El estado de Texas, considerado como el “corazón energético de los Estados Unidos”, está sufriendo una de sus peores crisis en la historia. Una poderosa tormenta invernal, poco frecuente en el sur pero que es el resultado de los efectos del cambio climático, dejó a 3 millones de ciudadanos sin electricidad. Y esto fue porque las empresas de energía, además de sufrir daños por la ola de frío que acompañó la tormenta, debieron realizar cortes parciales desde el fin de semana pasado para evitar un recalentamiento del sistema debido a los picos de demanda. Pero los republicanos, en lugar de aceptar la crisis en el medio ambiente, han decidido culpar al Green New Deal (el Nuevo Acuerdo Verde) y a las energías verdes y renovables por lo sucedido.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha liderado la campaña de desprestigio contra la energía verde para defenderse de lo que puede ser la crisis más grave de su carrera. Según dice, las turbinas eólicas del estado se congelaron y eso ha impedido que la energía llegue a los hogares de sus ciudadanos. Con ello, Abbott trata de apuntar a que la energía eólica es inviable para enfrentar condiciones adversas, como las tormentas, y por eso asegura que “el combustible fósil es necesario para el estado de Texas”. A él lo han acompañado otros republicanos como los congresistas Steve Daines (R-Montana) y Lauren Boebert (R-Colorado) y varios presentadores de Fox News que repiten las “desgracias” de la energía verde. Pero sus comentarios, además de malintencionados, son totalmente imprecisos.
Es verdad: tras la ola de frío, la mitad de las turbinas eólicas se han congelado, pero esto es solo porque las empresas de servicios públicos de Texas no han invertido en los dispositivos de calentamiento integrados para que estas continúen funcionando en temperaturas frías. Algunos ejemplos de buen uso de las turbinas eólicas son Suecia y Canadá, en donde estas pueden resistir al invierno por los paquetes de clima frío que tienen instaladas gracias a la inversión del gobierno.
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Por otro lado, las fallas en las turbinas, previsibles si se tiene en cuenta la falta de inversión, no causaron el apagón en Texas como Abbott lo quiere hacer ver. La energía eólica y la energía solar, aunque están en crecimiento, solo son responsables de una mínima parte de la energía en el estado. El petróleo y el gas, que el gobernador defiende ampliamente, son las fuentes principales de energía y además no están reguladas.
“Aunque las fuentes de energía renovable fallaron parcialmente, solo contribuyeron al 13 % de los cortes de energía, mientras que proporcionaron aproximadamente una cuarta parte de la energía del estado en invierno. Las fuentes térmicas, incluidas el carbón, el gas y la nuclear, perdieron casi el doble de gigavatios de energía debido al frío, según el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), el operador de la red eléctrica del estado. Los críticos también han señalado que las turbinas eólicas pueden funcionar en climas tan fríos como Groenlandia si están debidamente preparadas para el clima”, precisó Katie Shepherd en The Washington Post.
A diferencia de los otros estados en el país, Texas cuenta con su propio sistema de electricidad, llamado Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT). Cuando el expresidente Franklin D. Roosevelt firmó la ley de Energía Federal, que le permitía al gobierno regular las líneas eléctricas estatales, Texas se negó a ser parte de esta ley para mantener su propio fluido. Esto es importante, si se tiene en cuenta que los funcionarios han ignorado las recomendaciones hechas desde hace una década para preparar las instalaciones contra el frío. Aún así, los funcionarios republicanos quieren mantener alejado al gobierno federal de sus asuntos. El exgobernador de Texas, Rick Perry, dijo que los tejanos estarían dispuesto a pasar más tiempo en el frío si con ello mantenían alejados a los demócratas que quieren abordar el cambio climático con regulaciones.
“Todo esto debe ser denunciado por la espantosa ignorancia y conveniencia política que es. Las consecuencias de la negación climática son cada vez más graves. Se necesita un Green New Deal para combatir el clima extremo, así como para actualizar, modernizar y mejorar nuestra infraestructura para que funcione mejor y, en última instancia, dependamos menos de los combustibles fósiles”, señaló Helaine Olen, columnista de The Washington Post.
Las falsas declaraciones de Abbott llevaron a que Alexandría Ocasio-cortez (D-Nueva York), una de las mayores defensoras de un Nuevo Acuerdo Verde que fomente las energías renovables, se metiera en el debate sobre Texas y precisara lo que estaba ocurriendo.
“Me desconecto unos días y cuando vuelvo a un gobernador republicano está culpando de sus propios fracasos a las políticas que ni siquiera ha implementado. El gobernador Abbott no parece tener idea de su estado, así que aquí hay un recordatorio: Texas tiene 80-90 % de energía por combustibles fósiles. El verdadero ‘trato mortal’ es su liderazgo fallido”, dijo AOC.
“Si tuviéramos un gobernador abierto a fuentes alternativas de energía, Texas podría estar en una situación en la que tenemos reservas de energía para alimentar eficientemente nuestro estado, en lugar del liderazgo imprudente que hemos presenciado una y otra vez de Greg Abbot”, agregaron los demócratas de Texas.
La dependencia de los combustibles fósiles solo empeorará los eventos del cambio climático.
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