Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Cuál es la visión del líder religioso para más de 1.400 millones de personas que acaba de llegar a su cargo? ¿Qué retos tiene en medio de un mundo polarizado, con varios conflictos internacionales activos y muchas críticas sobre una iglesia influyente y poderosa? Pues con un poco menos de velocidad informativa y más pausa para el análisis de fondo, este boletín busca responder esas y otras preguntas a través de los contenidos que han publicado nuestros colegas de la sección Mundo, incluidos videos, transmisiones y textos. Recuerde entrar a cada uno de los enlaces para profundizar en las posturas que ha dejado esta noticia mundial y que, por supuesto, también tiene que ver con Colombia. Antes de seguir, le contamos que todo el cubrimiento informativo sobre la muerte de José ‘Pepe’ Mojica aparece en este hipervínculo. Ahora sí, comencemos.
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“Después de cuatro rondas, la espera terminó, y pasadas las seis de la tarde, hora local, el cónclave eligió al nuevo papa”, se leía en el reporte que, en medio de los gritos de los asistentes en la plaza de San Pedro, unas 50.000 personas, registraba el humo blanco saliendo de la chimenea que aparece en el tejado de la Capilla Sixtina. Era una imagen esperada, para todos y todas las más jóvenes; ya repetida para los que hemos visto la llegada de los dos predecesores (Benedicto XVI y Francisco), y que marcaba el inicio de una nueva etapa para la iglesia católica, pocos días después de la muerte del sacerdote argentino que enfrentó varios cambios en medio de una sociedad diversa y muy mediática, tanto como para ser llamado por los expertos en la materia “reformista” tras centrar su discurso en “las periferias”, la “inclusión de minorías” y la crítica a la “centralización del poder”.
“El cardenal estadounidense -también tiene nacionalidad peruana- Robert Prevost ha sido elegido como el nuevo papa”. Y el nombre que él escogió fue León XIV. De entre los 133 electores de más de 70 países, el cargo del 267º pontífice ya tenía dueño. ¿Quién es el nuevo portador del anillo del pescador? Nació en Chicago en 1955, entró a la Orden de San Agustín, logró un doctorado en Derecho Canónico en Roma y se fue más de 30 años como misionero a Perú, donde llegó a ser obispo de Chiclayo. En 2023, el entonces papa Francisco lo nombró “prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más influyentes en la Curia Romana, responsable de supervisar los nombramientos episcopales en todo el mundo”. Y se cree, en primera instancia, que “su elección como papa refleja una continuidad con la visión reformista de Francisco, priorizando la cercanía pastoral, la descentralización y la atención a las periferias”. Ahí está uno de los primeros retos.
Fue presidente de la Comisión Pontificia para América Latina y era conocido a nivel global por una razón interesante: por su cargo como Dicasterio de los Obispos, fue el encargado de elegir a todos los obispos del mundo en los últimos dos años y medio, así que goza de un amplio reconocimiento, y también estuvo en varios de los viajes de Francisco. Habla inglés, español, italiano, latín, francés, portugués y alemán. Tiene ascendencia española por el lado de su mamá y francesa e italiana por su papá, entonces se espera que su voz sea fuerte en temas de migración, el segundo reto:
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En su primera aparición como nuevo papa, fue directo en que lo suyo se enfocará en conectar, en unir, y lo soltó en una frase que incluso abarcó tanto de ancho como de largo y de profundo: “Tenemos que ser una iglesia misionera que construye puentes, diálogo, dispuestos a recibir a todos, sin distinción”. Segundos después, fue enfático: “Queremos ser una iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz y la caridad, y estar cerca de los que sufren”. Ahí se ven dos retos evidentes: ¿Estará la nueva iglesia, bajo el liderazgo de León XIV, en la disposición de recibirlos a todos y todas, sin distinción, realmente? Y… ¿Cómo estar cerca de los que sufren en medio de tantos conflictos vigentes? Seguramente será a través del papel conciliador que siempre se le ha confiado a la iglesia, pero que no siempre sucede.
