En la elección en la que el Senado eligió como nuevo magistrado de la Corte Constitucional a Carlos Camargo Assis, quien le iba poniendo la vida difícil al exdefensor del Pueblo fue la abogada María Patricia Balanta Medina. La Corte Suprema de Justicia incluyó su nombre en la terna que el pasado 3 de septiembre fue puesta a votación en la cámara alta, la misma que fue criticada por solo incluir a una mujer y por también tener le nombre de Camargo Assis.
Fue una elección marcada por los cálculos políticos y la presión desde el alto gobierno, que hizo todo lo posible para que el exdefensor no llegara a la Corte. Por eso, el Ejecutivo le dio su apoyo a Balanta Medina, un gesto que varios sectores leyeron como la prueba de que la jurista era cercana al presidente Gustavo Petro.
Nada más lejos de la realidad. El respaldo del gobierno llevó a que la elección en el Senado se enmarcara bajo una sola idea: si Balanta llegaba a la Corte, el jefe de Estado tendría las mayorías. Sin embargo, la jurista trató de hacer su propia campaña. En diálogo con este diario, la abogada explicó que hizo su mejor tarea, aun sabiendo que tenía las de perder.
“Fue un proceso que me disfruté. Hubo amabilidad, respeto y yo hice mi tarea”, agregó la jurista. A pesar de su esfuerzo, reconoce que la victoria de Carlos Camargo venía cantada, pero aun así, se presentó y desplegó su hoja de vida ante el Senado para que los congresistas vieran su amplia trayectoria en la rama judicial. Como lo dijo en su discurso ante el Senado, Balanta conoce como pocos la Rama Judicial.
Empezó su carrera en lo más bajo de la cadena, como escribiente de un juzgado municipal del Valle del Cauca, hasta llegar a ser magistrada de la Sala Civil del Tribunal Superior de Buga, cargo que actualmente desempeña. Su vida profesional la ha entrelazado con la académica.
Es abogada de la Universidad Central del Valle del Cauca, especialista en Comercio Internacional de la Universidad Jorge Tadeo Lozano; en Derecho de Familia y en Derecho Procesal Civil de la Universidad Externado. Además, es magíster en Filosofía del Derecho Contemporáneo en la Universidad Carlos III de Madrid (España) y es doctora en Filosofía Jurídica y Política de la Universidad de Jaén (España).
. “Era mi mejor tarea, aun sabiendo que tenía las de perder, pero lo hice con voluntad, con buenas maneras, con prudencia y salir decorosa de todo”, le dijo a El Espectador la abogada vallecaucana.
“Hice mi mejor tarea, aun sabiendo que tenía las de perder. Pero lo hice con voluntad, con buenas maneras, con prudencia y salir decorosa de todo”, le dijo Balanta a El Espectador. Sus palabras de agradecimiento las expresa días después de haber perdido en las elecciones del pasado 3 de septiembre. Durante las jornadas previas a la votación, fue testigo de cómo la política termina moviendo este tipo de elecciones.
Antes de entrar al Senado para presentarse oficialmente ante los congresistas, Balanta dio unas declaraciones de la otra realidad de la jornada. “Me han estigmatizado y yo estoy segura de que es por ser mujer y por ser negra, porque ahí mismo me ubicaron en el petrismo y yo no soy petrista. Yo no pertenezco al Gobierno. Yo no he hecho alianzas con ningún partido político”, expresó.
Luego, en su discurso oficial, agregó: “Presento mi aspiración ante ustedes sin sesgos ni compromisos políticos, sin alianzas con el partido del gobierno, como se insinúa, sin ideología particular y sin que me desprenda de mi autonomía e independencia, más bien inspirada en toda una vida que se inició en la extrema pobreza pero eso sí, sin carencias morales ni formativas”.
La victoria en la elección se la llevó Carlos Camargo, un hombre que conoce los movimientos de la política y que ya había logrado dos elecciones similares en el Congreso: la que lo llevó a ser magistrado del Consejo Nacional Electoral y luego a ser defensor del Pueblo. Luego de las votaciones, Balanta aseguró que se sentía satisfecha y con el deber cumplido.
Sin embargo, insistió en que fue objeto de un “sesgo odioso. Si usted investiga, a mí no me podían encasillar en algo que no soy ni en ningún partido”. Con estas palabras hizo referencia a quienes la ligaron por supuestamente ser ficha del gobierno Petro. En entrevista con W Radio, la jurista señaló que fue testigo de un juego político que incluyó una estigmatización por ser mujer y negra.
“Aquí hubo una especie de exclusión por ser mujer y por mi condición de ser negra. Cada vez que se habla de un negro que está cercano a llegar a una posibilidad o dignidad tan alta, inmediatamente dicen que uno es de Francia Márquez o de Petro. Yo llegué a Bogotá a hacer este proceso de elección y yo ya estaba estigmatizada porque lo primero que me preguntaron fue: ¿Usted es de Francia? Y ser del Pacífico todavía peor, como que tratan de aniquilarlo a uno. Fue un juego político que lo vi y lo viví“, expresó.
Luego de su campaña en Bogotá, Balanta regresó a su despecho a seguir con los expedientes en el Tribunal Superior de Buga. Eso sí, aprovechó para agradecer a quienes votaron por ella, 41 senadores, y a sus alumnos de la Unidad Central del Valle del Cauca, quienes ya son jueces. “Eso es lo que me llena hoy. No hay nada más que decir. Es sembrar y recoger”, concluyó.
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