Este miércoles hubo un gran revuelo en las toldas conservadoras debido a un posible “golpe de estado” en contra del presidente de la colectividad, Carlos Andrés Trujillo, por parte de varios miembros del directorio. Estos firmaron una carta pidiendo la salida del congresista antioqueño y proclamando como presidente al histórico senador Efraín Cepeda, que actualmente es el legislador que más tiempo lleva en el Congreso.
La movida contra el actual director conservador tendría mucho que ver con el descontento de muchos sectores del partido con la forma en que se han venido relacionando con el gobierno Petro. A pesar de las posibles diferencias ideológicas, estos llegaron a ser partido oficialista gracias a la gestión de Trujillo. Sin embargo, en términos de burocracia, no habría significado mucho, solo tienen el Ministerio de Transporte y algunos congresistas han asegurado que ni siquiera el ministro los recibe en su despacho.
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En cambio, la llegada de los conservadores a apoyar a Gustavo Petro ha caído mal en las regiones, en las que se ha visto como una traición al electorado que los apoyó en las elecciones legislativas y presidenciales del año pasado. Incluso, han comenzado a temer que ser reconocidos como partido de gobierno les cueste en las elecciones regionales, que se llevarán a cabo en octubre de este año.
Ante este panorama, varios sectores conservadores acumularon molestias en contra del presidente Trujillo, que fue el artífice de la llegada a ser parte del gobierno. Fueron estas diferencias las que llevaron a que varios miembros del directorio suscribieron una carta en la que se agradece al político antioqueño por su gestión, pero se le pide que se haga a un lado del camino para que sea Efraín Cepeda el que asuma la presidencia del partido, bajo el enfoque de fortalecer la colectividad para octubre.
Aunque no es seguro el cambio en la presidencia, pues falta una reunión oficial del directorio y no todos estarían de acuerdo con el enroque, la posible salida de Trujillo podría ser muy costosa para el gobierno. Este era uno de los más cercanos al Ejecutivo y el que le apostaba con fuerza a ser parte de la coalición.
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En cambio, el sector de Efraín Cepeda ha sido escéptico al presidente Gustavo Petro. En la campaña del año pasado, este fue uno de los que mostró posiciones diametralmente opuestas al ahora presidente. Además, desde esa orilla se ha comenzado a hablar de entrar a revisar la posición que tienen los conservadores sobre el gobierno.
Asimismo, los cercanos al senador barranquillero han comentado que se debe ver con lupa varios de los proyectos impulsados por el Ejecutivo. Han sido varios los peros que han presentado a la reforma política, que este semestre comienza su segunda vuelta. Además, aunque no hay texto, han expresado preocupación por la reforma a la salud, pues no están de acuerdo con el enfoque que ha presentado la ministra de Salud, Carolina Corcho, en distintos espacios.
De llegarse a concretar el cambio en la dirección conservadora, la agenda del gobierno podría perder un gran aliado. Aunque también está la posición oficial de Cepeda, que ha dicho que es mejor estar en el gobierno, pues desde ahí se pueden hacer los cambios necesarios a las propuestas del Ejecutivo.
El otro hecho que puede terminar complicando la agenda de gobierno es la posición recientemente asumida por los liberales, encabezados por César Gaviria. Aunque desde el comienzo ha sido una bancada que se mueve con fuerza para expresar sus líneas rojas, como ocurrió con la reforma tributaria, en el comienzo del 2023 han tomado una postura aún más fuerte, en la que dicen que “no votarán a ciegas”, sin importar que son de gobierno.
Aunque en esta colectividad no se ha hablado de reevaluarse la posición con el gobierno Petro, sí han expresado varios puntos en los que marcan distancia. Buena parte de las reformas radicadas por el Ejecutivo tiene peros desde los liberales. Por ejemplo, hay molestias en cuanto a cómo se ha manejado el tema de la reforma a la salud, vale recordar que el actual sistema tuvo su génesis en el gobierno de César Gaviria.
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En una reunión de bancada con Gaviria, realizada este martes, se aprovechó para poner sobre la mesa los varios aspectos en los que no comulgan con presidencia. Además de la reforma a la salud, se expresó preocupación por las facultades extraordinarias y temporales que piden para el presidente Gustavo Petro en el Plan Nacional de Desarrollo.
En este mismo camino, se cuestionó el papel que han jugado algunos ministros y sus salidas en falso. Irene Vélez, ministra de Minas, has sido una de las más reprochadas por los liberales. También ha habido críticas al manejo de otras carteras, como lo que ocurrió con el borrador de proyecto para prohibir el funcionamiento y uso de plataformas de transporte informal.
A simple vista, el panorama en los dos partidos históricos puede terminar complicando la agenda del gobierno en Congreso. Lo más probable es que el cambio en la dirección conservadora no implique la salida de estos del gobierno, pero sí una posición menos favorable para sacar adelante dichas iniciativas. De forma parecida podría ocurrir con los liberales. Esto llega en mal momento para el gobierno, pues sus reformas más ambiciosas apenas están llegando al Legislativo y el ambiente no parece tan favorable en comparación al primer semestre.