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Decir groserías puede mejorar el rendimiento físico de las personas (en ciertas situaciones)

Las groserías o insultos pueden mejorar el rendimiento físico de las personas al ayudarlas a superar sus inhibiciones y esforzarse más, concluye un reciente estudio.

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22 de diciembre de 2025 - 12:30 a. m.
En el estudio liderado por Stephens, los investigadores adelantaron dos experimentos con 192 participantes.
En el estudio liderado por Stephens, los investigadores adelantaron dos experimentos con 192 participantes.
Foto: Pixabay
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Desde hace algunos años, los psicólogos han descubierto, a partir de experimentos y estudios, que las groserías y los insultos ayudan a las personas a rendir mejor en distintos retos físicos.

Ahora, investigadores de dos universidades de Estados Unidos, han encontrado que las groserías no solo ayudarían a que las personas se sientan mejor, sino que podrían ser buenas para su salud.

En un estudio, publicado recientemente en la revista académica American Psychologist, de la Asociación Americana de Psicología, los psicólogos confirman que las groserías o insultos pueden mejorar el rendimiento físico de las personas al ayudarlas a superar sus inhibiciones y esforzarse más en las pruebas de fuerza y resistencia.

“En muchas situaciones, las personas se reprimen, consciente o inconscientemente, y no utilizan toda su fuerza. Decir palabrotas es una forma fácil de ayudarse a uno mismo a sentirse más concentrado, seguro y menos distraído, y a ‘ir a por ello’ un poco más”, explicó Richard Stephens, doctor por la Universidad de Keele (Reino Unido) y autor principal del reciente estudio.

En el estudio liderado por Stephens, los investigadores adelantaron dos experimentos con 192 participantes. Mientras hacían flexiones en una silla, los participantes fueron divididos en dos grupos: unos debían repetir una palabra neutra cada dos segundos, mientras los otros podían decir groserías en el mismo periodo.

Luego de realizar las flexiones, los participantes fueron indagados por su estado mental durante la tarea. Les preguntaron por la desinhibición, la cantidad de emociones positivas o lo distraídos que se sentían. También fueron consultados por el “flujo psicológico”, un estado en el que las personas se sumergen en una actividad de forma agradable y concentrada.

Tras analizar las respuestas de ambos grupos, los investigadores descubrieron que los participantes que decían groserías eran capaces de soportar su peso corporal durante más tiempo que los que repetían una palabra neutra.

Combinando estos resultados, con los obtenidos en estudios anteriores, los psicólogos descubrieron que esa diferencia podría explicarse “por el aumento en los informes de los participantes sobre el flujo psicológico, la distracción y la confianza en sí mismos, todos ellos aspectos importantes de la desinhibición”.

En palabras de Stephen, “decir palabrotas es, literalmente, una herramienta neutra en calorías, libre de drogas, de bajo costo y fácilmente disponible a nuestra disposición para cuando necesitamos un impulso en nuestro rendimiento”.

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