El día arrancó con la noticia de que un dron había atacado a un helicóptero de la Policía. Luego se confirmó que había al menos seis muertos, entre miembros de la Policía y civiles que estaban en labores de erradicación de cultivos de coca en Amalfi (Antioquia). Después, hacia las tres de la tarde, la atención se trasladó a Cali, donde hubo dos explosiones muy cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez en la capital del Valle. Otro hecho de terrorismo en una ciudad que, hace menos de dos meses, había sido el objetivo de tres ataques similares, pero no con la potencia del de ayer. Al cierre de esta edición, el Puesto de Mando Unificado (PMU) en Cali ya había confirmado la muerte de seis personas y un registro de 71 heridos.
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Todo ocurrió en 24 horas durante el 21 de agosto. Hoy, Cali amaneció militarizada, las autoridades ofrecieron una recompensa de $400 millones para dar con los responsables del atentado y al menos una persona, alias “Sebastián”, está en custodia de las autoridades por su presunta participación en los hechos. Además, en un consejo de seguridad de Cali que se alargó hasta altas horas de la noche del pasado jueves, las autoridades, en cabeza del presidente Gustavo Petro, se estudió la posibilidad de decretar una conmoción interior que sería para el suroccidente del país.
Sin embargo, después de las once de la noche, Petro descartó la posibilidad de declarar la conmoción interior tras el atentado en Cali. En su lugar, anunció que el Gobierno mantendrá activo el Puesto de Mando Unificado y pondrá en marcha un plan de copamiento militar en zonas estratégicas de Valle del Cauca. El jefe de Estado precisó que el refuerzo militar se aplicará en municipios como Suárez, Buenos Aires y Jamundí. Agregó que el gobierno ya se encuentran en preparación varios decretos que buscan contener la ola de violencia en el suroccidente. Las medidas buscan frenar la producción de cocaína y a dificultar la salida del narcótico desde el litoral Pacífico, puntos claves para las estructuras armadas ilegales que operan en esa región.
¿Quién está detrás del ataque en Amalfi?
El presidente Gustavo Petro calificó la jornada como “un día de muerte” y él mismo confirmó que, en el caso de Antioquia, la cifra en realidad aumentó a doce personas muertas y ocho más heridas. Aunque él aseguró que detrás del ataque al helicóptero antinarcóticos, el primero que se reporta causado por un dron, estaba el frente 36 de las disidencias de las Farc conocidas como el Estado Mayor Central (EMC), su ministro de Defensa, Pedro Sánchez, responsabilizó al Clan del Golfo. Sin embargo, a las pocas horas, el jefe de la cartera volvió a trinar y aclaró que, “por ahora se descarta que haya sido el cartel Clan del Golfo”.
¿Quién está detrás del atentado en Cali?
Sobre la responsabilidad en el caso de Cali, las autoridades sí apuntaron su dedo acusador a un solo responsable: alias “Iván Mordisco”, el líder del Estado Mayor Central (EMC). El ministro Sánchez expresó: “Este cobarde ataque contra los civiles es una reacción desesperada por la pérdida del control del narcotráfico en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño, donde la Fuerza Pública ha neutralizado gran parte de esta amenaza y avanza en la recuperación irreversible del territorio para la legalidad”. Según el reporte del jefe de la cartera ministerial, los hechos ocurrieron a las 2:50 de la tarde. Un estruendo sacudió a los barrios cercanos, destrozó ventanas, viviendas y centros de comercio.
La población corrió en busca de refugio mientras las primeras sirenas de la Policía y el Cuerpo de Bomberos empezaban a sonar. Los minutos siguientes fueron de caos: incertidumbre sobre lo ocurrido, temor de que se tratara de un ataque mayor y que hubiera otros más, como ocurrió en junio pasado. El Espectador consultó a testigos del atentado que señalaron escuchar “una explosión y en seguida otra. Nos asomamos y se veía un humo negro hacia la base aérea”. Otra persona, que vive hace 50 años en el barrio, comentó que hace 25 años también se presentó una explosión cerca del lugar y pidió a las autoridades que tomen acciones frente al peligro que representa la base militar al interior de la ciudad.
