El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el jueves que su gobierno cerró acuerdos para adquirir 200 millones de dosis adicionales de vacunas contra el COVID-19.
“Justo esta tarde, firmamos contratos finales para 100 millones más de dosis del laboratorio Moderna y 100 millones más de vacunas de Pfizer”, dijo Biden tras recorrer la sede de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), cerca de Washington.
La administración Biden dijo que estaba buscando el mes pasado estos acuerdos, que aumentan en 50 % el stock estadounidense de vacunas. Con estas dosis, según el presidente, Estados Unidos tendrá el suministro suficiente para vacunar a 300 millones de estadounidenses para fines de julio. Incluso más que eso.
El gobierno estadounidense ha sido uno de los acaparadores de vacunas en el mundo, al lado de Reino Unido y Canadá. Hasta ahora, las cuentas indican que Estados Unidos, con una población de 328 millones, está así:
- 300 millones de dosis de Pfizer
- 300 millones de dosis de Moderna (contando los contratos del jueves)
- 100 millones de dosis de Johnson & Johnson (aseguradas)
- 100 millones de dosis de AstraZeneca (aseguradas)
- 100 millones de dosis de Novavax (aseguradas)
- 100 millones de dosis de Sanofi / GlaxoSmithKline (aseguradas)
La campaña de vacunación de Estados Unidos tuvo un comienzo inestable en diciembre, pero desde entonces ha mejorado: al menos 34,7 millones de personas ya han recibido una de las dos dosis de la inmunización, aproximadamente el 10 % de la población.
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En total, 46,3 millones de dosis ya fueron aplicadas y 68,2 millones de dosis ya fueron distribuidas, según cifras oficiales. Miles de farmacias estaban tomando citas el jueves para comenzar a dar inyecciones al día siguiente.
El gobierno federal también ha utilizado legislación de emergencia para aumentar la producción de vacunas, ha abierto sitios masivos de vacunación en estadios y ha comenzado un programa aparte para llegar a las comunidades desatendidas.
La vacuna contra el coronavirus y la geopolítica: jugar con la salud de los ciudadanos
Pero esta noticia, positiva para Estados Unidos, no resulta tan buena para el resto de naciones. Según las estimaciones que se han hecho analizando los contratos de vacunas, si todas las dosis llegaran a, Estados Unidos y Reino Unido podrían vacunar a sus poblaciones hasta cuatro veces. Canadá tendría la capacidad para vacunar a su población hasta seis veces.
Canadá, de hecho, recibió duras críticas por su decisión de recibir 1.9 millones de vacunas del COVID-19 Vaccine Global Access Facility, más conocido como Mecanismo COVAX, una iniciativa mundial de intercambio de vacunas coordinada conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud, la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias y Gavi, La Alianza de Vacunas.
- Este es el único mecanismo global para la distribución de vacunas e involucra a casi todos los países del mundo (aproximadamente 190 países se adhieren al mecanismo). En COVAX, los países más ricos subsidian el acceso a las vacunas a los más pobres.
- Y aunque todos los países tienen derecho a reclamar dosis de COVAX, Canadá será el único miembro del G7 en hacerlo. Los otros países ricos han optado por no reclamar dosis -por lo menos en esta ola de contagios- ya que han asegurado el acceso a las vacunas a través de otros acuerdos bilaterales.
- Hay que destacar que Canadá ha asegurado más dosis de vacunas per cápita que cualquier otro país en el mundo, lo que ha aumentado la críticas en su contra. Ottawa firmó acuerdos de compra anticipada con siete farmacéuticas asegurando que el país tenga dosis suficientes para vacunar a su población varias veces.
La competencia está incluso entre los mismos países ricos. Londres se ha asegurado más dosis de las que necesita, mientras el resto de Europa ha visto grandes problemas en el suministro. Esto ha llevado a un ralentizamiento de la vacunación. Según The Times, el primer ministro Boris Johnson se ha planteado ceder parte de sus vacunas al vecindario, pero esta decisión aún no se ha tomado. A los países ricos se les ha dicho que compartan en lugar de acumular, pero esta cooperación siempre estará determinada a los términos que ellos impongan.
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Lo que estamos viendo ahora son países ricos que compran la mayoría de las vacunas, incluso más de las que necesitan. Pero el núcleo del problema es más profundo, o al menos así lo afirma la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) en su último informe.
Su presidente para Latinoamérica, el psiquiatra Germán Casas, aseguró a El Espectador que las patentes de las vacunas, sumadas a su mercantilización voraz, son las que terminarán modelando un mundo que violará la esencia para la que fueron creadas: el acceso universal a la inmunización. Ahora, si estas se eliminaran o se vendieran a un bajo costo, los países pobres o con menos ingresos serían capaces de producir la cantidad necesaria para derrotar definitivamente al virus en un tiempo mucho menor al estimado.
Puede leer en profundidad cómo sin las patentes de las vacunas podríamos vencer a la pandemia más rápido a la pandemia en esta entrevista.
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Ahora, así están los cuadros de muertes, contagios y hospitalizaciones en el país más afectado del mundo por la pandemia.
Muertes:
Hospitalizaciones:
Casos:
Este es el cuadro de vacunación: