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Con 23 personas muertas, una desaparecida y 52 familias desplazadas inició el año en Arauca. Específicamente, en la subregión del Sarare, conformada por Tame, Arauquita, Saravena y Fortul. Enfrentamientos entre disidencias de las Farc y la guerrilla del Eln, supuestamente apoyada por Iván Márquez, que iniciaron el pasado 2 de enero y se prolongaron hasta ayer, tienen a la población civil en riesgo inminente. Autoridades advierten que la guerra se puede recrudecer. Mientras tanto, el Gobierno colombiano y medios del otro lado de la frontera dicen que los enfrentamientos se dieron en Venezuela. ¿Qué está pasando?
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El ministro de Defensa, Diego Molano, fue la primera autoridad del país en asegurar que los enfrentamientos se habían dado en Venezuela. “Los hechos se dieron específicamente en el municipio de La Victoria, en el estado de Apure, en el sitio denominado Los Cañitos. Allí ha habido una confrontación entre dos de estos grupos irregulares, el Eln aliado con la segunda Marquetalia, contra disidencias de las Farc, frente décimo y frente 28”, fue lo que dijo Molano al cierre de un consejo de seguridad en Arauca. Lo dicho por el jefe de la cartera de Defensa coincide con una versión que ha circulado en medios de comunicación.
En concreto, con la información que recibió la periodista venezolana Sebastiana Barráez, especializada en fuerzas militares, desde el otro lado de la frontera. Según sus fuentes, la disidencia de las extintas Farc que comanda alias Gentil Duarte considera que el Eln habría apoyado al Ejército venezolano en las operaciones que desplegó entre marzo y abril de 2021 en el estado de Apure. En ese entonces, los disidentes tuvieron varias bajas y se vieron obligados a replegarse hacia otras zonas. Los fuertes combates llevaron al desplazamiento de más de 3.000 personas que ingresaron a Arauca comenzando el año pasado.
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Para Luis Eduardo Celis, analista del conflicto armado con énfasis en el Eln y asesor de la Fundación Paz y Reconciliación, “la idea de que el Eln trabaja con los organismos de seguridad venezolanos en contra del Frente 10 de las disidencias puede ser cierta”. Pero Celis explicó, en diálogo con El Espectador, que “el conflicto fundamentalmente está en Colombia y es por el control del territorio. Si al Eln le sirve aliarse con la Segunda Marquetalia para enfrentar al Frente 10, lo va a hacer. El problema es qué tanto poder tiene Iván Márquez —comandante de la Segunda Marquetalia—”. Y a renglón seguido remató: “Tengo mis dudas”.
Celis, además, resaltó cómo se dieron los enfrentamientos en los cuatro municipios de la subregión del Sarare. “La acción fue simultánea, lo cual evidencia una decisión previa y una planificación en el área donde hay mayor presencia del Eln”, explicó. Según la información divulgada en medios de comunicación, en varios municipios de ambos lados de la frontera la población civil comenzó a escuchar disparos y se resguardó en sus casas para evitar quedar en medio de la confrontación. Mientras tanto, en las morgues de Tame y Saravena están los cuerpos de las 23 personas que han muerto, las cuales no han sido identificadas en su totalidad, pero se cree que serían combatientes, según le confirmó a este diario el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
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En diálogo con El Espectador, Camargo indicó que “tiene validez lo dicho por los órganos de seguridad del Estado”, sobre que el origen de los enfrentamientos fue en Venezuela. Además, les envió un mensaje a los actores enfrentados: “Mantengan al margen a la población civil Las comunidades no tienen por qué soportar estos enfrentamientos”. Según explicó, al mediodía del 4 de enero tenían un reporte de 52 familias desplazadas que habían llegado a los cascos urbanos de los cuatro municipios afectados e indicó: “Todavía no hay albergues dispuestos, por lo cual las personas están en casas de familiares y amigos”.
El defensor del Pueblo dijo que los combates, al menos hasta el mediodía del 4 de enero, persistían. “Las comunidades están en un estado de zozobra e intimidación. Nosotros, a través de la Defensoría delegada para la Movilidad Humana, llegamos al territorio, estamos escuchando todas las situaciones de riesgo. También hay confinamiento, reclutamiento de menores, desapariciones y amenazas permanentes a la población”, aseguró Camargo. Y, si bien dijo que compartía el aumento del pie de fuerza que anunció el Gobierno para la región, dijo que también era necesaria la inversión social: “Llevar brigadas de salud, acompañamiento a las comunidades, fortalecer el tejido social”.
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Ya desde 2021, a través de dos alertas tempranas, la Defensoría del Pueblo había advertido que la confrontación entre el Eln y las disidencias de las Farc en los otros tres municipios de Arauca (Arauca, Cravo Norte y Puerto Rondón) ponía en grave peligro a la población civil, pues ambos grupos buscan legitimidad entre las comunidades para arraigarse como autoridad ante la ausencia del Estado. Para Celis, “el conflicto en Arauca tiene más arraigo social en el Sarare”, hoy epicentro de los enfrentamientos. Y añadió: “Pudieron haber pasado mil cosas en estos días. En un proceso de confrontación la distinción es entre amigos y enemigos. No hay un gris”.