“Los vamos a seguir extinguiendo”: Iván Duque, tras muerte de “Mayimbú”

El presidente de Colombia, Iván Duque, destacó que uno de los símbolos distintivos que permitió reconocer a "Mayimbú" fue el tatuaje de su nombre en uno de sus brazos.

Foto: EFE - Carlos Ortega

En la madrugada de este lunes se llevó a cabo la operación Jaguar, en la que murió Leider Johnay Noscué Bototo, conocido como Mayimbu. Al anunciar los resultados del operativo, el presidente Iván Duque reconoció la labor de las fuerzas militares y policiales por dar con el paradero de uno de los hombres más buscados del país, por quien incluso se ofrecía una recompensa de $1.000 millones.

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Según el presidente Duque, Mayimbú era uno de los principales cabecillas de las disidencias de las Farc y operaba en los departamentos del suroccidente. “Es un criminal de altísima peligrosidad. Asumió todo el comando de las disidencias en el suroccidente del país por instrucciones directas de alias Gentil Duarte. Desde hace dos años y medio le dije a ese bandido que caería y que lo buscaríamos esté donde esté y cumplimos”, indicó el mandatario, quien resaltó la labor de inteligencia que permitió llegar hasta la ubicación de Mayimbú.

Durante la breve rueda de prensa, el presidente no paró de exaltar la labor del Ejército y dijo que la operación es una muestra de que “los símbolos del mal siguen cayendo donde quiera que se encuentren”, y advirtió a otros cabecillas que “no tendrán escondite y no tendrán refugio”.

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Entre otros detalles, Duque reveló que Mayimbú estaba oculto entre las comunidades de la región y que entre su prontuario estaría el asesinato de líderes sociales y la autoría de ataques terroristas con carro bombas. “Se especializó en el narcotráfico y las alianzas con las disidencias y carteles mexicanos y pretendía seguir ejerciendo control para las rutas del narcotráfico en el Pacífico”, añadió el mandatario, especificando que el cabecilla solía moverse en el departamento del Cauca.

La caída de Mayimbú, quien era miembro del Resguardo Indígena Paez de Corinto (Cauca), fue calificada por Duque como “una de las operaciones más importantes que se ha hecho contra las disidencias de las FARC”, teniendo en cuenta que tenía una sentencia condenatoria de 2016 por el delito de secuestro extorsivo agravado y que un juzgado de Popayán lo sentenció en 2017 a 18 años de prisión por el mismo delito.

Ese mismo año Mayimbú pidió pista en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), con lo que obtuvo el beneficio de libertad condicional, por lo que el presidente Duque señaló que su caída valida uno de los mensajes de su gobierno: “quien la hace la paga”.

“Este es un triunfo de la legalidad”, puntualizó Duque, quien envió un ultimátum a quienes tachó como “los símbolos del mal”: “Los vamos a seguir extinguiendo encuéntrense donde se encuentren”.

Líderes políticos aplaudieron la operación militar y en el caso de la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) la calificaron como una “buena noticia para el Cauca y Colombia”. Su copartidaria Jennifer Arias, presidenta de la Cámara de Representantes, dijo por su parte que “alias Mayimbú secuestró, desplazó y asesinó a miles de colombianos. Su muerte alivia el terror que por más de una década sembró en las comunidades del suroccidente del país”.

Dilian Francisca Toro, una de las voces políticas más destacadas del Valle del Cauca, escribió que la operación “genera tranquilidad al departamento del Cauca y el suroccidente colombiano; región en la cual alias Mayimbú” había sembrado violencia y atemorizado a la población civil con acciones violentas del grupo armado bajo sus órdenes”.

Y el senador Roy Barreras, del Pacto Histórico, escribió que “abandonar el camino de la paz para reincidir en el delito es evidentemente muy mala idea. El camino es la desmovilización y el sometimiento a la justicia”.