Horas después del atentado en Cali, el presidente Petro pidió un minuto de silencio por las víctimas y enfiló su discurso en contra de las organizaciones ilegales. Aseguró que, de ahora en adelante, el Estado colombiano considerará, como grupo terrorista, al Clan del Golfo, las disidencias de la Segunda Marquetalia y las facciones al mando de “Iván Mordisco”, como el EMC. Además, le pidió a la comunidad internacional hacer lo mismo y, como colofón, expresó que le pedirá a la Corte Penal Internacional (CPI) que abra una investigación por los hechos cometidos en los anteriores gobiernos y en el suyo que demuestran que esos grupos “son criminales de guerra que acuden al terror y son criminales contra la humanidad”.
Para el jefe de Estado, estas bandas criminales estarían al servicio de la “junta del narcotráfico”, un grupo que, según él, tiene base en Dubai y estaría detrás de hechos de terrorismo. Aunque el presidente insiste en ese discurso, el director de la Policía, Carlos Triana, explicó a comienzos de este mes que no hay “evidencia sólida” de la existencia de esa junta. Por su parte, la Fiscalía tampoco ha confirmado los vínculos de esa organización con grupos ilegales en Colombia. Al margen de esta versión de los hechos, el primer mandatario viajó a Cali en la noche del jueves 21, acompañado del ministro Sánchez y la cúpula militar, para presidir un consejo de seguridad con autoridades departamentales y locales.
Los atentados en Cali y otros antecedentes
Dos meses antes del más reciente atentado, la ciudad de Cali ya había vivido una jornada de violencia. Ocurrió el 10 de junio de 2025, cuando una ofensiva armada dejó un saldo de cinco civiles y dos policías muertos, además de 27 heridos. En total, se registraron 24 acciones terroristas en 13 municipios de Cauca y Valle del Cauca, en una ola de ataques que se extendió por más de siete horas. Las autoridades atribuyeron la escalada a las disidencias de las Farc, específicamente a la estructura Jaime Martínez bajo el mando de alias “Iván Mordisco”. Desde las primeras horas del día, la tensión se instaló en la región con reportes de artefactos explosivos, hostigamientos y atentados en zonas urbanas y rurales.
La Defensoría del Pueblo, desde 2022, emitió una alerta temprana que puso en evidencia la realidad violenta de la zona. “El riesgo se configura por la presencia de facciones disidentes de las antiguas Farc, adscritas al Comando Coordinador de Occidente, y del Eln en zonas suburbanas, así como en algunas comunas en donde también operan grupos de delincuencia común y organizada, asociados al narcotráfico, cuya violencia configura una grave amenaza para los derechos de la población civil”, explicó la entidad. Por esa razón, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, y el alcalde de Cali, Alejandro Éder, han solicitado presencia urgente del Estado para evitar casos, precisamente como el de este jueves.
Luego de las explosiones en la capital del Valle del Cauca, ciudadanos que estaban en el lugar de los hechos retuvieron a un hombre que podría estar implicado en el ataque. La Policía lo detuvo, al igual que a otro ciudadano que también tendría que ver con los hechos violentos. En la noche de este jueves, ambos estaban detenidos a la espera de su judicialización. Uno de ellos sería alias “Sebastián”, quien el presiente identificó como integrante de una facción del EMC al mando de alias “Marlon”. En sus últimas declaraciones, Petro confirmó que solo dos personas, “apenas sin armas, pero llenos de explosivos”, llevaron a cabo el ataque dirigido a la base militar y anunció que “uno de ellos ya está colaborando” con las autoridades.
El presidente señaló que los ataques serían una represalia por una incautación que se realizó el pasado 20 de agosto en la vereda Honduras en El Tambo (Cauca). El material de guerra, que incluía más de 250 mil cartuchos de diferentes calibres, pertenecía a la estructura Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc de “Iván Mordisco”. “Una reacción que termina golpeando a la población de manera masiva. Lo que hay es una masacre. No golpearon mayormente la instalación militar que es de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, pero el golpe a la población de Cali es profundo, es brutal, es de terror”, concluyó Petro al final de esta extensa jornada en el sur del país.
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