En la Coalición Centro Esperanza (CCE) afloraron durante la última semana varias diferencias relacionadas con el ingreso y apoyos de maquinarias políticas. La más grave culminó con la salida de Ingrid Betancourt de la alianza que buscaba agrupar a todos los candidatos de centro, luego de fuertes cuestionamientos a Alejandro Gaviria por el apoyo que recibió, y aceptó, por parte de los senadores Germán Varón Cotrino (Cambio Radical) y Miguel Ángel Pinto (Partido Liberal). Pero no es la única discusión. Recién se dio a conocer una controversia entre varios candidatos a la Cámara por la coalición, por cuenta de una carta que suscribieron seis aspirantes y en la que hablan de sus motivos para hacer parte de la CCE.
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La misiva fue suscrita por Anastasia Rubio, cabeza de lista de la coalición a la Cámara de Representantes por Bogotá, y secundada por Gloria Molina, Alexandra Useche, Laura Padilla, Luis Eduardo Miranda, Mauricio Barón, también candidatos a la Cámara. Eso es clave, pues la discusión al interior de la alianza surgió porque otros candidatos consideraron que el escrito fue emitido a nombre de todos los candidatos al Congreso de la CCE.
No obstante, en diálogo con El Espectador, Anastasia Rubio explicó las razones que los llevaron a firmar la carta, en la que “reafirmamos los valores que nos llevaron a hacer parte de la coalición”. De acuerdo con Rubio, temas como tolerancia cero frente a la corrupción y las maquinarias, además de luchar por una política “limpia, justa y nueva” que se base en escuchar voces de quienes históricamente no la han tenido, es la base de su campaña.
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“Estamos luchando contra dos extremos que nos han prometido a través de maquinarias y de violencia cambio o seguridad y solo nos han dado niños reclutados secuestrados, violencia y no se han ocupado del hambre, pobreza, educación, salud y todo lo que nos preocupa”, dijo Rubio, quien es sobrina de Ingrid Betancourt.
La aspirante a la Cámara aseguró que el objetivo de los seis firmantes de la circular es ser veedores de los valores que comparten, en especial de la lucha contra la corrupción. Asimismo, dijo que la polémica que se armó fue porque “hay otros candidatos de la coalición que creían que estábamos hablando en nombre de ellos, pero en realidad solo estamos hablando en nombre propio, de las seis personas que firmaron la carta”. Eso sí, extendió su invitación para que otros candidatos la suscriban y se unan a su voz.
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Una de las diferencias más notables que salió a la luz fue la molestia de Jennifer Pedraza, candidata a la Cámara por Dignidad, otra de las colectividades que integra la CCE. En diálogo con W Radio, Pedraza criticó el contenido de la circular, comentando que “no fue consensuada ni con las candidaturas al Senado ni a la Cámara. Por eso, planteo que la posición mayoritariamente y abrumadoramente expresada por las formas de organización interna es unitaria y de promover nuestra lista”.
Al respecto, Rubio manifestó que el tema se aclaró y que en este momento el objetivo es buscar otras candidaturas que acompañen el mensaje que enviaron a la coalición. “Nos entendemos muy bien en nuestras campañas y nuestras luchas. Ya todo se aclaró y vamos a tener otras reuniones de coalición y veremos quién quiere unirse a esta carta. Seguimos adelante para hacer de la política una obra social y un servicio para la gente”, dijo Rubio sobre lo ocurrido con Pedraza.
Pero, ¿qué decía la carta que generó descontento entre varios candidatos? Básicamente, los firmantes ratifican sus raíces en movimientos y partidos políticos alternativos, expresan su intención de renovar y dar un paso hacia “las buenas formas políticas de manera consultiva con las bases” y hacen un llamado a la unión para lograr dicho objetivo.
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En la misiva también rechazan interpretaciones a su juicio erróneas sobre el proceso del que hacen parte, destacando que como nunca antes hay una gran participación e incidencia femenina y que tiene un discurso “actual y coherente”. De igual forma, señalaron que serán garantes y veedores de los acuerdos suscritos y que no dudarán en denunciar prácticas de corrupción desde sus curules, si son elegidos.
“Nos ratificamos que en aras de un nuevo país, rechazamos contundentemente cualquier acercamiento o adhesión con maquinarias electorales y rechazamos a personas vinculadas a las viejas prácticas transaccionales que han llevado al descrédito de la política y el servicio público. Nuestra bandera es cero tolerancia con la corrupción”, concluía el escrito.