:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/P4Mjc5MoiYZA4OeNsenbzV2ryfw=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/NOPOLI5MDEG7PBBA3FZI366MYA.jpg)
El próximo primer ministro de Australia, Anthony Albanese, que se reivindica como un hombre de pueblo, logró sobrevivir a un grave accidente de tráfico y resucitar al Partido Laborista para poner fin a nueve años de gobiernos conservadores.
“Pensé que era el final”, contó Albanese a una radio local cuando describió su hospitalización el año pasado, después de que un vehículo todoterreno conducido por un adolescente chocara contra su coche.
En esa época, los laboristas iban por detrás en las encuestas, muy lejos de los conservadores del primer ministro Scott Morrison.
Anthony Albanese, apodado “Albo” por sus seguidores, dijo que su experiencia cercana a la muerte le dio la energía necesaria para cambiarlo todo.
Sugerimos: Elecciones en Australia: laboristas puntean y Morrison admite su derrota
A los 59 años, puede presumir de haberse recuperado en todos los frentes: ha recuperado la salud, ha consolidado su autoridad como líder del partido y ha perdido 18 kilos. Sus trajes se han vuelto más elegantes y ha cambiado sus lentes metálicas por unas negras de Mad Men.
Pero, sobre todo, logró que los laboristas volvieran al poder después de un año de carrera en las encuestas, gracias a los ataques dirigidos a la gestión gubernamental de la pandemia y a los catastróficos incendios del verano de 2020.
Origen obrero
Albanese fue elegido por primera vez al parlamento en 1996. En su primer discurso, agradeció a su madre, Maryanne Ellery, por haberlo criado en circunstancias económicas difíciles en una vivienda social de Sídney.
Miembro del Partido Laborista desde la escuela secundaria, Albanese fue el primer miembro de su familia en ir a la universidad. Su origen obrero, afirma, ha moldeado su visión del mundo.
“Dice mucho de este país que alguien con mis antecedentes (...) pueda presentarse hoy ante ustedes, con la esperanza de ser elegido mañana primer ministro”, dijo el sábado con la voz quebrada por la emoción.
Albanese cuenta que su madre, católica, decidió tomar el apellido de su padre, pese a no haberse casado ni haber vivido juntos.
“Me crie pensando que estaba muerto”, explicó. “Dice mucho de la presión que se ejercía sobre las mujeres”, dijo.
Búsqueda del padre
Tras el nacimiento de su único hijo, Nathan, en 2000, Albanese decidió buscar a su propio padre, Carlo Albanese, con la ayuda de una vieja fotografía. Lo encontró en su ciudad de origen, Barletra, en Italia, y se reconcilió con él antes de su muerte en 2014.
“En la última conversación que mantuvimos, nos alegramos de habernos encontrado” dijo el político a ABC.
Los laboristas solo estuvieron al frente del gobierno cinco años desde que Albanese fue elegido por primera vez en el parlamento. En 2007, el ejecutivo lo nombró ministro de Transportes durante el mandato de Kevin Rudd, un cargo que mantuvo durante el mandato siguiente, el de la primera ministra Julia Gillard.
Finalmente, se convirtió en líder de la oposición tras la derrota de los laboristas en las elecciones de 2019.
Durante la campaña, no supo contestarles a los periodistas cuando le preguntaron por la tasa de desempleo y el tipo de interés del banco central. Un descuido que logró aprovechar: “Todo el mundo cometerá un error en su vida. La cuestión es si se aprende de él. Este gobierno sigue repitiendo los mismos errores”, dijo.
👀🌎📄 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.