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Un nuevo estudio ha logrado asociar que los niños y niñas de las mujeres que han fumado marihuana durante el embarazo podrían tender el doble de posibilidades que otros niños de ser ansiosos, agresivos o hiperactivos. (Lea: Primer examen detallado de un embrión en una etapa central de su desarrollo)
Para esta investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores encuestaron a 322 madres saludables que habían dado a luz entre 2011 y 2015 en el Hospital Monte Sinaí y en NewYork-Presbyterian de Queens, en Nueva York. Seleccionaron a aquellas que habían fumado durante el embarazo o en los 18 meses posteriores.
Una vez seleccionaron al grupo, estudiaron a sus hijos durante un tiempo. Primero les realizaron pruebas neurobiológicas cada año para controlar su desarrollo y analizaron sus muestras de cabello. Posteriormente, les realizaron diversas preguntas a las madres para determinar si sus hijos tenían problemas de comportamiento.
Sigue a El Espectador en WhatsAppYasmin Hurd, coautora y directora del Instituto de Adicciones de Monte Sinaí, explicó a The New York Times que “los hijos de las madres que dijeron haber consumido marihuana tenían más del doble de probabilidades que los niños de las madres abstemias a ser ansiosos, agresivos o hiperactivos entre las edades de 3 y 6 años”.
Una de las razones por la que se presentan estas alteraciones en el comportamiento, dicen los investigadores, es porque se podrían presentar alteraciones en la actividad de genes ubicados en la placenta, que es el órgano que se encarga de proporcionar nutrientes y oxígeno al feto durante su crecimiento.
Además, el cabello de los niños de madres que habían fumado marihuana tenían niveles más altos de cortisol (que es la hormona del estrés) y tenían variaciones en el ritmo cardíaco que “se han relacionado con una serie de trastornos nerviosos”, añadió. (Puede leer: Bebé nace con el feto de su propio gemelo dentro de su estómago)
Otra de las fases del estudio consistió en recopilar placentas de algunas de las madres después del parto y analizar la actividad de sus genes placentarios. Los expertos encontraron que, en comparación con la placenta de las madres que no habían consumido esta sustancia, mostraron una menor actividad en los genes que producen proteínas clave relacionadas con el sistema inmunitario.
Los científicos aclararon que las mujeres embarazadas no solo fuman marihuana para drogarse, algunas de ellas lo hacen para aliviar las náuseas y la ansiedad sin conocer los riesgos que esto conlleva. Algunas de las mujeres participantes del estudio aseguraron que solo habían consumido cannabis después de haber dado a luz.
Ryan Bogdan, psicólogo de la Universidad de Washington, aclaró al medio estadounidense que “a lo mejor hay factores de riesgo subyacentes, como los antecedentes familiares de problemas psiquiátricos, o las mujeres pueden haber estado expuestas a otras sustancias químicas durante el embarazo que aumentan el riesgo de problemas de conducta en sus hijos”. Sin embargo, los autores del estudio intentaron controlar estas diferencias por medio de métodos estadísticos. (Le puede interesar: La mortalidad materna en Colombia creció y volvió a niveles de 2012)