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“En el periodo en el que ejerce como primer mandatario del departamento, años 2012- 2015, acuerda con otras personas, entre ellos directivos de la firma Odebrecht en Colombia, con el exsenador Plinio Olano, con Federico Gaviria Velásquez cometer delitos principalmente contra la administración pública y accede al designio criminal de esa organización”, así inicia la argumentación de la fiscal del caso quien solicitó ante el Tribunal Superior de Bogotá que el actual contralor de Bogotá Juan Carlos Granados sea enviado a la cárcel por su presunta participación en la adjudicación de obras de infraestructura vial a la multinacional.
(En contexto: “Juan Carlos Granados utilizó indebidamente su influencia en favor de Odebrecht”: Fiscalía)
Para los investigadores, había una clara intención de favorecer a Odebrecht desde el año 2011, cuando de pactaron las primeras reuniones con los directivos de esta empresa en donde Granados presenta su Plan de Gobierno “para que allí se decidirán los aspectos de interés para la multinacional”. “(Granados) acuerda el apoyo de la firma Odebrecht para su campaña, porque para ese momento usted era candidato a la gobernación, con la suma de $200 millones de pesos que, según indica Federico Gaviria son entregados al exsenador Plinio Olano en reunión posterior a cambio de que la firma fuera favorecida durante su mandato como gobernador”, señala la fiscal.
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En total la suma pactada fueron $500 millones de pesos, de los cuales $100 millones iban con destino al exsenador Olano, según la Fiscalía. Una vez que Granados fue elegido gobernador designó a Bernardo Umbarila, exsecretario de Planeación y persona de confianza de Granados quien actuó, al parecer, como interlocutor de la firma Odebrecht para que se encargara de todo lo relacionado con el proyecto Duitama-Charalá-San Gil. Por tal motivo, sostienen varias reuniones en las ciudades de Tunja y Bogotá, según las declaraciones de Federico Gaviria, sin embargo, tras los estudios prefactibilidad sobre este proyecto, la constructora determinó que no era viable económicamente.
Tras ello, se firma un contrato entre el Consorcio Muisca Duitama y la Gobernación de Boyacá. Uno de los representantes de este consorcio es Luis Fernando Mesa, quien también era hombre de confianza de Plinio Olano y “ficha clave en los casos de corrupción en Colombia”. “No se requiere entonces que el contrato haya sido adjudicado a la firma Odebrecht sin perjuicio de que el contrato sí le fue adjudicado al Consorcio Muisca Duitama en el que Plinio Olano tenía una ficha clave: el señor Luis Fernando Mesa”.
(Lea también: Imputarán cargos al contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, por caso de Odebrecht)
Otro de los pecados en los que habría incurrido el exgobernador Granados es la influencia con el Director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón para que se calificara de manera positiva a Odebrecht y que así pudiese participar en la adjudicación del Proyecto de Ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales El Salitre. Para ello se llevó a cabo una reunión en el primer semestre de 2013 con directivos de la empresa Odebrecht, Plinio Olano, Federico Gaviria y el director de la CAR Cundinamarca Alfred Ignacio Ballesteros.