Jimmy Vásquez tiene un reconocimiento entre el público colombiano por su capacidad para personificar roles distintos. Al actor lo hemos visto en producciones como Hombres de honor, Marido y Mujer, La Saga, El cartel, entre otros. En Aquí no hay quien viva, encarnó a un estelar que se llevó todos los aplauso. Navega entre el drama y la comedia con bastante facilidad. Más recientemente lo hemos visualizado en La nocturna, Las muñecas de la mafia y El General Naranjo.
Además es director y escritor de teatro. Ahora está listo para la temporada de una pieza de su creación llamada Idiólatras, que estará en el Teatro Nacional de la calle 127, más exactamente en el recinto Leonardus.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppAllí con humor, Vásquez cuenta por qué los extremos de las distintas creencias, en su opinión, pueden ser nefastos.
Justamente en la promoción de esta pieza, Jimmy ha pasado por algunos medios y de paso, se ha referido a su vida privada. En la emisora La Kalle concedió una reveladora entrevista donde se sinceró sobre una época difícil y oscura, que vivió en tiempos de pandemia cuando el trabajo escaseó, pero las responsabilidades económicas continuaron.
Vásquez se refirió puntualmente a la depresión y a que, en su caso, no solo le causó el malestar emocional, sino que incluso le generó dolor físico.
“Yo toqué fondo mal”, Jimmy Vásquez sobre su crisis
“Yo toqué fondo mal. No podía moverme, no tenía fuerzas ni para abrir los ojos. La depresión te carcome por dentro”, mencionó el actor nacido en Cúcuta, que es padre de dos niños. “Duraba tres o cuatro días sin bañarme, sin poder levantarme. Me dolían los huesos, la piel, todo. Me costaba hasta lavar los platos, lloraba por horas”, detalló.
El actor contó que con la pandemia, una serie, una película y una obra se suspendieron y quedó sin trabajo y pronto tuvo que recurrir a lo ahorrado.
“Me comí lo que tenía. El colegio de mis hijos seguía costando una millonada, y yo ya no podía sostenerlo. Vendí el carrito, el lote, todo”.
Su esposa por 15 años, la ex actriz y psicóloga Claudia Aguirre procuró ayudarlo, pero en la entrevista contó que su caso y él mismo eran complejos, además de que ella debió echarse toda la carga encima, mencionó que también tuvo que lidiar con él.
Recordó que acudió a terapia y estuvo medicado por siete meses, pero esta medicina le generó una desconexión de la realidad, que lo hizo tomar la decisión de abandonarla.
Cuando su especialista supo, le indicó que era contraproducente eliminar la medicación del todo, pues esto se hace de manera gradual, para no afectar la salud del paciente. Así fue como supo qué era vivir con ataques de pánico.
La relación con Claudia no mejoró y al final se rompió. “Yo salí de mi casa con la ropa, una caja de libros y el computador. Fue una sobredosis de realidad”, dijo el actor sobre el desenlace.
En su relato también mencionó el apoyo de sus amigos de Cúcuta y de colegas como el actor Santiago Alarcón, que siempre estuvieron pendientes. “Esto fue una escuela. Me enseñó que la salud mental es algo serio, y que no hay que tenerle miedo a pedir ayuda”.