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"Esta semana hemos sufrido un fuerte deterioro de nuestra imagen internacional, hemos visto imágenes que nunca debieron haber sucedido y por ello, como su servidor público les pido disculpas". Con este mea culpa, el vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, aceptó la gravedad de la situación que el coronavirus ha causado en su país.
Ecuador reportó este domingo 3.465 casos de COVID-19, incluidos 172 muertos. La enfermedad se ha ensañado con la provincia de Guayas, y su capital Guayaquil, en donde hay más casos de contagio: 2.402 y 122 fallecidos. Una suma de muchos factores provocaron la situación: no sólo la mala situación del sistema sanitario de esa provincia sino que de justo esa región es de donde han salido muchos ecuatorianos hacia España; pues cuando la crisis de coronavirus atacó ese país, muchos migrantes retornaron a Guayas y no hicieron la cuarentena obligatoria, desatando un pico de contagios, que hoy los tienen en las portadas del mundo.
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A mitad de semana, militares y policías retiraron 150 cuerpos que yacían en viviendas de Guayaquil. El municipio ha coordinado una respuesta en los últimos dos días que sin embargo, no ha logrado acabar con esta situación. El fin de semana se reportaban cuerpos sin vida en muchas calles porque las autoridades no lograban recogerlos todos.
Los cadáveres corresponden a personas que murieron en los hospitales o incluso en domicilios particulares, por COVID-19 u otras causas. Esta semana, el Municipio de Guayaquil ha dispuesto contenedores frigoríficos para albergar los restos mortales a la luz de la acumulación en las morgues, como medida para paliar los estragos que está causando el coronavirus en la ciudad, que como el resto del país se encuentra bajo un toque de queda de 15 horas al día.
¿Dónde está el Presidente?
Y aunque la situación de Guayas es la más grave, expertos vaticinan que la situación se puede agravar en los próximos días. Con 17 millones de habitantes, Ecuador es el tercer país de Latinoamérica en número de contagio, si bien es cierto que el grueso de la propagación se da por ahora en una sola región: la provincia de Guayas. En el resto del país, el contagio está por ahora más contenido, con solo Pichincha por encima del centenar: 219 positivos.Ver más: Radiografía del drama ecuatoriano por coronavirus
Y aunque el presidente, Lenin Moreno, fue uno de los primeros en tomar medidas para controlar el contagio de coronavirus, desde el pasado 29 de febrero cuando se registró el primer contagio, muchas fallas en el sistema de detección evidenciaron que el Gobierno pasó por alto puntos claves para controlar la epidemia.
El liderazgo del mandatario ha sido criticado así como también su ausencia en medio del caos. Otros presidentes de la región ofrecen a diario ruedas de prensa informando la situación. Pero en Ecuador, la responsabilidad cayó sobre Otto Sonnenholzner, vicepresidente y quien lidera el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) activado para afrontar la emergencia sanitaria.
Sonnenholzner es hoy una de las caras más visibles del Ejecutivo en las últimas dos semanas, en las que ha recorrido los principales lugares afectados y los hospitales de Guayaquil y alrededores. Una exposición pública en zonas de alto riesgo que da lugar a interpretaciones sobre una posible candidatura por parte de este guayaquileño de 37 años procedente del mundo de la comunicación.
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"Siendo la cara del Gobierno en la crisis, esto al final puede, o no, representarle un plus en términos políticos", considera Santiago Basabe, profesor de Política Comparada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Y vaticinó que "si sale bien de esto, creo que le puede catapultar electoralmente".
El actual vicepresidente nunca ha manifestado sus intenciones de postularse como candidato a unas presidenciales, aunque su nombre se ha barajado en distintos foros y se han realizado sondeos preliminares de imagen. Por lo que el resultado de esta lucha contra el coronavirus podría determinar si Sonnenholzner se consolida como una figura política con futuro presidencial.
Basabe agrega que Sonnenholzner se las "está jugando todas en esta crisis", quizá arriesgando demasiado "al aparecer públicamente en espacios que son difíciles. La del coronavirus es la segunda gran crisis en la que Moreno manda al terreno de juego a Sonnenholzner desde que llegó al cargo en diciembre de 2018 (la primera fueron los disturbios de octubre).
La curva de contagio de la enfermedad en Guayaquil es alarmante, y ha requerido medidas drásticas por parte del Ejecutivo, que la semana pasada la declaró zona especial bajo mando militar.
Allí, junto a otros altos funcionarios, se desplazó el Vicepresidente para dirigir en persona las operaciones del COE, dado que el máximo mandatario está por su edad, 67 años, en un grupo de riesgo y suele dirigirse a la nación por cadena nacional.
Empresario y economista formado en el extranjero, el segundo mandatario del país es el tercero en la actual legislatura después de que sus antecesores, Jorge Glas, y María Alejandra Vicuña, se vieran salpicados por casos de corrupción.