:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/NldOYfJeFZsqTuPET3AfjbulmME=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/3TBYYECHHVGHDPQPYYE2KK5BY4.jpg)
La Corte Constitucional seleccionó para su revisión la acción de tutela interpuesta por el expresidente Álvaro Uribe Vélez en contra de Daniel Mendoza Leal, por la difusión de la serie “Matarife”. El alto tribunal solicitó una práctica de pruebas que consisten en que el periodista deberá responder a cuestionamientos relacionados con la producción audiovisual. Con la selección de la tutela, la alta Corte deberá decidir de fondo sobre una batalla judicial que tuvo relevancia el año pasado cuando se presentó ante la opinión pública la primera temporada de la serie “Matarife”.
La Corte le pidió a Mendoza que informe quién es el titular de los derechos patrimoniales de la producción, quién es el productor de la obra, por cuáles medios la han difundido y quién es el representante de tal obra para Colombia. Además, el periodista deberá allegar copia de los contratos de la producción audiovisual, de obra por encargo o de los que se hubiesen suscrito para la creación, producción y distribución de la obra.
El alto tribunal también indicó que, una vez practicadas dichas pruebas, se le ordene a las partes involucradas en el proceso que, en un término de tres días, se pronuncien en relación a las mismas. Además, luego de que se cuente con la información requerida (pruebas), los magistrados tendrán tres meses para examinar. No obstante, Daniel Mendoza Leal, a través de su cuenta de Twitter ha alertado sobre la selección de la tutela porque, según afirma, no existen garantías en este alto tribunal refiriéndose, específicamente, al despacho de la magistrada Paola Meneses, quien tiene a su cargo la revisión del proceso.
“Curiosamente le cayó a la magistrada Paola Meneses que estudió con el actual presidente, que es el muñeco de trapo de Álvaro Uribe, que se llama Iván Duque, y que fue denunciado por Gonzalo Guillén y por mí ante la Corte Suprema de Justicia por la compra que le hizo una organización criminal y de narcotraficantes y paramilitares y que lo puso como presidente, la llamada Ñeñe política (…) la magistrada Paola Meneses que es la que va a decidir la suerte de la serie es íntima amiga de él (Duque) desde niños, se graduaron juntos en el colegio, son amigos, serenatiaron juntos, rumbiaron juntos y, además, trabajó para él, fue superintendente de él. No se puede esperar nada bueno de este fallo”, señaló Leal.
Proyectiles de censura están siendo dirigidos en contra de la serie Matarife. La Magistrada Paola Meneses es la mejor amiga de Iván Duque. Fue su empleada y nombrada por él en la Corte y son amigos desde pequeños. Viene la segunda temporada...y el Matarife lo sabe. pic.twitter.com/UJ2Ngacm4S
— Daniel Mendoza Leal-Delator (@ElQueLosDELATA) February 8, 2021
Matarife es un producto audiovisual que se creó para ser distribuido por WhatsApp, tiene 825.000 suscriptores en el canal de Youtube y, a hoy, se han divulgado 10 episodios. El propósito de la serie, según su propio creador ha anunciado, es exponer las actuaciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez. “No es que no tenga relación con el narcotráfico, es que Uribe es un narcotraficante”, le dijo Mendoza Leal a Pacifista! en mayo de 2020, cuando la serie tomaba fuerza y se convertía en tendencia cada viernes, día en el que se publicaba un nuevo capítulo.
Ese mismo año, en junio, Uribe y el abogado Abelardo De La Espriella recurrieron a la justicia para que se protegieran los derechos fundamentales del expresidente, pues consideraban que la divulgación de Matarife afectaba al exsenador directamente, por presentar un contenido que ellos califican de calumnioso e injurioso. “El perjuicio causado en la honra y buen nombre del señor expresidente Álvaro Uribe Vélez […] comporta una mayúscula gravedad por la superlativa difusión que han tenido y pueden seguir teniendo tales afirmaciones”, señalaba la tutela.
El primer capítulo de Matarife salió al aire el 22 de mayo y tuvo casi 5 millones de vistas. En la serie se habla de Uribe como paramilitar, asesino, narcotraficante, lo que, para el senador y jefe natural del Centro Democrático, es una difamación absoluta. En la tutela le mostraron al juez varios trinos desde la cuenta de Mendoza Leal, como uno en el que este dijo: “Uribe es el jefe de la mafia y el paramilitarismo. Edificó desde hace tres décadas un aparato organizado de poder del que hoy en día (Iván) Duque y (Francisco) Barbosa son piezas esenciales”.
El juez 23 Civil del Circuito que conoció la tutela, sin embargo, concluyó en ese momento que Uribe no se encontraba “inerme” frente a las acciones de Mendoza Leal. “El tutelante es abogado, político, exgobernador de Antioquia, expresidente de la República por dos periodos consecutivos y actualmente senador, luego lo que sí tiene el actor es capacidad, formación académica, habilidades, aptitud […] para enfrentar los embates del accionado y, en específico, para repeler o controvertir sus opiniones”.
Según el juez, Uribe contaba con “todas las posibilidades personales, profesionales, económicas, tecnológicas, jurídicas (pool de abogados) y hasta de asesores de imágenes” para defenderse de los ataques de Mendoza Leal, “utilizando los mismos medios o instrumentos de difusión que utiliza aquel; de manera que si se habla de tensión de poderes, no resiste análisis alguno el concluir que aquí el más fuerte es el actor (Mendoza Leal). En redes sociales, señaló el juez, Uribe y Mendoza están “en igualdad de armas”.
Los abogados de Mendoza Leal celebraron la decisión y la consideraron una victoria. Por otro lado, el abogado De la Espriella anunció que impugnaría la tutela. El caso llegó a manos del Tribunal de Bogotá que, tras revisarlo, anuló la decisión del juez civil de Bogotá porque este, dijo, no era competente para decidir sobre la tutela. Entonces, el proceso quedó en cero nuevamente y le fue asignado a un despacho distinto: el Juzgado 29 Civil Municipal de Bogotá.
Sin embargo, este nuevo despacho tampoco tuteló los derechos fundamentales que, según el expresidente, le estaban siendo vulnerados porque para el despacho no existían pruebas para determinar que tales derechos, en efecto, estaban siendo afectados por la serie web. No obstante, el abogado De La Espriella, manifestó que, de ser necesario, llevaría el caso ante instancias internacionales pues, para él, se trata de una clara difamación e insultos contra su defendido.