Entre la búsqueda de información para entender mejor quién es el nuevo papa, se hicieron visibles declaraciones que había dado antes al canal de Vaticano: “El obispo no debe ser un principito sentado en su reino”, casi que como crítica al poder del líder lejano que ve todo por sobre el hombro y a distancia en medio de las barreras. Como se ve a los poderosos. Así que es más afín con el “ser auténticamente humilde” para “estar cerca de las personas a las que sirve, a caminar con ellas, a sufrir con ellas”.
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Y sobre el nombre León, esto nos contó David Vásquez Herrera: “El apelativo “León” lleva consigo un legado cargado de significado y tradición. Este nombre evoca, en cuatro palabras, fuerza, valor, convicción y soberanía. En la Biblia, encarna tanto el poder divino —en el “León de Judá”— como la amenaza oscura, y en San Marcos se representa con alas para subrayar su nobleza evangelizadora. Al adoptarlo, cada pontífice lanza un claro mensaje de liderazgo decidido y fe inquebrantable”.
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Pero, porque también hay peros, entre los que ya son públicos está, por ejemplo, estas referencias que encontraron los colegas de Mundo de El Espectador: “En 2012, durante un discurso que dio ante los obispos, comentó que lamentaba la exaltación de formas de vida contrarias al Evangelio, refiriéndose a la unión entre parejas del mismo sexo y a sus hijos adoptivos. Además, siendo obispo de la ciudad peruana de Chiclayo, se opuso a un plan gubernamental para incorporar la enseñanza de género en las escuelas”. Así que desde ya será interesante ver los pasos que esta iglesia dará en esos dos caminos, pues dista de lo que Francisco había manifestado al respecto. Otro reto para sumar.
La Redacción Género y Diversidad de El Espectador reseñó en este texto las acusaciones de la organización SNAP (Red de Sobrevivientes de Aquellos Abusados por Sacerdotes) en contra de Robert Francis Prevost “que lo señalan de haber encubierto casos de abuso sexual infantil” y detallaron que “las denuncias se centran en su gestión como Obispo en Perú y reviven también acusaciones por su manejo de un caso en Chicago, Estados Unidos”. Se lee que “en abril de 2022, surgieron denuncias relacionadas con dos sacerdotes de la diócesis de Chiclayo, acusados de abusar de tres menores de edad. SNAP acusó directamente al entonces obispo Prevost de no haber llevado a cabo una investigación apropiada y de haber proporcionado información insuficiente al Vaticano”. “La diócesis permitió que uno de los sacerdotes acusados continuara oficiando misas”.
Y para sumar: “Un punto especialmente sensible es la acusación de un presunto pago de 150.000 dólares por parte de la diócesis a las tres jóvenes para silenciar sus denuncias, una acusación que las jóvenes habrían dirigido presuntamente contra el ahora papa León XIV. Por su parte, la diócesis de Chiclayo ha rechazado estas afirmaciones y aseguró que se trata de una campaña de desprestigio”. “El Vaticano ha respaldado a Prevost, indicando que no se encontraron irregularidades en los casos investigados”. Acusaciones de este tipo, que las hay por miles alrededor del mundo en contra de muchos sacerdotes, se convierten, sin duda, en otro de los retos del nuevo papa al frente de una iglesia católica muy cuestionada por un tema delicado y perturbador: el abuso sexual.
Trump, Putin, Obama y Boluarte: el mundo reacciona a la elección del papa León XIV
Con el nombre de León XIV se cree que el nuevo papa seguirá la línea de León XIII: “Al tomar el nombre de León XIV, el nuevo papa presenta una continuidad con León XIII (1878-1903), que se presentó como el ‘papa obrero’, desarrollando la Doctrina Social de la Iglesia como una forma de establecer un diálogo con las demandas de la clase trabajadora, que a fines del siglo XIX protagonizaba un fuerte proceso de organización en sindicatos y partidos socialistas en Europa”, señaló el periódico Il Corriere della Sera. En otras palabras, se cree que será otro papa “obrero” que velará por los derechos de los trabajadores basado en “justicia salarial”, “deberes de empleadores y empleados”, la “intervención estatal” como protección de los empleados, todo esto sin caer en el “socialismo”, pues defendería el “derecho a la propiedad privada”. Otra camino interesante para ver en medio de esta explosión de trabajos basados en compañías de base tecnológica – digital, donde el contrato entre las dos partes está llamado a replantearse. Por algo se dice en los corrillos empresariales que la esclavitud moderna se ve en forma de programador y repartidor (mensajero, en otros mercados).
