¿Qué representa cada candidatura presidencial?

Los cuatro candidatos punteros en las encuestas demuestran trayectorias políticas diametralmente distintas. Quiénes les hablan al oído y cuáles han sido sus apuestas en estas elecciones son claves para entender su propuesta de país.

29 de mayo de 2022 - 02:00 a. m.
Así será el tarjetón que recibirán los ciudadanos que acudan a las urnas para la primera vuelta presidencial.
Así será el tarjetón que recibirán los ciudadanos que acudan a las urnas para la primera vuelta presidencial.
Foto: Registraduría Nacional

Este domingo los colombianos elegirán a su próximo presidente, o por lo menos a las dos personas que disputarán la segunda vuelta el próximo 19 de junio. En la carrera hacia la Casa de Nariño hay seis candidaturas: dos viejos conocidos en una contienda presidencial como Gustavo Petro y Sergio Fajardo, y cuatro debutantes pero con amplia trayectoria política. Esto es lo que hay alrededor de cada aspiración presidencial:

Gustavo Petro: el tercer intento del líder de izquierda por llegar a la Casa de Nariño

Gustavo Petro Urrego representa la posibilidad de que, por primera vez en la historia del país, un líder de izquierda llegue a la Casa de Nariño, sobre todo después de veinte años de gobiernos provenientes de la derecha uribista. Es el candidato del Pacto Histórico, coalición compuesta principalmente por fuerzas progresistas, de izquierda, como Colombia Humana (su partido), Unión Patriótica, Partido Comunista, MAIS y Polo Democrático, entre otros. También la integran fuerzas de centro, como sectores de la Alianza Verde, políticos cercanos al expresidente Juan Manuel Santos y liberales “rebeldes” que decidieron no acatar la decisión de César Gaviria de acompañar a Federico Gutiérrez.

(Lea el perfil completo: Gustavo Petro: gobernarse a sí mismo para gobernar a los demás)

Eso es clave, porque pensar en un proyecto político más allá de la izquierda fue uno de los cambios que el candidato implementó en este tercer intento por ganar la Presidencia. Se lanzó por primera vez en 2010 y perdió con 1′513.892 papeletas; y luego en 2018, contienda en la que pasó a segunda vuelta contra Iván Duque y alcanzó 8′040.449 votos. Tras esas aspiraciones y después de haberse construido una larga carrera como congresista y haber sido un controvertido alcalde de Bogotá, Petro hoy aparece en las encuestas con la mayor intención de voto: el 40,6 %, según la más reciente encuesta de Invamer, a pesar de evocar también el rechazo de los sectores más conservadores de la sociedad.

Petro tiene 62 años. De ellos, doce los pasó militando en el M-19. Tras la desmovilización de esa guerrilla urbana, ha dedicado los últimos treinta años de su vida a la vida política. Si bien se destacó en el Congreso por su sagacidad, oratoria y franqueza en los debates contra el paramilitarismo y el carrusel de la contratación de Bogotá, hoy orillas de derecha y centro lo cuestionan por aliarse con políticos cuestionados, como el liberal Julián Bedoya, y por la cercanía con Sandra Villadiego, exsenadora y esposa del parapolítico Miguel Ángel Rangel.

A pesar de esto, y de ser el blanco de quienes aún lo tachan de “guerrillero”, Petro y Francia Márquez, su fórmula vicepresidencial, se han posicionado como la cara del cambio para los sectores más populares de la sociedad y parte de los jóvenes. Márquez, como lideresa ambiental, ha entusiasmado a un sector del electorado, como mujeres y afrodescendientes, y ha puesto en la agenda la discusión sobre el racismo.

Cargos principales:

1991-1994, 1998-2002, 2002-2004: representante a la Cámara

2006-2010: senador

2010: candidato presidencial

2012: alcalde de Bogotá

2013-2014: destituido como alcalde, pero luego reintegrado al cargo

2018: candidato presidencial

2018-2022: senador por el Estatuto de la Oposición

2022: candidato presidencial

Cinco personas que le hablan al oído o que son muy cercanos a Petro en esta campaña:

Sergio Fajardo, la reivindicación de una política no visceral

La candidatura presidencial de Sergio Fajardo encarna el hastío ciudadano con la dualidad entre derecha e izquierda. Hace cuatro años, cuando también aspiró a la Presidencia, el exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia se convirtió en una de las primeras voces en rechazar por igual al petrismo y al uribismo. En 2018, tras obtener 4,6 millones de votos y quedar a solo 200.000 de pasar a segunda vuelta, tomó una de las decisiones que lo marcaron en adelante: desentenderse de la contienda final entre Iván Duque y Gustavo Petro, y promover el voto en blanco.

