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Una de las principales quejas que tienen los colombianos frente al sistema de salud tiene que ver con los tiempos de atención. De acuerdo con un informe publicado en abril de este año por el Ministerio de Salud, que analizó las tutelas por vulneración de derechos a la salud durante 2024, el 64.7 % de las tutelas se referían a la postergación y demora en los servicios, tecnologías y procedimientos que se encuentran incluidos en el plan de beneficios de salud (PBS).
Esto, agregó la cartera en el documento, “demuestra las falencias del sistema en cuanto a la autorización, asignación de citas, realización de procedimientos o entrega de medicamentos, lo que ha derivado en la imposibilidad de acceso oportuno a los servicios de salud por parte de los usuarios del sistema general de seguridad social en salud”.
Esta problemática también fue identificada por la Corte Constitucional en 2022. En un Auto de la Sala Especial de Seguimiento en Salud, el alto tribunal impartió la directriz de regular e iniciar un registro que le permitiera al Estado recaudar la información sobre el tiempo que se tarda un paciente en, por ejemplo, ser atendido en urgencias, asignársele una cita de medicina especializada o en recibir la dispensación de cada uno de los procedimientos, tecnologías y medicamentos que se le han ordenado, entre otras.
En respuesta a la directriz, este viernes 4 de julio, el Ministerio de Salud publicó una resolución mediante la cual adopta el Modelo de Gestión de Tiempos de Espera (MGTE) para el acceso a la atención y a las tecnologías en salud. La cartera recibirá comentarios al respecto hasta el viernes 18 de julio.
¿Cómo reducir los tiempos de espera en el sistema de salud?
Uno de los primeros objetivos del modelo será registrar, en tiempo real, la información correspondiente al ordenamiento de las consultas especializadas y tecnologías en salud que priorice el ministerio, para realizar un seguimiento. Esta información será reportada por las EPS, las secretarías de salud (departamental, municipal o distrital), los prestadores de servicios de salud y la Superintendencia Nacional de Salud.
Posteriormente, un Comité, integrado por siete funcionarios del Ministerio de Salud, el superintendente de salud, un representante de las EPS y uno de los prestadores de servicios de salud, monitoreará y evaluará la información para recomendar políticas u orientaciones que permitan mejorar los tiempos de atención.
Además de recoger y analizar la información, la cartera también contempla una serie de herramientas. Una de ellas, son las Listas de espera centralizadas (LEC). Estas listas, según propone el ministerio, deberá ser conformada por cada EPS “a partir de las listas de su red de prestadores por territorio”, pero deberá tener la capacidad de interoperar con las LEC de otros territorios.
Otra de las herramientas, y que ha sido una de las apuestas del gobierno de Gustavo Petro, recae en el fortalecimiento de la resolutividad en el nivel primario de atención.
La cartera también contempla aumentar la capacidad instalada. “Una consecuencia del seguimiento al acceso a los servicios de salud mediante la medición del desempeño de los tiempos de espera permite la identificación de necesidades relacionadas con la gestión y ajuste de la oferta de servicios de salud en su capacidad instalada a nivel nacional desagregada por región, departamento o municipio, prestador de servicios de salud”, agrega el ministerio. Con esto buscan una adecuada organización y planificación en la asignación de recursos, gestión y atención médica y consecuente abordaje en el objetivo de optimización de tiempos y listas de espera.
El modelo también buscará educar a los pacientes por un problema que preocupa a los actores del sistema de salud, pero del cual no existen cifras concretas: la inasistencia a citas asignadas. Además de un trabajo de corresponsabilidad y de formación en deberes de los usuarios del sistema de salud, se busca que las listas de esperas puedan realizar una gestión eficiente de las no asistencias “de modo que la propia lista posibilite agendamientos para nuevos pacientes en el caso de las inasistencias de otros”.
Ya que el mismo ministerio reconoce que la implementación de este modelo presenta “desafíos significativos y requiere la adaptación de diversos actores del sistema, cuyas fuentes de información requieren un despliegue de competencias y tecnológico de manera escalonada”, la implementación de este se dará de manera progresiva.
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