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Safaris para “cazar humanos”: desvelan un nuevo horror de la guerra en Bosnia

En Italia investigan los crímenes de occidentales ricos que habrían pagado para disparar a los civiles por mero ocio durante la guerra que azotó Sarajevo en los años noventa.

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Gonzalo Sánchez
13 de noviembre de 2025 - 03:56 p. m.
Un monumento dedicado a los combatientes serbobosnios se observa en el centro de la ciudad de Foča, en el este de Bosnia, el 20 de mayo de 2025.
Un monumento dedicado a los combatientes serbobosnios se observa en el centro de la ciudad de Foča, en el este de Bosnia, el 20 de mayo de 2025.
Foto: AFP - ELVIS BARUKCIC
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Durante casi dos años el escritor italiano Ezio Gavazzeni recabó datos y testimonios que, a su parecer, prueban que occidentales ricos pagaron para “cazar” civiles durante el asedio de Sarajevo, unos hechos que investigan los fiscales: “He demostrado que no era una leyenda urbana”, asegura a EFE.

“Aunque la investigación vaya mal, aunque en el peor de los casos los italianos que participaron en ello estén muertos, puedo afirmar que estos hechos ocurrieron, que no se trató de una leyenda urbana. He entregado evidencias importantes”, afirma por teléfono el escritor desde su casa de Milán (norte).

Gavazzani, junto a los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini, ha entregado al fiscal milanés Alessandro Gobbis todos los documentos que sostendrían que durante el cruento sitio de Sarajevo, entre 1992 y 1996, occidentales ricos pagaron por apostarse en las colinas que rodeaban la ciudad bosnia para disparar a los civiles por mero ocio.

Las pruebas, explica, son básicamente testimonios y desde el pasado octubre se encuentran en poder de la Fiscalía, que ya se ha dirigido al Tribunal de La Haya para pedir la declaración de un bombero estadounidense que ha venido sosteniendo la misma tesis.

El escritor asegura que en esta práctica salvaje participaron “numerosos” italianos pero cree que, “estadísticamente”, al menos un tercio ha muerto y el restante tienen entre 65 y 82 años de edad.

Naturalmente no da nombres, pero alberga la “esperanza” -y recalca esta palabra- de que los fiscales localicen vivo a alguno de estos “francotiradores” para que sean juzgados, ya que los casos agravados de homicidio como este no prescriben en el ordenamiento italiano.

“Espero que se identifique a 2 o 3 personas con vida”, augura.

Su investigación ha dado la vuelta al mundo y el escritor confiesa sentirse “estresado” por la avalancha de llamadas que recibe cada día: “Pero me alegra que mi trabajo dé resultados”, reconoce, aunque lamentando no haber tenido listo un libro que vender sobre el tema.

La Fiscalía de Milán sigue actualmente con sus pesquisas ayudándose de los expertos de la unidad de operaciones especiales (ROS) del cuerpo de Carabineros (policía militarizada italiana).

La misión principal del Ministerio Público será detectar posibles imputados y solo entonces podrá solicitar la apertura de un juicio porque, apunta Gavazzeni, “un proceso exige nombres”.

Durante el sitio de Sarajevo, triste episodio de la guerra de los Balcanes que sucedió al colapso de la antigua Yugoslavia, murieron más de 10.000 personas bajo la artillería serbobosnia que rodeó la ciudad durante casi cinco años y los disparos de francotiradores.

Tras conocerse la apertura de la investigación en Milán, un militar y agente de inteligencia del ejército bosnio, Edin Subasic, reveló en una radio de su país que durante el asedio supo de la presencia de italianos adinerados que se sumaron a estas “cacerías”.

El abogado Brigida, que formó parte del juicio por los desaparecidos italianos del Plan Cóndor y que ha ayudado al escritor a recopilar la información, ha explicado que los occidentales ricos accedían a la zona a través de la ciudad italiana de Trieste, en la frontera con Eslovenia y puerta de acceso a los Balcanes.

Esta ‘caza de civiles’ por millonarios extranjeros ya había sido denunciada en el documental ‘Sarajevo Safari’ (2022) del director esloveno Miran Zupancic, sosteniendo que estos ‘cazadores’ procedían de Italia, Estados Unidos o Rusia, aunque sin aportar nombres.

Y en noviembre de 2022 la Fiscalía de Bosnia-Herzegovina se abrió a analizar las informaciones de esta película tras una denuncia interpuesta por la entonces alcaldesa de Sarajevo, Bengamina Karic.

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