El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), confirmó esta mañana la muerte de Sheydrek Nahomi Dorado Quintero, una niña de siete años que resultó herida en un ataque armado el pasado 12 de marzo, en el municipio de Guachené (Cauca). La menor es la tercera víctima del hecho en el que fueron asesinados Neisair Ramos Navas, líder político y exsecretario de Gobierno de Guachené, y Sharick Macoli González Abonía, de 14 años. “Configurando así este hecho como una masacre”, informó la institución.
Dorado Quintero era la única sobreviviente de los hechos, ocurridos hace dos semanas en la vereda El Guabal, en la vía que comunica a los municipios de Guchené y Puerto Tejada. Hombres armados habrían interceptado el vehículo en el que se movilizaba el exsecretario Ramos Navas, y le dispararon en repetidas ocasiones.
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El hombre, que regresaba a la ciudad de Cali luego de asistir a un sepelio en el norte del Cauca, fue trasladado de inmediato a un centro asistencial en el que minutos más tarde falleció por la gravedad de las heridas. Las dos menores de edad afectadas por el atentado, según información preliminar, serían víctimas colaterales del hecho.
Dorado Quintero, de siete años, también fue trasladada a un centro médico, donde estuvo hasta ayer, cuando se confirmó su deceso. Esta es la masacre número 16 que se presenta en lo que va de 2025 en el país, y la segunda que ocurre en el Cauca. La primera de este año en ese departamento ocurrió en el municipio de Puerto Tejada, el 13 de enero, donde fueron asesinadas otras tres personas.
El alcalde de Guachené, Willinton Mina, rechazó el hecho e hizo un llamado al Gobierno Nacional para que no deje de atender la escalada violenta que vive el departamento del Cauca. “Reiteramos el llamado urgente al Gobierno Nacional. Nuestro pueblo no puede seguir desangrándose. Es imperativo que se implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad y la paz en nuestro municipio”, dijo a medios de comunicación.
Hace solo una semana se presentó otra masacre en el país, la número 15 de este año, en el municipio de Andes (Antioquia). En la madrugada del 19 de marzo, fueron asesinados cuatro trabajadores de una finca cafetera que, según informaron las autoridades, habrían sido sacados del campamento de la finca La Amistad y posteriormente asesinados.
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Crisis en el Cauca
Esta masacre se registra en medio de la difícil situación de seguridad y orden público que se vive en distintas subregiones del departamento. Especialmente en municipios del norte del Cauca y en el cañón del Micay, donde hay presencia permanente de las Fuerzas Militares desde el 12 de octubre de 2024, cuando inició la Operación Perseo.
El hecho más reciente en el departamento ocurrió en la noche del 26 de marzo, en el sector de Piedra Sentada, del municipio de Patía. El Ejército Nacional informó que hombres del Batallón de Alta Montaña Número 4 fueron afectados por la detonación de una motocicleta bomba instalada por un sujeto desconocido, en la vía que comunica a El Bordo con Popayán. Al momento de acercarse para verificar la situación, el artefacto explotó y causó la muerte de un uniformado.
Otras tres motocicletas, al parecer acondicionadas con explosivos, fueron encontradas cerca al sitio de la explosión. Las autoridades acudieron para hacer la debida inspección preventiva. El Ejército señaló que este atentado habría sido perpetrado por el Frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc, que durante las últimas semanas ha ejecutado una larga lista de actos violentos contra militares y civiles en la región.
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En la tarde del miércoles pasado, otra motocicleta bomba fue detonada en zona urbana del municipio de Piendamó. El hecho, también atribuido por las autoridades al Frente Carlos Patiño de las disidencias, ocurrió sobre las dos de la tarde, en el sector conocido como Las Panaderías.
La Secretaría de Salud del municipio informó que fueron 73 las personas afectadas, 20 de ellas heridas de gravedad y 13 trasladadas a centros médicos de la ciudad de Popayán. Los demás presentaban aturdimiento y heridas leves. Entre los heridos hay cuatro menores de edad y un uniformado de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) de la Policía Nacional.
Estos dos ataques se dan justo después de que durante la noche del 25 de marzo, disidentes de las Farc atacaran con ráfagas de fusil las estaciones de Policía y bases militares de los municipios de Santander de Quilichao, Caloto, Caldono, Toribío y Corinto. Los hechos dejaron a dos policías heridos.
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Esta misma semana se registró un atentado en contra del Ejército en zona rural del municipio de Rosas. Una caravana militar que se movilizaba por la vía Panamericana, cerca a la ciudad de Popayán, fue afectada por un artefacto explosivo que se activó a su paso. El hecho dejó a cuatro soldados heridos.
Antes de eso, en la noche del 19 de marzo, hubo enfrentamientos entre integrantes del Frente Dagoberto Ramos y el Frente 57 Yair Bermúdez de las disidencias de las Farc en Toribío. Una persona muerta, una vivienda incinerada y otras impactadas por el fuego cruzado fueron el resultado de los combates.
En los municipios de Miranda y Corinto, sobre la medianoche de ese miércoles, también se reportaron enfrentamientos armados en al menos cinco territorios indígenas. “La comunidad se encuentra, una vez más, en medio del fuego cruzado, pues algunos de los hombres armados se han parapetado en viviendas”, señalaron por medio de un comunicado desde el Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos del Cauca.
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El hecho más dramático ocurrió en la noche del 11 de marzo, cuando un convoy del Ejército que se movilizaba por la vía entre los municipios de Balboa y Argelia, fue atacado con explosivos por parte de las disidencias de las Farc. Un artefacto enterrado en uno de los taludes de la carretera causó la muerte de cinco soldados y dejó a otros cinco heridos.
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