Señales de que su gato es muy posesivo

Los gatos son animales muy inteligentes, cariñosos y juguetones. Aman estar con sus dueños.

Foto: Freepik

Los gatos, al igual que los humanos, pueden sentir celos y el sentimiento de posesión con respecto a su tenedor. Aunque en ocasiones cause ternura, esta conducta puede conllevar a un gran peligro para el cuidador y quienes están en el entorno.

Por esto, Eduarda Piamonte, técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino, explica al portal Experto Animal las principales características de un gato posesivo y, además, responde algunas preguntas sobre esta condición que involucra a los cuidadores.

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¿Cómo saber si su gato es posesivo?

Aunque se relaciona lo posesivo con gestos bruscos por parte de los animalitos, hay otros signos, como la timidez, que pueden ser un indicador de este problema. Lo dicho, porque los gatos usan principalmente su lenguaje corporal para expresarse, por ejemplo: protegiendo a sus dueños o tomando ciertas posturas.

Sin embargo, hay otras características visibles que son:

Los cambios de ánimo: cuando los felinos se sienten abandonados, pueden mostrarse deprimidos o tener mucha actividad para llamar la atención de los humanos e incluirlos en sus juegos o mimos.

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Comportamientos extraños: la violencia en sus tratos es el signo que más preocupa a los cuidadores del gato. Pueden ser arañazos hacia otros animales o personas, así como otras muestras de rechazo. De igual forma, cuando se siente amenazado puede esconderse y rehusarse a salir hasta que se vayan los desconocidos o quien crea que no es bienvenido en su entorno, como llegaría a ser el caso de un nuevo integrante en el hogar que es introducido de un momento a otro sin una socialización previa.

¿Por qué los gatos se vuelven posesivos?

Piamonte explica al portal Experto Animal que lo mejor para entender los motivos que tiene una mascota para adquirir cierto comportamiento es llevar la situación al caso de los seres humanos. “Cuando una persona siente celos de alguien, por lo general, es una señal de que tiene miedo de perder su atención o ser reemplazada por otra persona, por un trabajo o por una mascota”, dice a Experto Animal.

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Lo anterior implica que la llegada de un nuevo individuo no es vista como una forma de compartir, al contrario, se transforma en una amenaza para la relación estable que hay entre el cuidador y la mascota, lo que conduce a tomar comportamientos, en ocasiones, inaceptables.

La sensación de celos no es propia de los humanos. En el reino animal esta condición se llama: protección de recursos, ya que consiste en cuidar lo que el gato considera de su propiedad. De igual forma, se debe tomar en cuenta que los felinos tienen una rutina estructurada que los ayuda a preservar su bienestar y, también, evitar situaciones peligrosas.

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Por ello, cuando algo se sale de su control o entendimiento, el gato suele reaccionar orientado por su instinto de supervivencia. “La protección de recursos ocurre, sobre todo, con los gatos que no han sido debidamente socializados y, por tanto, no han tenido la oportunidad de aprender a relacionarse positivamente con otros individuos, con sus juguetes y complementos, y también con su propio territorio”, agrega la experta a Experto Animal.

¿Qué hacer cuando estos comportamientos aparecen?

El dicho: “Prevenir es mejor que lamentar”, es una perfecta forma de entender cómo tratar los celos de un gato, incluso antes de que aparezcan. Por ejemplo: se pueden hacer socializaciones con la mascota desde temprana edad.

En el caso de la adopción, es necesario preparar al felino para su llegada, al igual que organizar el hogar para acoger al nuevo integrante. Es decir, dotarlo de juguetes, bebedero, un lugar para comer y arenero. Al integrar a una nueva persona o animal a la dinámica familiar se debe hacer una presentación e involucrar al gato en todos los momentos posibles para que se sienta amado, así alguien más haya entrado en su cotidianidad y en la de su familia.

Al notar agresividad en su mascota, lo mejor por hacer es acudir a un veterinario especialista para descartar causas patológicas que puedan ocasionar el cambio de ánimo o para establecer “pautas específicas en el tratamiento de los problemas de su gato”, finaliza por decir Eduarda Piamonte a Experto Animal.

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