A Diego Javier Cadena Ramírez le llegó la hora cero para conocer el monto de su condena por torcer testigos, ofrecer coimas, desviar las versiones de exparamilitares presos y limpiar el nombre del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El pasado 15 de agosto, el juez tercero penal con función de conocimiento de Bogotá, Fabián Moreno, halló culpable al exabogado por el delito de soborno en actuación penal.
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La justicia determinó que Cadena fue una ficha clave en ese entramado criminal que buscaba desvincular de relaciones con paramilitares en Antioquia al exmandatario, hoy también condenado a 12 años de prisión domiciliaria por la jueza Sandra Heredia. En un intento de “salto a la fama”, Diego Cadena, quien era casi desconocido en las altas esferas de juristas del país, buscó la forma de vincularse a Uribe Vélez y presentarse como su abogado.
Durante su carrera se dedicó a defender a narcotraficantes y adelantar procesos de criminales extraditados en Estados Unidos, pero no fue sino hasta 2016 cuando conoció al expresidente y líder natural del Centro Democrático.
Lo estaba buscando para entregarle información sobre un supuesto “complot” de exintegrantes del cartel del Valle para relacionarlo con paramilitares. El ex abogado oriundo de Tuluá (Valle del Cauca), llegó al equipo jurídico del expresidente y en 2018 se convirtió en una pieza clave.
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Fue en ese mismo año cuando la Corte Suprema arrancó la investigación contra Uribe Vélez por posible manipulación de testigos, en un intento por borrar los señalamientos de su posible relación con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Antioquia. Un expediente que empezó con una denuncia en contra del senador Iván Cepeda y que terminó volcado en su contra.
El papel de Cadena, según lo determinó el juez Moreno durante la audiencia de lectura del sentido del fallo, fue ofrecer sobornos y beneficios jurídicos a exparamilitares que desmintieran sus versiones. Según detalló el togado, el 22 de febrero del 2018, Cadena visitó al ex paramilitar Juan Guillermo Monsalve, quien ya había entregado información sobre los presuntos vínculos de los hermanos Álvaro y Santiago Uribe con paramilitares, y le ofreció favorecerlo si cambiaba su versión ante la justicia. Ese fue solo un episodio de la larga cadena de presiones a otros testigos para favorecer a Uribe Vélez.
El expediente criminal de Cadena
Cadena fue imputado en 2020 y condenado en agosto de este año por el delito de soborno en actuación penal. Según el juez Moreno, el exabogado actuó acompañado de Enrique Pardo Hasche, quien hoy paga una condena en la cárcel La Picota (Bogotá) y quien sería el encargado de ayudar a presionar a Juan Guillermo Monsalve para que recibiera una visita del abogado Cadena.
En la primera reunión, que se dio en agosto de 2018, “Diego Cadena le ofreció la revisión de su proceso, a cambio de firmar un documento en el que se retractara de sus anteriores declaraciones”, que relacionaban a los Uribe Vélez con las AUC, según detalló el togado. En esos encuentros, Monsalve realizó grabaciones con un reloj espía y el juez argumentó que los testimonios y las pruebas recopiladas con ese dispositivo, a pesar de ser controvertidas por la defensa de Cadena y Uribe, son válidas dentro del expediente.
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A eso se le sumó un segundo delito: fraude procesal. El exabogado no solo manipuló testigos para que cambiaran sus versiones, sino que también pretendió torcer relatos a favor del expresidente y en contra del senador Iván Cepeda, opositor político de Uribe.
En ese episodio sobresale otro personaje: Carlos Enrique Vélez, alias “Víctor”, pues Cadena habría intentado presionarlo para que declarara a favor del exmandatario y convenciera a otros exparamilitares a hacer lo mismo, entre ellos alias “Fosforito”, “Racumín”, “Jopra” y “Diana”. Cadena le habría ofrecido $200 millones a cambio de esa operación, pero solo le entregó $26 millones, por lo que “Víctor” contó la verdad a la justicia sobre los sobornos de Cadena.
Sin embargo, la defensa de Cadena, en cabeza del abogado Iván Cancino, argumentó que los testimonios de “Víctor” no fueron lo suficientemente fuertes como para declarar la culpabilidad, los movimientos de dinero no se pudieron relacionar con pagos de sobornos y el perfil cuestionable de “Víctor”, al haber hecho parte de las AUC, le restaba credibilidad a su versión.
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“Vélez incurrió en serias contradicciones y realizó afirmaciones que no fueron corroboradas con otros elementos de prueba debidamente incorporados al proceso”, señaló el juez Moreno durante la audiencia de agosto de este año. Finalmente lo absolvió del delito de fraude procesal y soborno en actuación penal, relacionados con “ayudas humanitarias” ofrecidas al exparamilitar “Víctor”.
Lo que pide la justicia por la red de sobornos que tejió Cadena
En la pasada audiencia de agosto, que duró más de cinco horas, la conclusión del juez fue certera. Al igual que lo definió la jueza Heredia en el caso contra el expresidente Uribe, el togado confirmó que las dos personas condenadas hasta el momento por la red de soborno a testigos —Diego Cadena y Álvaro Uribe Vélez— hicieron parte de un mismo plan y tuvieron una relación innegable a los ojos de la justicia.
“Con sus carencias intelectuales, se le presentó a Diego Javier Cadena Ramírez la expectativa de tener la oportunidad de escalar a una posición de poder y prestigio profesional, frente al hombre más poderoso del país”, dijo Heredia el 28 de julio, en el caso de Uribe Vélez.
“Diego Javier Cadena Ramírez realizaba gestiones en favor de los intereses judiciales del expresidente Álvaro Uribe, hecho que no fue objeto de controversia y que además se encuentra acreditado a través de pruebas testimoniales”, determinó el togado en la pasada sesión. Se espera que hoy se dicte el monto total de la pena por soborno en actuación penal para el “aboganster”, como también se le conoce a Cadena.
La Fiscalía pidió una condena de siete años de prisión para Cadena y una orden de captura inmediata, pero el juez Moreno negó la segunda pretensión, por lo que el exabogado llegará a la audiencia de este martes en libertad y podría defenderse también en libertad ante una posible segunda instancia. Lo mismo que su cliente, el expresidente Uribe Vélez, cuyo proceso ya está siendo revisado por l Tribuna
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