:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/8Qxyp47mlOn866QBCAN0JbdCggw=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/VKY4L4PIERDILLVNSGSEPSU5L4.jpg)
Las medidas del denominado paquetazo económico de Nicolás Maduro no son producto de la torpeza ni de la ignorancia; tampoco es improvisación Es una estrategia para dominar y doblegar a una sociedad con el objetivo de perpetuar el modelo chavista en Venezuela. Todos los días el gobierno hace anuncios que desconciertan a los ciudadanos, los confunde y los sume en la zozobra: o se someten o se van.
La puesta en marcha del nuevo cono monetario, es decir el retirarle cinco ceros al bolívar pasando del bolívar fuerte al bolívar soberano, se ha hecho de forma precipitada y confusa, logrando llevar a los ciudadanos a límites de subsistencia. Lo que explica por qué ante lo absurdo de las medidas a duras penas si hay movilización, pues cada cual se preocupa por tratar de sobrevivir.
Ver más: El problema de Venezuela no es Nicolás Maduro
La confusión que genera la conversión de cinco ceros no parecería mayor cuando se trata de la operación de 100.000 bolívares fuertes, que pasan a ser un bolívar soberano, o cuando es un millón pasa a ser diez bolívares de los nuevos, pero la operación se complica cuando son 250.000 o 730.000, sobre todo en los estratos populares, donde la ideologización de la educación ha hecho retroceder sustancialmente las capacidades de la población. De hecho, niños venezolanos que llegan a Colombia muestran niveles de analfabetismo en tercer y cuarto grado de educación básica.
A ello se suma que los nuevos billetes y monedas tienen diseños similares a los que están saliendo de circulación, obligando a los ciudadanos a tener que constatar su validez con la fecha. Sin descontar que los cajeros limitan las transacciones diarias y los bancos operan a media marcha mientras adaptan su sistema contable a los nuevos montos, lo que colateralmente ha significado bloquear el acceso de los ciudadanos a las remesas que sus familiares envían desde el exterior.
Un proceso que en la práctica es una hiperdevaluación: los precios que artificialmente había impuesto el gobierno, como por ejemplo el combustible. Llenar el tanque con gasolina de alto octanaje costaba 250 bolívares fuertes, lo cual queda sin conversión posible, dado que la moneda de menor denominación es de 0,5 bolívares soberanos. De hecho, en el siempre delicado tema del subsidio a la gasolina se hacen anuncios de ponerla a precios internacionales para aquellos que no tengan el “carnet de la patria” o vivan en estados fronterizos con Colombia.
La clave está en cómo el “carnet de la patria” se ha convertido en el instrumento del paquetazo económico. El “carnet de la patria” es un documento de militancia política creado por el gobierno de Nicolás Maduro para identificar a sus aliados políticos a quienes el Estado otorga dádivas, subsidios y subvenciones sin las cuales resulta muy difícil vivir en un contexto económico tan adverso como el venezolano. Con el nuevo paquete los pensionados quedan supeditados a la tenencia de dicho carnet para que se les pague su pensión, igual sucede con todos los ciudadanos: sin “carnet de la patria” no pueden acceder a bienes y servicios.
Ver más: "Las restricciones sólo generan más migración ilegal": Migración Colombia
Cada cierto tiempo el gobierno renueva, cambia o controla dichos carnets, sobre todo en certámenes electorales, no porque dependan de ellos para hacerse con la victoria, pues el fraude ya no es velado en Venezuela, sino que generan la sensación de control y sometimiento; una telepantalla “orwelliana” en el bolsillo.
El resultado será más emigración; en los próximos meses su crecimiento será exponencial. A medida que el paquetazo se imponga, más venezolanos saldrán del país, dado el grado de sometimiento que exigen las medidas económicas del paquetazo.
*Investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.