La primera semana de agosto trajo consigo la mayor crisis que ha tenido el Centro Democrático desde su creación. No solo su máximo líder, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, fue condenado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria, sino que, cuando aún no se había superado ese golpe, llegó otro que desmoralizó aún más –al menos de momento– a las filas del uribismo. A la 1:56 a.m. de este lunes 11 de agosto, y después de 65 días hospitalizado, murió el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Se trató de una noticia que, pese a la gravedad de las heridas causadas por un sicario el pasado 7 de junio, tomó por sorpresa a los militantes uribistas y al país político. A las 6:15 de la mañana, Adolfo Llinás, director médico de la Fundación Santa Fe de Bogotá, leyó un comunicado en el que informó el “triste desenlace”. Desde entonces, el país se volcó a comprender lo que significa volver a velar en cámara ardiente a un precandidato presidencial, después de 35 años sin que algo así ocurriera.
Las campañas presidenciales, en un momento en el que todos los demás sectores se mueven, se detendrán de manera indefinida. Mientras tanto, al interior del Centro Democrático se definirá cuál será la posición para enfrentar los próximos 10 meses, en los que la discusión nacional girará en torno a quién ocupará la Casa de Nariño a partir del 7 de agosto de 2026. Ante el desarrollo de los hechos, y con un magnicidio que en las filas uribistas aún no logran tramitar políticamente, empieza a hablarse de una posible alianza con otros candidatos de la centroderecha.
Puede leer: El asesinato de Miguel Uribe y el eslabón con la Teófilo Forero de “Iván Márquez”
Este miércoles, a las 11 de la mañana, el ataúd del senador Miguel Uribe será trasladado a la Catedral Primada de Colombia, a pocos pasos de la sede del Congreso en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Allí estarán tanto seguidores como copartidarios del senador. En los próximos días, cuando el impacto inicial disminuya –aunque sin perder relevancia–, el Centro Democrático trazará una nueva hoja de ruta, en la que la defensa de la inocencia de su máximo líder y la exigencia de justicia serán la punta de lanza de la campaña.
Solo habían pasado 18 días desde que, en una finca en Llanogrande (Antioquia), se reunieron el expresidente Uribe, los cuatro precandidatos del Centro Democrático –las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, y el senador Andrés Guerra– y el director del partido, Gabriel Vallejo. En ese encuentro, como contó El Espectador, se definió una hoja de ruta preliminar: los cuatro candidatos retomarían la campaña, frenada desde el atentado contra Uribe Turbay en el occidente de Bogotá, y, si el precandidato herido se recuperaba, lo rodearían como la carta segura del uribismo para las presidenciales de 2026. Allí también se discutió el rumbo electoral que se le daría al proceso judicial de Uribe Vélez.
En esa reunión se acordó que la narrativa sería la de la inocencia del expresidente, defendiendo en escenarios nacionales e internacionales que se trató de un acto político antes que de una decisión en derecho. Además de la apelación a la sentencia, los precandidatos anunciaron una “gira internacional” por escenarios como Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar lo que consideran una “persecución” contra Uribe, quien, aún desde su detención domiciliaria, continúa dando línea a su partido.
También: Alistan agenda de fichas estadounidenses en momentos de tensión entre Bogotá y Washington
Sin embargo, la intempestiva muerte de Uribe Turbay dejará estos viajes en pausa. Cabal, Guerra, Holguín y Valencia también han decidido frenar nuevamente los actos de campaña, que apenas habían retomado de forma prudente con la marcha del pasado 7 de agosto en favor del expresidente, realizada en 33 ciudades y municipios del país, incluida Bogotá.
Mientras tanto, los cuatro congresistas aseguran que su prioridad es rendir homenaje a su colega fallecido. Cada uno se ha acercado al féretro de Uribe Turbay, que permanecerá expuesto hasta la mañana de este miércoles en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional.
Este medio buscó a los cuatro por separado para conocer sus planes y opiniones sobre los últimos hechos, pero todos declinaron dar declaraciones, explicando que no se sienten listos para responder sobre una campaña que aún no saben cómo abordar en un momento crítico para el partido. La pérdida golpea especialmente porque ambos Uribe –el expresidente y el senador– son dos de las figuras más reconocidas en sus filas: el primero, por su papel como jefe de Estado entre 2002 y 2010, y el segundo, por haber sido el senador más votado de Colombia en 2022, con 223.167 votos.
La misma sensación de incertidumbre se repite en el resto de la bancada del Centro Democrático en el Congreso. Voces de equipos de varios senadores y representantes coinciden en que se trata de una situación excepcional y que, por lo mismo, aún no definen cómo abordarla desde la política.
Le puede interesar: Congresistas de EE. UU. visitarán Colombia en medio del luto por Miguel Uribe
El senador Enrique Cabrales aseguró: “Hoy el Centro Democrático y Colombia pierden a un líder ejemplar, íntegro y profundamente comprometido con la defensa de la libertad y la democracia. Miguel debe ser inspiración para las nuevas generaciones. Hoy enfrentamos un magnicidio y no podemos permitir que el miedo decida el futuro de Colombia. El expresidente Álvaro Uribe es fundamental para el rumbo de la nación”.
De todas maneras, como principal fuerza de oposición, el partido espera recuperar las curules que perdió en 2022 y llegar a la Casa de Nariño. Con la muerte de Miguel Uribe Turbay, gana fuerza la posibilidad de que el uribismo se sume a una alianza de centroderecha, participando en una consulta interpartidista en marzo de 2026, el mismo día de las elecciones legislativas.
Entre los nombres que suenan están la periodista Vicky Dávila, el abogado Abelardo de la Espriella y los exministros Juan Carlos Pinzón y Mauricio Cárdenas, figuras que, pese a diferencias pasadas, comparten un marcado antipetrismo. En ese panorama también apareen los hijos del expresidente, Tomás y Jerónimo Uribe, quienes en las últimas semanas han cobrado relevancia en las conversaciones al intervenir en las marchas del 7 de agosto y reunirse con congresistas estadounidenses, como el senador republicano Bernie Moreno.
Además: Esta es la persona que ocuparía la curul de Miguel Uribe en el Congreso
Mientras esto ocurre, el presidente Gustavo Petro ha reiterado el interés de su gobierno en que se esclarezca el magnicidio y se conozca la verdad, algo que –según él– no ha ocurrido en otros casos. “Este es un tema de las autoridades competentes, en el que tanto el Gobierno como la Fiscalía han puesto todo su apoyo, incluso pidiendo ayuda a expertos internacionales para determinar las causas reales y la verdad del crimen”, dijo este martes. Y agregó: “Debo aclarar que Colombia lleva decenas de años matándose por venganza o por sectarismo político”.
La discusión durante el próximo año estará marcada por dos hechos que hoy se presentan como inesperados: la condena de un expresidente y un magnicidio, algo que no ocurría desde hace décadas.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.
✉️ Si tiene interés en los temas políticos o información que considere oportuno compartirnos, por favor, escríbanos a cualquiera de estos correos: hvalero@elespectador.com; aosorio@elespectador.com; dortega@elespectador.com; dcristancho@elespectador.com; mbarrios@elespectador.com ; lbotero@elespectador.com o lperalta@elespectador.com.