¿Y por qué se dice que con este papa existe una visión global? “Prevost tiene un collage de procedencias que lo hacen absolutamente universal y le permiten ese entendimiento, no solo de la cultura latinoamericana o norteamericana, sino de una cultura mucho más amplia, que es lo necesario en este momento para una Iglesia que ya no es eurocéntrica”, responde Santiago Sierra, docente del Centro de Teología de la Universidad Javeriana en conversación con Hugo Santiago Caro. Así que esta será otra tarea de gran calado: el cómo logra una conversación global partiendo de su labor desde el centro de Europa en Roma, la influencia de sus raíces en Estados Unidos, su vocación misional en Latinoamérica y su contacto y empatía cercana con los obispos recientemente elegidos que están por todo el resto del mundo.
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“Enviamos felicitaciones a un compatriota de Chicago, su santidad, el papa León XIV. Este es un día histórico para Estados Unidos, y rezaremos por él al comenzar la sagrada labor de dirigir la Iglesia católica y ser un ejemplo para tantos, independientemente de su fe”: Barack Obama
Desde Colombia, un país mayoritariamente católico, también hubo mensaje público: “El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, felicita a la Santa Sede por la elección de León XIV como nuevo Sumo Pontífice. Le auguramos al papa 267 de la historia, muchos éxitos en su labor al frente de la Iglesia. Deseamos que nuestras relaciones bilaterales sigan fortaleciéndose en torno al anhelo de paz en Colombia y el mundo”. La misma petición que hizo Mahmud Abás, el presidente de Palestina, quien pidió que se continúen los “esfuerzos de paz” que tuvo Francisco en medio del conflicto Israel – Palestina (Gaza).
Gustavo Petro, por su parte, escribió en sus redes sociales: “Ojalá sea el gran líder de los pueblos migrantes en el mundo y ojalá aliente a nuestros hermanos migrantes latinoamericanos, hoy humillados en los EE. UU. Es hora de su organización”, “Ojalá nos ayude en la construcción de la gran fuerza de la humanidad que defienda la vida, y derrote la codicia que ha provocado la crisis del clima y la extinción de lo viviente. Chicago es la gran ciudad obrera y progresista de los EE. UU. Siento esperanza”. Donald Trump, a su turno, dijo que la elección es un “gran honor” para el país. Así que por aquí está otro reto para el nuevo papa: ¿Cuál será su labor en medio de la mayor ola migratoria en el mundo frente a lo que piensa, por ejemplo, el presidente de Estados Unidos y lo que allí está sucediendo? ¿Cómo le hablará a líderes tan distintos políticamente como Petro y Trump? Un adelanto: “Meses atrás, cuando aún era solo el cardenal, Prevost criticó la política migratoria de Washington, liderada por Donald Trump”, contó la agencia AFP. Una cuenta de redes sociales con su nombre, incluso, pero antes de ser papa, “criticó al vicepresidente JD Vance”. Así que el mundo espera ver cómo será esa relación y hacia dónde irá.
El nuevo papa ha estado varias veces en Colombia. “A lo largo de su trayectoria religiosa y como superior de los agustinos, visitó un par de veces el país, lugares como Medellín, Bogotá y Villeta”. También Barranquilla, Bojacá, Facatativá y Chía. “El fray Sergio Daniel Fonseca, que pertenece a la Orden de San Agustín, recuerda que estas visitas a territorio colombiano se dieron antes de que fuera obispo y cardenal, haciendo recorridos canónicos, recibiendo procesiones religiosas y acompañando los problemas de la comunidad”, contaron los periodistas que han seguido esta noticia.
