trituraban las almendras mezclándolas con el azúcar, y “pan” por el resultado final de la elaboración, siendo el mazapán como un pan de almendras. Existen mazapanes en todo el mundo, en Colombia, elaboramos un mazapán que en lugar de almendras lleva leche y azúcar en polvo.

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Preparación

Mezcla en un recipiente el azúcar y la leche en polvo.

Cuando estén bien integrados ve agregando gradualmente la leche condensada.

Cuando veas que tienes una masa, pasa a la mesa y amasa como si fuera un pan.

Añade la esencia de almendra o la que prefieras, te recomendamos 1/2 cucharadita.

Si ves que está muy pegajosa tu masa, agrega en partes iguales más leche y más azúcar, si está muy seca agrega un poquito de leche condensada.

Cuando este manejable, separa una porción grande para hacer las formas de calabaza y otra para las hojas.

Agrega colorante naranja y con unos guantes mezcla bien hasta que veas que el color es uniforme, lo mismo con las hojas, pero de color verde.

Para darle forma a la calabaza usa un palillo para marcar las divisiones, así como también para darle forma a las hojas.

Cuando estén listas, pásalas por un poco de azúcar y listo, a disfrutar.

¡Trucos de la abuela!

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