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El desempeño financiero de Ecopetrol no ha sido alentador en los últimos años. Entre 2022 y 2023, las utilidades disminuyeron 42,8 %, al pasar de $33 billones a $19 billones. Tras registrar utilidades por $14,9 billones en el 2024, la contracción fue de 21,7 % en comparación con el 2023.
Al margen de los avatares cotidianos del sector de hidrocarburos, complejos desafíos se ciernen sobre Ecopetrol por el desistimiento de participar en proyectos estratégicos y el deterioro de su gobierno corporativo. Lo anterior es evidente por la negativa de continuar con la compra de activos en Crownrock, propiedad de Occidental Petroleum, junto con las múltiples controversias del presidente Ricardo Roa y la renuncia de miembros técnicos de la junta directiva.
Este tipo de situaciones advierten un desafío superior: la salvaguarda de la primacía de los accionistas. Los cimientos de este enfoque residen en el caso Dodge vs. Ford. En 1916, Ford Motor Company decidió reducir la repartición de dividendos alegando la necesidad de utilizarlos para expandir sus operaciones industriales. Decisión que motivó una demanda de los hermanos Dodge, enfrentando al entonces poderoso Henry Ford por lo que consideraban la vulneración de sus intereses como accionistas minoritarios.
Parte de la disputa se centró en la intención de Ford de evadir conflictos laborales y mantener un control monopolístico en la industria automotriz. Esto impuso la necesidad de conseguir recursos para la construcción de la planta industrial más avanzada de la época, conocida como “River Rouge Factory”. La confrontación también reveló el propósito de los hermanos Dodge de iniciar una nueva compañía de vehículos, motivándolos a continuar el litigio para obtener los dividendos requeridos para su proyecto.
Sin importar los argumentos esgrimidos por Ford para puntualizar la urgencia de consolidar su expansión corporativa y garantizar beneficios de largo plazo, la Corte Suprema de Michigan determinó que las empresas son creadas para beneficiar exclusivamente a sus accionistas. Aunque supuso un revés para Ford, la decisión se constituyó en un precedente cardinal y controversial en las finanzas corporativas.
Las posturas de Milton Friedman refinaron posteriormente el modelo de la primacía, reconociendo que la única responsabilidad social de las empresas es generar riqueza para sus accionistas. Si bien en los últimos años se ha buscado matizar este enfoque, su influjo en las finanzas corporativas sigue siendo prevalente.
Imaginar a Henry Ford y a Milton Friedman en Ecopetrol permite comprender la importancia de consolidar las actividades corporativas y priorizar la generación de riqueza para los accionistas. Consideraciones que también permiten dimensionar la inconveniencia de manejar una empresa bajo dictados ideológicos, donde la técnica industrial es fustigada por el fanatismo político.
Se debe subrayar que en estos tiempos es necesario maximizar utilidades sin desconocer la mitigación del cambio climático y el apoyo a las comunidades vulnerables en las áreas de influencia de la industria petrolera. Incluso cuando estos propósitos contribuyen a posicionar el enfoque social de Ecopetrol, es apremiante evitar la hoguera inquisitorial en la que han pretendido diezmar a la industria.
El modelo de la primacía no es menor al tratarse de Ecopetrol, en tanto su principal accionista es el Estado colombiano y, por lo tanto, sus utilidades son estratégicas para el desarrollo económico y social del país. El año pasado la empresa le transfirió al Estado $58 billones, de los cuales $22 billones fueron por dividendos. El Gobierno Nacional, sin embargo, estimó una caída en los dividendos que recibirá en el 2025 de Ecopetrol por la reducción en las utilidades de 2024.
No es dable entonces que la junta directiva ni el presidente Roa sigan dócilmente los desafueros del Ejecutivo contra los intereses corporativos. Una prueba fundamental se aproxima con la elección de cuatro nuevos miembros de la junta, así como con la ejecución de nuevos proyectos que le garanticen a la empresa recuperar su valor como activo estratégico del país.
* Economista y abogado, máster en derecho (LL.M – Duke University, N.C).