Carlos Mattos, quien tuvo el monopolio sobre las ventas de carros Hyundai hasta 2015, es investigado por, supuestamente, haber sobornado a funcionarios judiciales en el marco de las demandas que presentó en juzgados de Bogotá luego de que la matriz coreana le quitara la representación de la empresa en Colombia. En la tarde de hoy se conocerá una decisión clave: si finalmente queda en firme el llamado a juicio de la Fiscalía porque, presuntamente, sobornó a funcionarios del Juzgado Sexto Civil del Circuito de Bogotá.
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El proceso está en el Juzgado 30 Penal de conocimiento y, hace unas semanas, la Fiscalía pidió que se programara la audiencia para leer la acusación. No obstante, en la diligencia, la defensora de Mattos, Mildred Hartmann, alegó una falta de competencia del juez y el tema se fue para el Tribunal Superior de Bogotá, el cual ya tomó una determinación al respecto que se conocerá hoy.
Si el Tribunal niega el recurso de la abogada y reconoce competente al juez del caso, a Mattos, quien se niega a volver al país por "falta de garantías", se le acabarían las cartas para esquivar su juicio. Mientras tanto, el empresario continúa viviendo en España, país del que también ostenta ciudadanía, gozando de los frutos de sus múltiples negocios.
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Esta investigación se abrió cuando la Fiscalía determinó que Mattos habría sobornado a varios empleados de la Rama Judicial para asegurarse de que una demanda que presentó en 2016 le llegara al juez sexto civil del Circuito de Bogotá, Reinaldo Huertas. Este último, al parecer, recibió $2.000 millones para fallar en favor de la firma de Mattos. En 2017, Huertas estableció como medida cautelar que Hyundai debía mantener las relaciones comerciales con la compañía de Mattos mientras se resolvía la demanda del empresario colombiano, quien pedía o que Hyundai continuara con él o una indemnización millonaria.
Cuando el juicio contra Mattos arranque, Luis David Durán, cercano a Mattos y quien habría intermediado en el soborno, será uno de los testigos de cargos de la Fiscalía. A Durán le imputaron cargos por cohecho y daño informático y en su momento los aceptó, pero al poco tiempo pactó un principio de oportunidad con la Fiscalía y, a cambio de la delación, va a recibir beneficios jurídicos.
En la audiencia en la que Durán Acuña se acogió al principio de oportunidad aclaró que nunca había sido abogado de Mattos en los procesos por el caso Hyundai, como se venía diciendo en diferentes instancias y en medios de comunicación. En su intervención, el testigo declaró estar arrepentido y dispuesto a enmendar su error y agregó: “No estoy sometido, ni voy a violar bajo ninguna circunstancia un secreto profesional. Vi lo que vi, estaba cerca de quien he debido alejarme: esa es mi responsabilidad”.
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Por el segundo proceso de soborno, en el que la jueza Ligia del Carmen Hernández habría recibido $100 millones para favorecer a Carlos Mattos, la Fiscalía no ha podido imputarle cargos a Mattos todavía. Dado que el empresario se encuentra en España, la audiencia ha tenido que ser aplazada varias veces. El ente acusador pidió incluso que se le declarara en estado de contumacia —una negativa a obedecer la autoridad— para poder seguir con el proceso, pero la solicitud fue negada.
Mattos tenía también una orden de captura en su contra con la que se inició una solicitud de extradición ante el gobierno español, la cual quedó en nada luego de que la orden de arresto se anulara. Por eso, en España, Mattos es hombre libre.
Por Redacción Judicial