La agencia AFP recordaba que el “pontífice asume una Iglesia que enfrenta numerosos desafíos, como la pederastia clerical y la crisis de vocaciones, además de los varios conflictos en el mundo, el aumento de los gobiernos populistas y la crisis climática”. Y en su primera misa, hizo una reflexión para referirse al declive de la fe en favor del “dinero”, el “poder o el placer”. Esto también resulta interesante justo en medio de un Vaticano que, como lugar espacial, está lleno de opulencia y poder. Una tarea con un tablero todavía por llenar y la tiza a la espera sobre el escritorio para rayar:
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Los retos que enfrenta: la Iglesia de León XIV no es la misma de Francisco
Cada día que va pasando sirve para analizar más pausadamente lo que ha dicho León XIV. “Tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, tendiendo puentes, dialogando, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos, como esta plaza, abierta a todos”, dijo ante la plaza de San Pedro. El mensaje hablaba, intrínsecamente, de la tarea que tiene la iglesia, toda. Porque una cosa es hablar y otra es hacer. Y la crítica, una de muchas, es que los curas predican, pero no aplican. Vaya reto predicar y aplicar sobre todo en una sociedad que ahora vive de vigilar.
El New York Times recordó que “el sitio web oficial de noticias del Vaticano no lo presentó como el primer papa de Estados Unidos, sino como el segundo papa de América”. Eso, sin duda, lo hace más amplio. Más universal. Mark R. Francis, antiguo compañero del cardenal Prevost, quien dirige la rama estadounidense de la orden religiosa Clérigos de San Viator, en Chicago, se refirió a él como un tipo que “no es un grandilocuente”, “es un tipo de persona muy equilibrada y comedida, que se enfrenta bien a las crisis en cierto sentido”. “No se pone nervioso. Piensa bien las cosas y ofrece un liderazgo muy estable”.
Esto es interesante: “No se pone nervioso” y tiene “un liderazgo estable”. Eso es lo que el mundo está esperando, y confía, en medio de tanta polarización, guerra y división, en un líder que haga tanto como habla. “Sus amigos dicen que es tranquilo y humilde”, y “Michele Falcone, de 46 años, sacerdote de la Orden de San Agustín, dirigida anteriormente por Prevost, dijo que su mentor y amigo tenía un estilo de liderazgo colaborador” y que “podía ser flexible según el contexto”. A veces eso es lo que falta en nuestros liderazgos: ser flexibles según el contexto incluso doblando el ego para dejarlo en el bolsillo de la camisa, para después volverlo a vestir. Porque dejarlo a un lado en posiciones de poder es tan difícil como esconder la sombra a eso de las 12 del mediodía.
“La Iglesia de León XIV no es la misma de Francisco”, escribía en la edición impresa del domingo Hugo Santiago Caro. Sin duda. Francisco llegó de 76 años, su sucesor llega de 69. Francisco abrió un camino, su sucesor puede marchar sobre él. Se cree que este podría ser un papado largo con la posibilidad de ejecutar acciones de largo plazo. Por su perfil, se cree también que será continuista -no en todos los francos-, pero sí en la mayoría, como la de extender a la iglesia a los más necesitados, hacerla más social y, sobre todo, mantener lo que logró Francisco, pero también buscando “cosas nuevas” (Rerum Novarum). “Todo indica que, al buscar a un sucesor de Francisco, los cardenales privilegiaron un nombre que uniera en lugar de fracturar, menos disruptivo que el propio pontificado de Francisco”.
Debe ser el papa de todos, a pesar de que existe bandos más que conservadores y grupos de sacerdotes que le hicieron oposición de Bergoglio, incluso en Moyobamba en Perú (donde vivió León XIV), en la que más de 50 sacerdotes se negaron a impartir la bendición a parejas del mismo sexo, contaba Hugo Caro.
A esto se suma la transparencia. Acaba de llegar, pero hay acusaciones directas en su contra por ser supuestamente “encubridor”, aunque otros advierten que, al contrario, él ha sido una persona que se ha puesto en los zapatos de las víctimas. El asunto es que más allá del dedo acusador del lado que venga, una mancha deja sucio el traje. ¿Será una campaña de desprestigio, como nos han dicho? O, al contrario, ¿son unas víctimas que buscan justicia?
