Este martes, el Pacto Histórico convocó una rueda de prensa, no solo para reiterar su posición en contra de la reforma tributaria del Gobierno, sino para pedirle a esta que la retire, a la vez de solicitarle a la mayoría de las bancadas mantener su palabra de no acompañar el proyecto, en caso de que el presidente Iván Duque insista en tramitar la iniciativa en el Congreso.
“Somos conscientes que para reactivar la economía se debe apelar al instrumento de reforma tributaria y fiscal, para generar ingresos suficientes de gasto social y en salud. Pero esta reforma no va en esa vía. La bancada del Pacto Histórico le pide al presidente Duque retirar el proyecto, que tenga el mínimo decoro y decencia que le exige el país”, dijo el representante David Racero, del MAIS.
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Así mismo, teniendo en cuenta lo dicho por el ministro del Interior, Daniel Palacios, sobre que el Gobierno no piensa retirar la propuesta y pide, en cambio, la concertación de todos los partidos para restructurar la reforma radicada, Racero hizo un llamado a los demás partidos: “le pedimos a los diferentes congresistas con criterio patriótico rechazar y hundir la reforma tributaria. Algunos están pretendiendo quitar los puntos con impacto en la opinión pública y dejando la esencia de esta reforma que no es progresiva ni equitativa”, alertó también.
En ese sentido y con los anuncios del Gobierno, le van a apostar a la ponencia de archivo que, según dijo el senador Wilson Arias (Polo), ya está muy adelantada y que busca hacer una sustentación, con base en voces expertas y académicas, de la “inconveniencia” de esta reforma.
El escenario que plantean es que se construya una reforma desde cero, sin que esté de por medio la “Ley de solidaridad social sostenible”, como la llama el Gobierno, pues, de acuerdo con Aída Avella (Unión Patriótica), “de los 163 artículos, ninguno se salva, ninguno sirve”. Con esto, el Pacto Histórico da a entender que no hay una base para dialogar y, por ende, es mejor diseñar y escribir una nueva. “Es imposible remendar esta reforma, si lo hacemos, entraríamos a una especie de ‘transaccionismo’ y nosotros no estamos dispuestos a eso”, reiteró Wilson Arias.
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Los puntos en los que se concentraron las críticas de los congresistas que participaron de la rueda de prensa fueron el alza a los peajes, el impuesto a las pensiones y salarios mensuales de $2.500.000, las exenciones y beneficios a sectores como el financiero y minero, los impuestos indirectos a través del IVA, entre otros.
Además de las propuestas ya planteadas, como de lucha contra la evasión, impuesto para los más ricos, sobretasas a los bancos y bebidas azucaradas, el senador Arias también planteó la derogación de las dos pasadas reformas tributaria (Ley de Crecimiento y Ley de Financiamiento), pues, como explicó, estas han permitido que el sector financiero solo pague el 1% de sus responsabilidades tributarias, el petrolero el 6% y el minero el 7%. Los beneficios a estos sectores, dice, representan unos $80 billones que deja de percibir el Estado.
También Avella pidió porque se reformen las empresas industriales y comerciales del Estado, las empresas mixtas y cajas de compensación para imponer topes en los salarios de los directivos y límites a los beneficios que reciben, para así ir trazando alternativas que le generen ahorros al Estado. Igualmente, advirtió sobre los $14 billones que pagará el Gobierno para la adquisición de unos aviones de guerra. “¿A quién se le ocurre hacer esta inversión en plena pandemia?”, cuestionó.
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Sobre las marchas, insistieron que es un derecho de la ciudadanía y le trasladaron la responsabilidad al Gobierno y no a quienes decidan salir a marchar: “Quien saca a las calles es el Gobierno. La gente está en una indignación que no puede más”, comentó Avella.