(Lea el perfil completo: serenidad e intransigencia: la antipolítica de Sergio Fajardo)

De hecho, para muchos politólogos, desde ese momento se empezó a desinflar su imagen a tal punto que hoy, según encuestas, obtendrá la tercera o cuarta votación. Pero presentarse como una opción alejada de los extremos no fue capricho electoral, sino una convicción profunda de Fajardo, quien dijo no estar dispuesto a todo para ganar una elección.

La ratificación de su posición como una alternativa a los ismos fue la creación de la Centro Esperanza, una coalición que plantea un liderazgo colectivo. En la consulta del pasado 13 de marzo, Fajardo fue elegido por 723.475 ciudadanos como, una vez más, la representación del centro político.

En una campaña presidencial plagada de insultos, optó por no entrar en ataques personales, ya que tampoco ha sido su estilo. En su lugar, planteó la necesidad de elevar el debate y que la discusión se centrara en las propuestas. No obstante, en la Coalición Centro Esperanza se han dado quizá los mayores desencuentros de todas las alianzas políticas que se conformaron para estos comicios.

Antes y después de la consulta, la Coalición tuvo varias fisuras por temas como alianzas y adhesiones, mecanismo electoral y escenarios en segunda vuelta. El último desencuentro fue en las últimas dos semanas, cuando varios políticos que estaban con Fajardo adhirieron a otras campañas, pues mucho se rumoró sobre una posible declinación de la candidatura o una alianza con Rodolfo Hernández.

Fajardo, obstinado como pocos políticos, decidió seguir adelante una aspiración que han edificado personajes como Juan Fernando Cristo, Guillermo Rivera, Alejandro Gaviria, Catalina Ortiz, María Eugenia Escobar, María Ángela Holguín, Jorge Enrique Robledo, Mariana Fajardo, Teddy Goff y Carlos Fernando Galán.

Cargos principales:

2004 - 2007: alcalde de Medellín

2010: candidato vicepresidencial de Antanas Mockus (Alianza Verde)

2012 - 2015: gobernador de Antioquia

2018: candidato presidencial

Cinco de las personas que le hablan al oído a Fajardo:

Federico Gutiérrez y el salto de la Alcaldía a la candidatura

La Alcaldía de Medellín fue la plataforma para que Federico Gutiérrez se pensara en lo nacional, puntualmente, en la Presidencia de la República. Sus resultados de favorabilidad, que no descendieron del 70 % durante todo su mandato entre 2016-2019, permitieron que su nombre hiciera eco en la opinión pública y en el mundo político, viéndolo como un potencial candidato para estas justas.

(Lea el perfil completo: Fico, el “bacán” que es candidato a la Presidencia)

No obstante, el hecho que le dio el impulso definitivo fue la invitación que recibió para ser ministro de Defensa, por parte del presidente Iván Duque, luego de la muerte de Carlos Holmes Trujillo. Así lo reconoció su estratega Germán Medina. Tras declinar la oferta, en medio de la pandemia, Gutiérrez comenzó a construir su campaña, que lleva el mismo nombre con la que resultó alcalde de Medellín en 2015: Creemos Colombia.

A la par de él, otros exmandatarios locales y regionales también se hacían la idea de candidatizarse para mayo de 2022, como Alejandro Char (Barranquilla), Dilian Francisca Toro (Valle del Cauca) y Enrique Peñalosa (Bogotá). Ese punto en común que fue gobernar durante el mismo período los unió para conformar una coalición que, en principio, fue la de las regiones, después pasó a llamarse la de la experiencia hasta el nombre de hoy, el Equipo por Colombia.

Siendo el precandidato menos conocido, pues nunca había tenido un cargo nacional, Gutiérrez resultó electo como el candidato único para las presidenciales por parte de dicha alianza de centro-derecha, ganándole a figuras como Char, quien mueve el poder en la costa Caribe; David Barguil, que en 2018 fue el senador conservador más votado, y a Enrique Peñalosa, quien ya había tenido experiencia en elecciones presidenciales.

Tras su victoria, el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, se bajó de su aspiración para sumarse a la campaña de Gutiérrez. Desde entonces, el exalcalde de Medellín no hace sino sumar fuerzas políticas tradicionales y de peso, como el respaldo de los partidos Conservador, Liberal y la U. Estos apoyos le han ayudado a jalonar la intención de voto. Antes de la consulta interpartidista, marcaba 8,7 % en las encuestas, luego del 13 de marzo llegó al 26,7 % de intención, según Invamer. Esos resultados lo ponen como la segunda votación para hoy.