Los papas que se han hecho llamar León
- San León I “el Magno” (440–461): reconocido como uno de los cuatro “Doctores de la Iglesia”, su firmeza impidió que Atila el Huno saqueara Roma y consolidó el primado de la sede romana, sentando las bases del papado medieval.
- León II (682–683): con apenas un año de pontificado, defendió la ortodoxia católica, ratificando las decisiones del Tercer Concilio de Constantinopla y reforzó la autoridad doctrinal del obispo de Roma.
- León III (795–816): su aliento político fue decisivo al coronar a Carlomagno como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, estrechando los lazos entre la Iglesia y el poder temporal de Occidente.
- León IV (847–855): ante las incursiones sarracenas, promovió la construcción de la “ciudad leonina” amurallada alrededor del Vaticano, garantizando la defensa de Roma y protegiendo a sus habitantes.
- León V (903): su breve papado, de apenas un mes, quedó enmarcado en la inestabilidad de la época, cuando facciones romanas se disputaban el control del trono pontificio.
- León VI (928–929): en un contexto de intrigas aristocráticas, gobernó siete meses y trató de ejercer su pontificado en medio de la influencia de poderosos nobles de la capital.
- León VII (936–939): apoyó la restauración de la vida monástica benedictina y promovió reformas centradas en la austeridad, buscando reconsolidar el clero tras años de desorden.
- León VIII (963–965): nombrado con el respaldo de Otón I, su legitimidad fue impugnada por quienes lo consideraron antipapa, reflejo de las tensiones entre el imperio y la curia.
- León IX (1049–1054): motor de las reformas gregorianas, combatió la simonía y el nicolaísmo, y su pontificado coincidió con el estallido del Gran Cisma de Oriente, que dividió a cristianos de Occidente y Oriente.
- León X (1513–1521): hijo de los Médici, vivió el esplendor del Renacimiento en Roma. Enfrentó el auge de la Reforma protestante al excomulgar a Lutero, intentando frenar el éxodo de fieles.
- León XI (1605): su papado, de solo 27 días, fue uno de los más efímeros. Murió poco después de su elección, sin haber podido dejar un legado definido.
- León XII (1823–1829): defensor acérrimo de los valores tradicionales tras la era napoleónica, persiguió la masonería y reimpulsó la moral religiosa en una Europa que buscaba rediseñarse.
- León XIII (1878–1903): pionero en el compromiso social, su encíclica Rerum Novarum inauguró la Doctrina Social de la Iglesia y abordó los retos de la revolución industrial, convirtiéndose en uno de los pontífices más longevos y visionarios de su tiempo.
También será clave su papel como un líder de Estado capaz de mediar en los conflictos. La paz está en su discurso, estuvo en el de Francisco y, al final, es lo que enseñan en las iglesias: hacer lo posible por perdonar y vivir en paz. Lo dijo en su primer discurso. Y, no menos importante, llevar a esos 1.400 millones de fieles por el mismo camino, en medio de tantas vertientes y caminos religiosos, con una iglesia desacreditada en la que ya no se cree como antes y a la que le vendrá bien un buen baño de limpieza no solo física sino de conciencia, desprendida de la opulencia que denota el poder.
Ya lo dijo un experto: “Tiene por delante atender los abusos en el interior de la Iglesia, la transparencia, las finanzas, la claridad en los discursos, la apertura a esta sinodalidad que incluye a las mujeres, a los laicos y a las comunidades diversas, así como la preocupación por la ecología. Pero también destaco la importancia de la evangelización, es decir, la construcción de las comunidades eclesiales”, le dijo a El Espectador Santiago Sierra, docente del Centro de Teología de la Universidad Javeriana.
León XIV está en el entrecejo del mundo. Lo más fácil, para todos, es juzgar. Así que lo mejor es esperar para ser testigo de qué va a pasar.
Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles.
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Por Edwin Bohórquez Aya
