
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Palo, palo y más palo. Así ha sido la respuesta de las usuarias de Twitter a la valla de la candidata Diana Rodríguez Uribe, quien espera lograr una curul en la Cámara de Representantes el próximo 13 de marzo. Si bien Rodríguez ha estado del lado de las luchas de las mujeres, a ojos de activistas feministas y víctimas de violencia sexual, su valla es desafortunada y equivocada.
(Lea: A Quemarropa con Diana Rodríguez, candidata a la Cámara de Bogotá)
La publicidad política se vio en Bogotá y lleva la frase “las mujeres se hacen violar”, pero tacha el último verbo y lo reemplaza por la palabra “elegir”. Esta va acompañada del número de Rodríguez en el tarjetón, de su foto y la de Juanita Goebertus, representante a la Cámara que la apoya. Goebertus no vuelve al Congreso, pero está impulsando la campaña de Rodríguez para que reemplace su lugar y siga legislando por las banderas de la implementación del Acuerdo y el respaldo a los derechos de las mujeres.
Por ello la valla cayó tan mal. Antes de aspirar a ser congresista, Diana Rodríguez fue defensora delegada para los Derechos de las Mujeres y Asuntos de Género. Desde allí promovió la “Guía defensorial para la atención integral a mujeres sobrevivientes de la violencia sexual”, una ruta para que los funcionarios encargados de atender estos casos sepan cómo orientar a las violentadas en el entramado institucional para que sus casos, en efecto, logren llegar a las instancias institucionales correctas. Tanto ella como Goebertus han trabajado por el cumplimiento de los derechos para toda la población.
(Contexto: “Sí hay acciones, pero hay que articularlas”: Diana Rodríguez Uribe)
Sin embargo, en el contexto de la competencia política nació esta valla que algunas y algunos catalogaron de “grotesca”, “amarillista”, y que es una “burla” para las víctimas de violencia sexual.
La frase hace referencia a la intervención que hizo Ingrid Betancourt en un debate en febrero, en el que dijo que exactamente lo que se lee en la valla. El país, los medios y Twitter rechazaron e interpelaron la expresión. No obstante, según varias personas, esta fue producto de un error lingüístico y de traducción del francés al español pues Betancourt vivió hasta hace muy poco en Francia. El episodio quedó ahí...hasta esta nueva valla.
(Más: ‘Me expresé mal’: Ingrid Betancourt tras decir que las “mujeres se hacen violar”)
Quienes critican la publicidad política argumentan que Rodríguez y Goebertus instrumentalizaron no solo instrumentalizaron la violencia sexual, sino el paso en falso que dio otra política (refiriéndose a Betancourt). “Como sobreviviente de violencia sexual, como mujer y como feminista, está valla me parece grotesca, absurda y un burla. ¿En serio tenían que recurrir a esto?”, trinó una usuaria de la red. Otros la llamaron “oportunismo político”.
Ya el debate público en Colombia es terriblemente mediocre, ahora, en época electoral, no solo es mediocre, sino que se vuelve grotesco. Critican las vallas de los uribistas, pero las de los "alternativos" no se quedan atrás. https://t.co/ZUMDRBaHO5
— Sara Tufano (@SaraTufanoZ) March 2, 2022
Al respecto, Goebertus respondió: “Es usual que a la a mujeres víctimas las culpen de su victimización. En cambio, seguimos siendo solo el 19% en el Congreso. El mensaje es claro: dejar de justificar la violencia contra las mujeres y elegir más mujeres al Congreso”.
No obstante, otra usuaria rechazó su explicación: “Ese no es el mensaje. El mensaje es que estás dispuesta a capitalizar algo que nunca se debió haber dicho y que no se debería repetir, para ganar votos. Una movida sensacionalista y politiquera que les queda MUY mal”.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político