Cargos principales:

2004 – 2011: concejal de Medellín

2016 - 2020: alcalde de Medellín

2022: candidato presidencial

Cinco personas que le hablan al oído a Gutiérrez:

Rodolfo Hernández y las redes sociales

La trayectoria política de Rodolfo Hernández se resume en dos cargos: concejal de Piedecuesta a finales de los 80 y comienzos de los 90, y alcalde de Bucaramanga entre 2016 y 2019. Los resultados en este último cargo lo hicieron posicionar a escala nacional. Aunque más allá de una correcta gestión, que tuvo gran aceptación en la ciudad, la relevancia que tomó Hernández fue el episodio en el que golpeó al concejal John Claro. Esa cachetada ha sido aprovechada por su campaña para posicionarse en la discusión nacional y hasta decir que esa será su actitud en contra de la corrupción.

(Lea el perfil completo: Rodolfo Hernández: el perfil del candidato de la santandereanidad)

Si bien podría catalogarse como el menos conocido de los cuatro punteros y el de menos trayectoria política, su discurso antipolítico y en contra de los corruptos ha calado con fuerza y lo tiene luchando de cerca con Federico Gutiérrez para posicionarse en segunda vuelta.

Su aspiración presidencial ha sido más bien estable. Desde noviembre de 2021 aparece en el tercer lugar de las encuestas. Ha figurado con un continuo 13 %, y solo hasta hace unas semanas tuvo un amplio repunte al llegar al 20 % de intención de voto y amenazar el casi segundo lugar que tenía Fico hace unos meses. De acuerdo con la última encuesta de Invamer, entregada hace una semana, es el único candidato que realmente puede poner en aprietos a Gustavo Petro en segunda vuelta, pues tendrían un empate técnico.

Este panorama, en el que está por encima de Sergio Fajardo en las encuestas, ha llevado a que se plantee como la esperanza del centro para evitar una segura segunda vuelta entre Federico Gutiérrez y Gustavo Petro. Incluso se llegó a estudiar una alianza con Fajardo, pero esta no se pudo concretar. Llama la atención que es el único candidato de los cuatro primeros que no estuvo en los tarjetones de las consultas del 13 de marzo, y aun así tiene esperanzas de pasar a segunda vuelta. Además, su apuesta han sido principalmente las redes sociales. Su campaña se llevó a cabo en su mayoría por redes como Tik Tok y Twitter. Incluso se ha autodenominado “el rey del Tik Tok”. Solo hasta las últimas semanas de campaña fue que comenzó a salir a recorrer el país, aunque les huye a los discursos en plaza pública. Esta estrategia habría sido la misma que usó en su campaña para la Alcaldía de Bucaramanga.

Su discurso anticorrupción se ha manchado por el caso Vitalogic. Según la Fiscalía, Hernández habría intervenido para favorecer a una empresa en la que su hijo tenía intereses. El juicio por este hecho arrancará después de la segunda vuelta, en julio.

Cargos principales:

1992 - 1996: concejal de Piedecuesta (Santander)

2016 - 2019: alcalde de Bucaramanga

2022: candidato presidencial

Cinco personas que le hablan al oído a Hernández:

Enrique Gómez y su apuesta conservadora

El aspirante del resucitado partido Salvación Nacional —fundado por su tío, el asesinado político conservador Álvaro Gómez Hurtado— se define como un político de derecha y de ideales conservadores. A lo largo de su candidatura ha expresado descontentos por lo que llama “una conspiración para ocultar las ideas conservadoras”.

Gómez llega hoy con una intención de voto que no supera el 1 %, de acuerdo con la más reciente encuesta Invamer. Aún así, dice que su campaña representa una “incomodidad” para los grandes partidos políticos. También afirma que su aspiración presidencial ha sido bloqueada, en gran medida, por la prensa.

El político, cuya fórmula vicepresidencial es el empresario Carlos Cuartas, no descarta hacer alguna alianza más adelante; sin embargo, solo la hará con quien sea “afín” a su ideología y se apegue al mensaje conservador que él transmite. Dicha opción, a pesar de lo que se creería, no parece ser Federico Gutiérrez, del Equipo por Colombia, porque Gómez no lo considera de derecha.

John Milton Rodríguez, el pastor

John Milton Rodríguez, senador y pastor de la iglesia Misión Paz a las Naciones, de Cali, dijo que quería ser presidente en una entrevista radial, en 2018. De 53 años y de profesión ingeniero industrial, siempre dijo que iría hasta el final, en representación del partido Colombia Justa Libres. Su fórmula vicepresidencial es la etnobióloga Sandra de las Lajas Torres Paz.

Rodríguez representa a un sector afín a las iglesias evangélicas. Su propuesta se llama Soluciones para Colombia y está enfocada en tres ejes temáticos: desarrollo, seguridad y justicia, bajo el eslogan de “los polos nos dividen, las causas nos unen. Tu causa y mi causa es Colombia”, y habla de un país incluyente, participativo y de oportunidades para todos.

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