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Los ánimos de la recta final para la primera vuelta presidencial se siguen atizando. Esta semana se escribe un nuevo capítulo de señalamientos y denuncias desde las campañas presidenciales sobre un posible juego sucio para sacar ventaja de cara a las elecciones del próximo 29 de mayo. La campaña de Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia), alertó este martes sobre movimientos irregulares en su sede de Medellín, ubicada en el barrio El Poblado, de los que se percataron tras contratar peritos en seguridad.
Tras la revisión de los expertos se concluyó que había dispositivos electrónicos ocultos en la sede de Gutiérrez, que transmitían en tiempo real la información y conversaciones que allí se tenían, y que habían sido instalados por personas externas a la campaña.
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La empresa de seguridad llegó a ese diagnóstico luego de un procedimiento que consistió en apagar o dejar inactivos todos los aparatos electrónicos de la sede. Así se detectó que había un artefacto oculto en el techo de una sala de reuniones. Se trataría de un micrófono incrustado en una instalación eléctrica del salón y que transmitía en tiempo real, las 24 horas, todo lo que se hablaba en la sede del exalcalde de Medellín. Desde la campaña anunciaron que el hecho ya fue puesto en conocimiento de Fiscalía y Policía, y recordaron que hace pocos días desde el Pacto Histórico, la campaña que puntea en las encuestas, manifestaron que estaban “infiltrando” las diferentes campañas.
Y es que la revisión que decidió hacer la campaña de Gutiérrez no fue espontánea. En el equipo ya había desconfianza debido a las declaraciones que dio hace un par de semanas el abogado Miguel Ángel del Río, cercano al Pacto Histórico y quien incluso sonó como cabeza de lista a la Cámara en Atlántico por ese movimiento. Según dijo Del Río en su momento, tienen personas en cada campaña para tener evidencias de la compra de votos, sobre todo en el caribe.
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Por supuesto el hecho cayó mal entre sus adversarios y la jefatura de debate de Gutiérrez, en cabeza del exministro Luis Felipe Henao, fue la primera en reaccionar y calificar la “confesión” de Del Río como “un hecho delictivo” al indicar que se trata nada menos que de la violación de comunicaciones privadas. Además, dijo, “constituye una falta ética y demuestra que esa campaña se mueve con principios de trampa y engaño”.
Gutiérrez también se refirió al hecho, afirmando que “en la otra campaña no solo negocian con bandidos” sino que también actúan como tal. Desde ese primer momento la campaña de Gutiérrez le ha pedido a la Fiscalía investigar las palabras del abogado petrista, pues consideran que no es la primera irregularidad que evidencian en el Pacto Histórico para supuestamente afectar su campaña.
“Estamos cansados de que el ‘Pacto de la Picota’ recurra a conductas ilegales, como el constreñimiento al elector que ya denunciamos y ahora nos encontramos con estas conductas ilegales”, aseguró Henao, quien agregó que la Fiscalía y la Comisión Disciplinaria deben investigar de inmediato la estrategia que anunció el abogado.
Pero, más que una infiltración, en la rueda de prensa en la que se entregaron los detalles sobre el hallazgo, Gutiérrez calificó el hecho como “una chuzada”. “Esto es una chuzada, más que una infiltración, la misma infiltración que el candidato Petro, su abogado y varios personajes de la campaña han aceptado públicamente”, dijo Gutiérrez al mostrar las imágenes de los elementos hallados.