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Desde el 4 de junio, los más de un 1.140.000 habitantes de la ciudad de Monterrey, México, madrugan a las 4 de la mañana para aprovechar las seis horas de agua que tienen disponibles por día.
Es una medida más estricta para mitigar la escasez de agua en la ciudad, provocada por las fuertes sequías se acentuaron en enero, cuando se secó la presa de La Boca, el afluente hídrico del cual proviene el agua que se consume en Monterrey.
La decisión, anunciada por Samuel García, gobernador del Estado de Nuevo León, generó pánico en la población. Según registraron usuarios en redes sociales, pasados tres días de la implementación de los cortes de agua, los supermercados estaban prácticamente desabastecidos de agua embotellada.
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Como si fuera poco, el medio de comunicación Publimetro recopiló denuncias de habitantes de municipios aledaños a Monterrey que cuentan que algunos comerciantes han aumentado considerablemente los precios los botellones de agua.
La política es un endurecimiento de las medidas que venían implementándose desde el 22 de marzo de 2022 bajo el programa Ahorra te toca a ti. Inicialmente se dividió al Estado de Nuevo León en 7 zonas y cada día se cortaba el suministro en una de esas zonas. Pero esto no detuvo la escasez de agua.
El gobernador García anunció también que se castigaría con multas y cortes de agua a quienes consuman más de 70.000 litros de agua al mes. Además, se prohibió lavar carros y regar jardines con agua potable.
La gobernación, en conjunto con la empresa paraestatal Acueducto y Drenaje, anunció que como medida provisional se implementaría el Programa Emergente de pipas, que busca llevar a la ciudad 120 carros cisterna que de abasto a los distintos barrios.
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