:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/gEYMQdn9zD5Sy4EJ4MHNNMCWpxE=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/MPUKETQPGFE6VM23QGD2PGVH2A.jpg)
Desde el año pasado las autoridades investigan las causas detrás del asesinato de la periodista Lyra McKee, quien murió el pasado abril en un enfrentamiento entre el grupo terrorista Nuevo IRA y la policía irlandesa. Hoy se reveló que fueron detenidos cuatro sospechosos en Derry, después de que la policía llevara a cabo registros en varios inmuebles de la ciudad, según explicó un portavoz oficial de la institución.
Los cuatro hombres han sido trasladados a una comisaria de la ciudad, donde pueden permanecer hasta 48 horas, según establece la Ley Antiterrorista del Reino Unido. "Siempre he creído que alguna gente de la comunidad sabe lo que ocurrió y quién tuvo que ver", afirmó Jason Murphy, detective superintendente.
Le puede interesar: Las heridas que abrió el asesinato de una periodista en Irlanda del Norte
Tras cumplirse el primer periodo de detención máximo de dos días y si no se presentan cargos, las fuerzas del orden pueden continuar con los interrogatorios si solicitan una prórroga a un tribunal, que puede conceder hasta 28 días más, según la citada legislación.
Hasta la fecha, la PSNI había detenido a varios sospechosos, pero ninguno ha sido acusado por este asesinato, que conmocionó a la sociedad irlandesa. El grupo disidente Nuevo IRA, una escisión del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesta al proceso de paz, se responsabilizó del asesinato de la periodista, de 29 años, y pidió disculpas a sus familiares y amigos en un comunicado remitido a un medio norirlandés.
En esa nota, el Nuevo IRA afirmó que McKee "fue trágicamente asesinada mientras estaba al lado de las fuerzas enemigas", en referencia a la PSNI. Mckee, que no estaba trabajando en el momento del incidente, recibió un tiro en la cabeza de un individuo enmascarado que disparaba contra agentes policiales en el área de Creggan, en Derry, durante una ola de disturbios ocurridos el pasado 18 de abril.
Eso sí, su muerte logró lo que nada había logrado en el país: unió a casi toda la sociedad norirlandesa y a sus líderes políticos tras meses de tensiones por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (defendida por los partidos unionistas protestantes y rechazada por los católicos nacionalistas). Políticos británicos de la talla de Theresa May, exprimera ministra del Reino Unido, y Leo Varadkar, primer ministro de la República de Irlanda; así como el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, y otros dirigentes norirlandeses asistieron conjuntamente a la despedida de la reportera en Belfast, su comunidad natal.
Allí, los religiosos católicos y protestantes que presidían la ceremonia aprovecharon su presencia para pedirles que se reanudara el diálogo para que pudiera regresar el gobierno autónomo de poder compartido (suspendido desde enero de 2017) para evitar una desestabilización del proceso de paz, firmado en 1998.
Le puede interesar: ¿Hay un nuevo grupo terrorista en Irlanda del Norte?
La petición fue escuchada. El pasado 26 de abril, representantes de los gobiernos de Irlanda y del Reino Unido anunciaron una nueva ronda de negociaciones para restaurar la formación de un nuevo Ejecutivo en Irlanda del Norte, provincia británica que está sin gobierno regional desde hace dos años, y cuyo último diálogo fracasó hace 14 meses.
Además, los seis principales partidos políticos de Irlanda del Norte —incluidos unionistas y republicanos— publicaron una infrecuente declaración común: “El asesinato de Lyra”, escribieron, “constituye un ataque contra todos los miembros de esta comunidad, un ataque contra la paz y el proceso democrático”.