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Con expectativa se estaba esperando las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado colombiano. En principio, se hablaba de que se harían posterior a la visita de trabajo que hizo para documentar casos de violación a DD.HH. durante el paro nacional, sin embargo, la espera se extendió por casi un mes y lo manifestado por el organismo no cayó muy bien en algunos sectores políticos, incluidos el Gobierno y el Centro Democrático.
El presidente Iván Duque desestimó algunas recomendaciones, pero el uribismo sí tomó una postura de señalar al organismo como uno de izquierda. “Como era de esperarse, el informe refleja el sesgo ideológico que caracteriza y afecta múltiples actuaciones y documentos de esa organización”, es la primera afirmación del comunicado del Centro Democrático, que tituló “frente al reciente informe de la CIDH sobre las protestas en Colombia”.
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Siguió diciendo el partido sobre las recomendaciones del organismo: “En este caso es claro el afán por replicar la narrativa de la izquierda de mostrar al Estado colombiano como opresor y como víctimas a quienes destruyeron redes de transporte, propiedad pública y atacaron con servicia a miembros de la Fuerza Pública”.
Manifestado esto, la colectividad apoyó cualquier acción del Estado por enfrentar los ataques violentos ocurridos en el marco del paro nacional. “El 89% de las manifestaciones se llevaron en paz y fue clara en las demás la irrupción de delincuencia y el terrorismo, frente a la cual era indispensable la respuesta del Estado”, complementaron.
El uribismo destacó la convocatoria del paro nacional, motivado, dijo, “por un descontento ante la reforma tributaria”, pero rechazaron que esa protesta terminara en “una amenaza de desestabilización y en la estrategia de desprestigio a la democracia colombiana, como ha ocurrido en otros países de América Latina como Chile y Argentina”.
El comunicado cuestionó, así mismo, el porqué la CIDH no condenó los bloqueos en las vías y, bajo su lectura del informe, consideraron que el organismo estaría tolerando la violencia, “pasando por alto las pruebas de los informes de inteligencia que evidenciaron la infiltración de la protesta por Grupos Armados Organizados y terroristas del Eln y disidencias financiadas por el narcotráfico y múltiples acciones y actos criminales contra integrantes de la Policía”.
También el Centro Democrático se manifestó inconforme con lo planteado por el organismo sobre la Policía. “En un Estado de Derecho es inadmisible que la CIDH pretenda cuestionar a la institución o involucrarse en reclamar su eventual reforma”, refiriéndose a la recomendación de que la Policía pase del Ministerio de Defensa al del Interior, para reforzar en su sentido civilista y desligarse del militarista, que fue el que observó la CIDH en su informe.
Así pues, el partido defendió a la institución comentando que esta “es una de las más profesionales del mundo y de las que acumulan mayores resultados en la lucha contra la criminalidad, en especial contra el narcotráfico y el terrorismo. Los casos de excesos y otras irregularidades fueron excepcionales y están siendo investigados por las autoridades que tomarán las decisiones que correspondan”.
Por último, el comunicado concluyó reafirmando la percepción ideologizada que ven reflejada en la CIDH. “Atizar el discurso de la izquierda radical afirmando que hubo violencia basada en género, violencia étnico-racial, violencia contra periodistas y contra misiones médicas no corresponde a la verdad. Colombia es un Estado que propende por la seguridad de los ciudadanos y por garantizar sus derechos a vivir en paz”.
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Fueron alrededor de 40 recomendaciones que hizo la CIDH sobre la situación de DD.HH. en el marco del paro nacional. Además de la de la Policía, anunció la instalación de un Mecanismo Especial de Seguimiento en Materia de DD.HH. para Colombia, cuestionó las diferencias en las cifras oficiales y las de la sociedad civil, reconoció el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía y el Esmad, alertó sobre el alto número de personas que fueron objeto del “traslado de protección”, entre otras consideraciones.