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El máximo líder de uno de los grupos armados que infunde terror en el Bajo Cauca antioqueño murió en combate, según el Gobierno. Se trata de Robinson Gil Tapias, quien según las autoridades sería alias Flechas, el jefe de Los Caparros, organización criminal heredera del bloque Virgilio Peralta Arenas de las Autodefensas. El anuncio lo hizo el propio presidente Iván Duque, quien dijo que el hecho se registró en el corregimiento Piamonte del municipio de Cáceres, en Antioquia.
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“Alias Flechas era el encargado de las acciones violentas de este grupo criminal en el Bajo Cauca y el Sur de Córdoba, y está vinculado a delitos de secuestro, desplazamiento forzado, homicidios selectivos y de líderes sociales, reclutamiento forzado y extorsión”, aseguró el presidente Duque en sus redes sociales. La operación que llevó a la muerte de Flechas estuvo a cargo de las Fuerzas Militares y la Policía, con base en investigaciones de la Fiscalía y se convierte en un nuevo golpe a una de las estructuras armadas más fuertes del país, que además se disputa su zona de influencia con el Clan del Golfo, poniendo en riesgo a la población civil de la región.
#Atención Quiero informar que propinamos el más duro golpe a la banda criminal 'Los Caparros': su cabecilla principal, Robinson Gil Tapias, alias ‘Flechas’, fue neutralizado por @FuerzasMilCol y la @PoliciaColombia, con apoyo de @FiscaliaCol en Piamonte Cáceres, Antioquia. (1/3)
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) May 27, 2021
Pero este no es el primer líder caparro en caer. Ya en noviembre de 2020 se había anunciado un resultado similar: la muerte en combate de Emiliano Alcides Osorio, alias Caín, quien estuvo al frente de Los Caparros más o menos desde 2016 y a quien se le atribuían múltiples asesinatos de líderes sociales en el Bajo Cauca. Y en 2017 fue capturado el comandante de ese momento: José Horacio Abello, alias “Seis-Siete”. Como ha contado este diario, Los Caparros son una estructura adaptable y dispuesta a hacer alianzas con otros grupos que le han ayudado a mantenerse en control de áreas estratégicas en Antioquia.
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Su origen se remonta a finales de la década de los noventa, cuando Carlos Mario Jiménez, Macaco, según sus propios dichos, le ordenó a Virgilio Peralta Arenas, alias Víctor Caparrapí, reclutar a varios hombres para conformar un grupo paramilitar. Luego pasaron a ser parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, con lo cual terminaron aliados con varias estructuras paramilitares que operaban en el Bajo Cauca antioqueño. El Bloque Central Bolívar, comandado por Macaco, se quedó con el oriente (municipio de Zaragoza y El Bagre), mientras que el Bloque Mineros, con Cuco Vanoy a la cabeza, se hizo al control del occidente (municipios Cáceres y Tarazá).
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Tras la dejación de armas de los paramilitares en el gobierno de Álvaro Uribe, varios caparrapos retomaron el camino del delito y, a punta de alianzas con todas las orillas del mundo criminal, garantizaron su existencia. Hasta que, en 2017 hubo un cisma y comenzaron las disputas territoriales con el Clan del Golfo, que persisten hasta ahora. Se han asentado en el Bajo Cauca y el sur de Córdoba porque la zona es un corredor estratégico de relevancia para las organizaciones relacionadas con el narcotráfico, la minería ilegal y otras actividades de orden ilícito.