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Cada año, en el Reino Unido, se celebran los National Cat Awards, un evento que premia a los gatos más destacados en diferentes categorías: felinos sénior, de servicio y protección, con habilidades extraordinarias, entre otros. Este año, una tierna historia ha capturado la atención del público: la de Kiki, una gatica de dos años que vive en Escocia y que se ha convertido en una figura muy especial en su comunidad.
Lo que hace única a Kiki es su rutina diaria de amor y lealtad. Desde hace meses, acompaña a un niño de diez años de su familia hasta la escuela, y luego lo espera durante toda la jornada en el patio de juegos, para caminar de nuevo a su lado de regreso a casa.
Su dueña, Michelle, asegura que la gata ha tenido un impacto muy positivo en la comunidad escolar: “Ha traído mucha alegría a los niños, al personal y a la comunidad escolar, y les ha dado a los maestros la oportunidad de enseñar a los niños cómo tratar a los gatos y respetarlos”.
Michelle narra a los organizadores del premio que desde el primer día en su nuevo hogar, Kiki estableció un vínculo inmediato con el niño. Nunca lo deja solo y su presencia constante se ha vuelto parte de la rutina diaria del colegio. Según cuenta, la gata un día comenzó a seguirlo sin más, y desde entonces se convirtió en “una alumna más de la escuela”.
Este comportamiento ha hecho que Kiki no solo sea querida por todos, sino también reconocida como parte esencial de la comunidad escolar. Incluso, su imagen ha sido utilizada en productos de mercadería para recaudar fondos destinados a obras de caridad.
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