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El exguerrillero de las Farc, Fernando Arellán, implicado en el atentado al Club EL Nogal en Bogotá en febrero de 2003, fue detenido cuando intentaba viajar hacia Cancún (México). Según supo este diario, agentes de Migración Colombia lo detuvieron, pues aunque el excombatiente de la desaparecida guerrilla tenía permiso de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para salir del país, también tenía una orden de captura pendiente.
La detención del exguerrillero se dio porque, según Migración Colombia, “le apareció una orden de captura antigua de una jurisdicción ordinaria y no lo cobija el permiso de la JEP”. Arellán, condenado a 40 años de prisión por su participación en el atentado y dejado en libertad desde 2017 por decisión de la justicia transicional, fue dejado a disposición de la Policía.
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Sigue a El Espectador en WhatsAppFernando Arellán y su hermano Heminsul fueron condenados en 2008 a 40 años de prisión, cada uno, por los delitos de terrorismo, homicidio agravado y rebelión. Dentro de las investigaciones por el caso, se encontró inicialmente que más hermanos de Arellán estuvieron involucrados, como Oswaldo y su sobrino, John Freddy, quienes llevaron un vehículo cargado de explosivos al estacionamiento del club y murieron cuando estalló.
Lo que han encontrado las autoridades es que John Freddy Arellán era un infiltrado de las Farc y era profesor de squash en el exclusivo club que resultó parcialmente destruido por la explosión. El hecho dejó a 36 personas muertas y otras 198 que estaban en el club resultaron heridas y fue atribuido a la antigua guerrilla antes de que lo reconocieran. Además, fue señalado como autor intelectual Hernán Darío Velásquez, conocido como El Paisa, comandante de la Columna Móvil Teófilo Forero de las Farc.
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Aunque aún quedan interrogantes sobre lo ocurrido en el atentado, la reconciliación entre las extintas Farc y las víctimas de la explosión ha avanzado. Hace un mes, en el aniversario 19 del atentado, un grupo de víctimas que lidera Bertha Lucía Fries, defendió la posibilidad del diálogo y el perdón hacia sus victimarios, tanto así que, en medio de críticas, en marzo de 2017 firmaron su propio acuerdo bilateral con la exguerrilla.
En esa ocasión, Fríes recordó que el camino de reconciliación con las extintas Farc inició el 3 de noviembre de 2016, luego del triunfo del “No” en el plebiscito, cuando viajó a La Habana y se reunió de frente con Iván Márquez, hoy jefe de las disidencias de la Segunda Marquetalia. Allí empezó lo que denomina su “propio laboratorio”, pues luego de hablar de reconciliación y diálogo en las organizaciones, le tocó a ella misma hacer un proceso interno y hablar cara a cara con los responsables de la bomba que en su momento le fracturó la columna.
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