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Desde el pasado 5 de agosto que la Corte Constitucional revivió el Nuevo Liberalismo (NL), colectividad fundada por Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, las cosas no han sido fáciles al interior del partido. Primero fue la organización interna. Luego, la separación de la Coalición Centro Esperanza en lo referente a las listas al Congreso, pues vale recordar que el NL presentó listas propias y no hizo parte de la serie de candidaturas de centro de la que hacen parte Alianza Verde, Dignidad, Verde Oxígeno, entre otras colectividades. Ahora, una carta de Rodrigo Lara a los dirigentes del partido revela otra tensión entre quienes aspiran a poner sus nombres como candidatos presidenciales del NL.
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La misiva de Lara, remitida a los codirectores y a los miembros del Comité Nacional del NL, empieza exaltando el fallo de la Corte Constitucional que devolvió la personería jurídica del partido. “Reconoció como mecanismo de reparación mi derecho a entrar y participar como militante y senador de la República al partido y por ende a presentar mi nombre en cualquier contienda electoral”, indicó el congresista, quien fue electo por el partido Cambio Radical.
Lara relata en la carta que el pasado 7 de diciembre presentó su solicitud de ingreso al Nuevo Liberalismo y, en una reunión con directivos y algunos integrantes, expresó su intención de ser precandidato presidencial para competir en la consulta de marzo de 2022. En ese momento, como estaba consignado en el fallo de la Corte Constitucional, la codirección ratificó el derecho de Lara a ingresar a sus toldas en calidad de senador, así como la decisión de que se presentara como precandidato a la Presidencia.
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Ese 7 de diciembre, cuenta Lara, acordaron realizar una rueda de prensa en la mañana del 9 de diciembre, con el fin de comunicar las decisiones tomadas. Pero los problemas empezaron con la cancelación de la rueda de prensa, que pasadas casi dos semanas aún no se realiza y la expedición de una resolución en la que, si bien lo admiten como militante del partido, incluye disposiciones que para él son inconstitucionales. “Mi ingreso extrañamente se supeditó a una segunda instancia de aprobación, pese a que la codirección ostenta –por delegación– todos los poderes del Comité Nacional”.
Y sobre la resolución, el congresista aseguró que “desconoce los principios rectores de las garantías y se extralimitan respecto al contenido del fallo”, pues uno de los artículos indica que Lara se compromete a aceptar los procedimientos que establezca el NL para escoger el candidato único del partido en la consulta con los demás partidos que conforman la Coalición Centro Esperanza, y otro artículo dice que “Lara Restrepo se abstendrá de asumir vocería a nombre del Partido Nuevo Liberalismo, como dirigente o como precandidato, en tanto se hayan surtido todos los pasos y trámites que formalicen su vinculación al Partido Nuevo Liberalismo”.
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Eso terminó de molestar a Lara, quien en su carta aseguró que los artículos “subordinan mi derecho a expresar libremente mis opiniones y mi derecho a participar en política a unas reglas inexistentes, lo cual es abiertamente inconstitucional, antidemocrático, kafkiano y ofensivamente indignante”. Su queja radica en que, para él, las autoridades lo están “silenciando” aún cuando tiene un mandato popular. “Una resolución no puede limitar un derecho reconocido directamente por la Honorable Corte Constitucional, abrogándose poderes para solo reconocer ese derecho formalmente, pero anulándolo en lo material y sustancial”, agregó.
En la comunicación el congresista también aclaró que el fallo de la Corte Constitucional que revivió el NL no tiene condicionamientos ni restricciones, que sí crea la resolución que emitió el NL. Por ese motivo, Lara hizo un llamado a que el partido acate las disposiciones del fallo. “Solicito, como miembro del Nuevo Liberalismo, que me sean respetados todos mis derechos y garantías para participar en la consulta de marzo del año entrante, tal como se había comprometido a hacerlo la codirección, sobre todo ahora que la máxima autoridad electoral del país ratificó la posibilidad para que un partido presente a varios candidatos en una consulta de coalición”.
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Un último reclamo de Lara fue sobre los trámites de ingreso al partido, que considera engorrosos y por los que no pudo participar en dos de los debates televisivos que se realizaron la semana pasada. “Ratifico mi ánimo constructivo y mi voluntad de construir con todos ustedes el derrotero Liberal que necesita Colombia. El Nuevo liberalismo debe enaltecer en todo momento su dimensión histórica y la causa democrática que defendieron sus fundadores y por la cual ofrendaron sus vidas. La consulta popular y democrática fue una de sus banderas principales”, concluyó Lara.