Los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera tendrán una restricción para viajar fuera de Colombia. La decisión fue tomada por el juez 68 de garantías tras avalar la solicitud presentada por la Fiscalía General que argumentó la necesidad de salvaguardar el proceso penal. (Ver ¿Y los hermanos de Rafael Uribe Noguera qué?)
Igualmente deberán firmar un acta en la que se comprometen a cumplir con todas las citaciones que les hagan las autoridades y demostrar un buen comportamiento individual, social y familiar. Francisco, abogado de profesión, y Catalina, historiadora, deberán además cumplir con una serie de requisitos como el no participar en otras acciones punibles.
En la audiencia reservada la Fiscalía General reveló que la medida era necesaria debido a que desde el primero momento los hermanos buscaron la manera de proteger a Rafael Uribe Noguera y obstruir el actuar de las autoridades que buscaban la camioneta en la que había sido raptada la niña Yuliana Samboní el 4 de diciembre en el barrio Bosque Calderón Tejada.
En su intervención la fiscal del caso manifestó que existen pruebas que permiten inferir que Francisco y Catalina faltaron a la verdad cuando se comunicaban con el Gaula de la Policía. Esto –señaló- con el único fin de evitar que fueran al apartamento Equus 66 en Chapinero alto y pudieran identificar a su hermano.
Francisco Noguera Uribe fue informado que una camioneta que aparecía a su nombre había sido vista en el lugar donde fue raptada la niña. Hecho que negó rotundamente, asegurándole a su interlocutor que iba a averiguar de inmediato lo sucedido. Pese a que le dijo a las autoridades que iba para su casa lo cierto fue que se dirigió inmediatamente al edificio ubicado en el exclusivo sector ubicado en el nororiente de Bogotá.
En ese lugar ya se encontraba su hermana Catalina quien le pedía al celador del edificio que lo comunicará con el apartamento 603 donde vivía Rafael. En el parqueadero se encontraba efectivamente la camioneta de color gris que manejaba el arquitecto. En su interior vieron el zapato blanco de una niña.
Acto seguido subieron al apartamento ubicado en el último piso del edificio. Allí permanecieron durante una hora y media con Rafael. De lo que pasó allí adentro y los temas que se trataron aún existen muchas dudas. A las 4:30 de la tarde Francisco salió con su hermano menor a la calle 68 con 7 donde abordaron un taxi a la Clínica Monserrat ubicada en la calle 134 con 19. Esto con el único fin de internarlo.
En el recorrido Francisco recibió una llamada de uno de los agentes del Gaula quien le preguntó si ya sabía algo de la camioneta a lo que respondió que no, haciendo énfasis en que desconocía por completo el paradero de su hermano Rafael y mucho menos el de la niña Yuliana Samboní. Esta actitud para la Fiscalía demuestra que el ahora imputado faltó a la verdad.
Igualmente se recolectó una conversación por WhatsApp en la que Francisco Noguera le manifiesta a su esposa que se encuentra con Rafael y se dirigen al norte de la capital. Nunca, sostuvo la fiscal, le dieron la información exacta a las autoridades afectando así el desarrollo de la investigación y aumentando la angustia de los padres que buscaban a su hija de siete años de edad.
Ya en la Clínica especializada en tratamientos psiquiátricos los galenos no aceptaron la petición para que fuera internado, lo que motivó un cambio de plan. Francisco y Rafael salieron juntos a la Clínica Navarra con el fin que lo revisarán puesto que debido a una sobredosis de droga mezclada con abuso de alcohol estaría a punto de sufrir un ataque cardiaco.
No fue hasta que lo internaron que decidieron llamar a las autoridades para avisarles que la camioneta estaba en el parqueadero del edificio Equus 66. El Gaula se dirigió inmediatamente al lugar para certificar la información. Minutos después encontraron en el jacuzzi del apartamento 603 el cuerpo de la menor “bañado” en aceite de cocina.
Para la Fiscalía General el comportamiento de los ahora dos procesados es “reprochable” puesto que tuvieron conocimiento claro y preciso de la situación y no le dieron aviso inmediato a las autoridades sino que su prioridad fue proteger a su hermano. Por su formación académica los ahora procesados sabían que esta conducta era un claro ejemplo de obstaculización de la justicia y una conducta punible.
Los hermanos Uribe Noguera se declararon inocentes del delito de favorecimiento en secuestro imputado por la Fiscalía. El próximo 11 de enero está fijada la audiencia de acusación en contra de Rafael Uribe Noguera por los delitos de feminicidio agravado, abuso sexual agravado y secuestro simple.
Por ley el procesado no podrá recibir ningún beneficio de rebaja de pena si acepta cargos o firma un preacuerdo con el ente investigador. Esto debido a que los hechos materia de investigación fueron cometidos contra una menor de edad.