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David Esteban Corral fue el encargado de articular la conformación de las candidaturas a los Consejos de Juventud (CJ) por el Partido de la U, colectividad que hace unos meses concluyó una reestructuración que, según Corral, impactó en la renovación de un partido que cuenta con varias figuras cuestionadas. El encargado del proceso resalta el acompañamiento de la directora Dilian Francisca Toro y de los congresistas de la U, quienes acompañaron a los 2.064 candidatos en su campaña.
¿Cómo se reflejó la reestructuración de la U en el proceso de los CJ?
En algo que siempre menciona Dilian Francisca Toro y es no ser un partido de escritorio, sino de territorio. Para ese proceso, que hemos vivido desde que comenzó el año, en enero teníamos un cúmulo pequeño de jóvenes y hoy ya somos 4.500 a nivel nacional. Tenemos el tercer partido con mayor inscripciones y no solamente es inscribirlos, sino que los estamos formando y empoderando en el liderazgo colectivo.
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¿Ven estas elecciones como un primer pulso para 2022?
Total. Los jóvenes van a tener mucha incidencia en las elecciones legislativas y presidenciales de 2022. Y eso se puede ver consagrado en las redes sociales, que es donde los jóvenes lideran la interacción y dan sus votos de opinión.
Este año salieron varios nombres importantes del partido. ¿Eso impactó de algún modo el proceso?
De ninguna manera. En los departamentos donde estos congresistas eran incidentes teníamos otras figuras muy fuertes que sacaron adelante ese liderazgo con los jóvenes. En diferentes departamentos los congresistas de la U se tomaron las banderas de la juventud, animando a los jóvenes a participar. Los congresistas y la directora se pusieron la camiseta y sacaron el proceso adelante.
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¿Cómo fue el acompañamiento de la bancada?
100 de 100 y fue muy importante para renovar la imagen de los congresistas, porque hicieron sus procesos con jóvenes desde el territorio. Caminaron, hicieron encuentros con los jóvenes y también los instruyeron. Fue bueno tener senadores y representantes que pusieron de su parte para sacar el proceso adelante.
¿Cómo evitar que la imagen del partido y algunas conductas señaladas como politiqueras terminen heredándose a los que apenas empiezan en la política?
Vamos a tener una nueva camada de líderes y jóvenes que cambien la noción de política. Todos los días me levanto queriendo cambiar la palabra política, porque debe ser el arte de servir y los jóvenes nos estamos empoderando con este proceso. En este año puede que se vea un 50 %, pero el verdadero proceso y los nuevos liderazgos se van a ver en cuatro u ocho años. Más adelante, la misma noción de esos consejos nos va a dar mucho de qué hablar. En 1991 los jóvenes cambiaron la historia de Colombia con la Séptima Papeleta y en 2021 la estamos haciendo real.
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¿Cuáles son los temas prioritarios que va a impulsar la U?
Si algo tenemos los jóvenes es que queremos ver resultados y nosotros hicimos mesas de diálogo que se empoderaron mucho más con el estallido social. Esas mesas de diálogo se hicieron con 554 jóvenes en los 32 departamentos, la idea fue escuchar necesidades o problemáticas, porque los jóvenes tienen las soluciones y se presentaron en cuatro ejes: empleo, deporte, cultura y educación. A partir de esas mesas se desarrolló un Proyecto de Ley enfocado en obtener dos curules para jóvenes y fortalecer los procesos enfocados a la experiencia, que es una limitante en cuanto a empleabilidad.
¿En qué regiones se ven fuertes ustedes? ¿Dónde priorizaron la campaña?
Tenemos ejes focales muy fuertes: Atlántico, Valle del Cauca, Antioquia, Caldas y Cundinamarca.
¿Cuáles fueron los criterios para seleccionar a los candidatos de la U?
En principio, que cumplieran con los requisitos de ley. También que adoptaran los ideales del partido: enfoque de paz, sentir a la gente y, sobre todo, que fuera líder.
Hubo algunas críticas por los requisitos para inscribir candidatos. ¿Cómo les fue con ese proceso?
Sentíamos que hubo muchos limitantes, que en algún momento fueron difíciles de cumplir, pero la misma función hace que el partido se acomode. El más importante fueron los tiempos de inscripción.
¿Les afectaron de alguna forma las limitantes de la pandemia?
Estas elecciones se debían implementar en 2020. Ese proceso se aplazó sin un término fijo y en marzo de 2021 adoptamos un tema que nos preocupó mucho, que fue el estallido social. Ahí salimos a escuchar los jóvenes porque nosotros no nos quedamos quietos. Salimos a la calle y en ese momento el presidente Duque saca adelante las elecciones de CMJ. En junio se lanzan las elecciones a los CJ y nosotros lo vimos con muy buena cara porque precisamente los jóvenes querían ser escuchados. En principio, fue un tema difícil porque en medio de un estallido convencer a los jóvenes de participar no era fácil, sin embargo con el proceso que habíamos hecho de escucha lo sacamos adelante empoderando a los jóvenes.
