Tras meses de debate el Congreso español aprobó definitivamente este jueves una ley que autoriza la libre autodeterminación de género, pese a que otros países europeos pioneros han evadido la discusión y la aprobación de este proyecto. Esta iniciativa del partido político Podemos abre la puerta a que cualquier persona a partir de los 16 años cambie libremente de género mediante un sencillo procedimiento administrativo.
Además, el Legislativo otorgó luz verde al proyecto que pretende interrumpir voluntariamente el embarazo. Así pues, cualquier mujer desde los 16 años podrá acceder a su derecho a abortar sin necesidad de autorización de sus padres. Vale la pena recordar que esta nueva legislación establece que ya no se debe ser menor de edad para poder abortar, a lo que también se añade poder hacerlo durante las primeras 14 semanas de gestación.
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Además, prevé un registro de objetores de conciencia para el personal sanitario y elimina la obligación de informar a la mujer sobre las ayudas a la maternidad, así como el plazo de reflexión de tres días antes de abortar. En cuanto a “ley trans”, el proyecto aprobado dictamina que cualquier joven entre 14 y 16 años podrá cambiar su género conforme a sus preferencias. Algunas de las excepciones son que los tutores legales deben acompañar a las personas al procedimiento, y además debe haber un fallo judicial que lo autorice.
En la ley también se especifica que no debe hacerse ningún trámite médico o psicológico antes de empezar el proceso. Ya no serán necesarios los requisitos exigidos hasta ahora: un informe médico que diagnostique disforia de género y una prueba de tratamiento hormonal por dos años.
Este proyecto fue aprobado con 191 votos a favor dentro del Congreso español. A su vez, hubo 60 legisladores que se opusieron y 91 abstenciones.
España pasa a ser uno de los pocos países que autorizan la elección del sexo de forma libre, al igual que Dinamarca, que fue el primer país que concedió este derecho a las personas transgénero, en 2014.
“Hemos dado un paso de gigante” al reconocer “el derecho a la libre determinación de la identidad de género”, expuso en el Congreso la ministra de Igualdad, Irene Montero, al defender que la ley “despatologiza a las personas ‘trans’”.
“Cautela”
El debate sobre la disforia de género, que es la falta de coincidencia entre el sexo biológico de una persona y el género con el que se identifica, ha cobrado fuerza en varios países en los últimos años, con el aumento de las solicitudes para cambiar de género, especialmente entre los menores.
Pero España da este paso en momentos en que varios países, que fueron pioneros en la materia, han echado el freno ante las complejidades legislativas y sociales del asunto.
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Suecia decidió hace un año frenar las terapias de hormonas para menores, alegando la necesidad de observar “precaución”, algo que ya había hecho Finlandia dos años antes.
En Francia, la Academia de Medicina pidió “gran cautela médica” en el tratamiento de pacientes jóvenes.
Y en el Reino Unido, el gobierno bloqueó en enero una ley escocesa similar a la española adoptada a finales de diciembre por el parlamento de Edimburgo tras un acalorado debate.
La polémica alrededor de la ley escocesa, que se inflamó por la entrada en una prisión de mujeres de una mujer transexual condenada por violar a mujeres antes de su transición, impactó fuertemente en el gobierno de actual ministra Nicola Sturgeon.
Advertencias
En España, la “ley trans” fue criticada duramente por los partidos de derecha, actual oposición.
“No estamos para experimentar con las personas [...] Hemos conocido referencias de países que dan marcha atrás porque ahora saben que se precipitaron y que eso ha costado mucho sufrimiento, no pasemos por lo mismo”, dijo la diputada del Partido Popular, María Jesús Moro.
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El proyecto también provocó un duro debate en el gobierno de izquierda y en el seno del movimiento feminista, a meses de las elecciones generales de finales de año.
La ley fue defendida por Podemos y por la FELGBTI+, la principal organización LGBT en España, cuya presidenta Uge Sangil estimó que “hará que otros países tomen la decisión de comenzar a avanzar y de tomar ejemplo”.
Del otro lado del debate, los aliados del presidente Pedro Sánchez buscaron infructuosamente que antes de los 16 años las personas necesitaran aval judicial para cambiar de género.
Un sector del movimiento feminista consideró que el sexo no es algo que se elija y que la libre autodeterminación “borra” a las mujeres tras décadas de lucha por sus derechos.
“Es muy peligroso que los niños puedan cambiar sus cuerpos sin ninguna restricción”, advirtió recientemente la relatora de la ONU sobre la violencia contra las mujeres, Reem Alsalem, en una entrevista con el diario español El Mundo.
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