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El apagón que afectó gravemente a la península ibérica paralizó a España y Portugal por casi un día, causando estragos en trenes, comercios y aeropuertos, entre otros sectores más. Las causas siguen bajo investigación, aunque, de momento, el corte masivo se asocia a un fallo relacionado con la generación de energía solar en una zona al sur del territorio español. En medio del debate, en el cual se descartó la posibilidad de un ciberataque, están ahora las energías renovables.
En la primera intervención de la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor, casi 48 horas después del incidente, la funcionaria le aseguró a la Cadena Ser que rechaza relacionar a las energías renovables, y en particular a la fotovoltaica, con la súbita caída del servicio que tuvo lugar a inicios de esta semana.
A su parecer, “la generación renovable” en este país europeo “tiene unos rangos de penetración excepcionales”, incluso hasta el punto de que en un día de este mismo mes de abril ellas “cubrieron toda la demanda peninsular”. En ese sentido, “no es correcto relacionar un hecho tan grave como el del lunes con una penetración de renovables”, pues, a su juicio, ellas “funcionan de forma estable”. De hecho, aseguró que el día del corto no hubo ninguna circunstancia distinta a las habituales.
Si bien el operador les alertó hace dos meses a sus inversores, en su informe anual de 2024, del peligro hipotético de que se produjeran “desconexiones de generación” que podrían llegar a ser “severas”, y que podrían afectar “significativamente” al suministro eléctrico por la elevada penetración de las fuentes de energía renovable, varias voces han salido en defensa de estas tecnologías limpias. Además de la de Corredor, la Fundación Renovables, citada por el diario El País, aseguró: “No se puede culpar, sin fundamento alguno, a la generación eléctrica renovable, ni de otro tipo, como causante exclusivo del apagón”.
Al respecto, Corredor también aprovechó su intervención para defender el sistema eléctrico español: “Funciona con las medidas de seguridad más estrictas de toda Europa”. Sin embargo, enfatizó en la excepcionalidad del suceso del lunes, que está “fuera de los rangos previstos de seguridad”, y agregó que “cuando suceden elementos en cascada que no están previstos por la normativa, los sistemas tienen que comprobar por qué se ha producido tan seguido y con tan poco tiempo de diferencia”.
Ella se refiere a lo que explicó el martes el director de Servicios para la Operación de Red Eléctrica de España, Eduardo Prieto, quien aseguró que se identificaron dos pérdidas de generación casi simultáneas que pudieron desembocar en el apagón.
Por un lado, dijo el funcionario, “un elemento compatible con una pérdida de generación” en la región del suroeste peninsular, “que fue superado satisfactoriamente”. Y, por el otro, tan solo 1,5 segundos después, “otro elemento compatible con pérdida de generación de las condiciones del sistema eléctrico”, lo que desembocó otros 3,5 segundos después en “unas condiciones compatibles con las oscilaciones detectadas” en el momento del corto. En otras palabras, se dio una pérdida súbita de 15 gigavatios de energía, lo que supone aproximadamente el 60 % de la demanda del país en el momento de la emergencia.
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