La histórica decisión de la Corte Constitucional de avalar que parejas del mismo sexo puedan adoptar, tiene otra cara de la moneda. Así lo explicó Sergio Estrada, el abogado paisa que en julio de 2014 instauró una demanda para velar por el derecho de los niños a tener una familia. Según él, la gran victoria de este fallo es que “proteger los derechos de los niños es respaldar la igualdad y viceversa”. Este argumento fue el mismo que esgrimió el alto tribunal: “la adopción de niños por personas con orientación sexual diversa y por parejas del mismo sexo no afecta el interés del menor”.
Sergio Estrada, director del Centro de Estudios Constitucionales en Medellín y quien además adelanta estudios de doctorado en la Universidad de Buenos Aires, manifestó que esta es su mayor victoria y éxito profesional, ya que se sumó a un esfuerzo de que los derechos de los homosexuales fueran respetados. Sin embargo, advirtió que si bien logró igualar los derechos de esta comunidad con los de los heterosexuales, su principal motivación fueron los niños huérfanos y en condiciones de abandono en el país. (Vea: El paso a paso del largo camino de la comunidad LGBTI para que le permitieran adoptar en Colombia)
“El motivo principal de la demanda surgió en agosto de 2009, cuando leí en la revista Semana una investigación de Aldeas Infantiles SOS que se titulaba “País de huérfanos” y en la que se advertía que más de 800 mil niños vivían en condiciones de abandono. Hoy en día hay 5.000 en condición de ser adoptados y son huérfanos. Me llamó mucho la atención que la Constitución habla de la protección a los derechos de los niños pero la sociedad lo hace de una manera incoherente porque, con las decisiones tomadas, se les estaba negando tener una familia”, señaló Estrada.
El abogado agregó que al observar esa realidad y al advertir la incoherencia en el discurso que existía, sumado a los argumentos jurídicos que permitía inferir el estudio publicado, se inició una investigación desde la academia, porque se necesitaba gestionar un cambio social. Estrada indicó que esta situación de los niños en Colombia no podía pasar desapercibida e instauró, en una primera oportunidad junto a sus estudiantes, una demanda ante la Corte Constitucional para velar por la protección de los derechos de los niños.
La respuesta del alto tribunal fue inhibitoria, al decir que no tenía competencias. Pero Estrada no desistió, presentó los argumentos desde otra perspectiva, fortaleció los que estaban débiles y logró su objetivo con un efecto colateral que se convirtió en una noticia histórica: la posibilidad para que parejas del mismo sexo adopten. “Son dos caras de una misma moneda. Los derechos de las parejas del mismo sexo y el éxito de que la demanda se presentó desde una demanda que velaba por la protección de los niños”, puntualizó Estrada.
A Estrada la noticia lo tomó por sorpresa, ya que se encontraba adelantando trabajo para su próxima lucha, que es la protección de los derechos de los pueblos étnicos raizales. El abogado agregó que le generó bastante curiosidad, y a la vez satisfacción, la llamada de agradecimiento que le hicieron organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBTI.