El Invima decidió modificar su Manual de Funciones y Competencias Laborales, actualizando los requisitos de formación académica de empleos de libre nombramiento y remoción del nivel directivo y empleos del nivel asesor de la agencia. A través de la resolución 2024001339 del 15 de enero de 2024, la entidad cambió las condiciones profesionales que necesitan acreditar las personas que quiera ser director y/o asesores.
En el cargo para la dirección general hay algunos cambios importantes, que se venían rumoreando. La resolución 2015010329 del 16 de marzo de 2015 señalaba que para este cargo había que acreditar título profesional de los núcleos básicos de conocimiento en: Administración; Bacteriología; Biología, Microbiología y Afines; Ciencia Política, Relaciones Internacionales; Contaduría Pública; Derecho y Afines; Economía; Ingeniería Agroindustrial, Alimentos y Afines; Ingeniería de Sistemas, Telematica y Afines; Ingeniería Industrial y Afines; Ingeniería Química y Afines; Medicina; Medicina Veterinaria; Odontología o Química y Afines.
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En contraste, la nueva normativa señala que se podrá certificar título profesional en cualquier disciplina académica. Eso sí, también se tendrá que tener un título de postgrado en la modalidad de maestría en áreas relacionadas con las funciones del cargo. La experiencia requerida se mantiene en 72 meses de experiencia profesional relacionada, 84 meses y 108 meses como experiencia alternativa.
También hay cambios importantes en lo que tiene que ver con algunos cargos de asesoría. “El INVIMA requiere ampliar, dentro de los requisitos de algunos empleos del nivel asesor, los núcleos básicos del conocimiento, con el propósito de contar con profesionales altamente calificados con experiencia y capacidad reflexiva enfocada a las teorías de la ciencia, los métodos, la tecnología, la ética, la política, la cultura, entre otros, en los contextos local, regional, nacional y global”, justifica la entidad en la resolución.
La ampliación de los núcleos básicos del conocimiento para los cargos de nivel asesor, continúa la entidad, “responde a la necesidad de tener profesionales calificados tanto en áreas de la salud como en otras disciplinas, que contribuyan a un análisis integral en la perspectiva social, económica, legal, política, ambiental, y técnica tanto de las necesidades de los grupos de valor y de interés de la entidad, como de las funciones ordenadas por la Ley y demás actos administrativos, respecto a las competencias del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA”.
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Por ejemplo, para la persona que quiera “asesorar y aconsejar a la Dirección General del Invima en la formulación, coordinación y ejecución de las políticas y planes generales de la entidad”, entre otras funciones, ya no se requerirá título profesional de los núcleos básicos de conocimiento: Administración; Economía; Ingeniería Industrial y afines; Contaduría Pública; Ingeniería de Sistemas, Telemática y Afines; Ciencia Política, Relaciones Internacionales; Ingeniería Administrativa y afines; Ingeniería Electrónica o Telecomunicaciones y Afines. Esa gama de profesiones se amplía mucho más, agregando algunas como Comunicación Social, Periodismo y afines; o Filosofía, Teología y Afines, además de Psicología.
Así, de manera muy similar, se modifican otros cargos de asesoría a la dirección general de la entidad.
La agencia sanitaria colombiana cumple 18 meses sin dirección en propiedad. La resolución a la que hacemos referencia aquí aparece firmada por Yenni Adriana Pereira Oviedo, la última persona a la que el Ministerio de Salud encargó la agencia. Pereira se venía desempeñando como asesora del Despacho del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. El anuncio despertó una ola de críticas externas, pero quizá la que más resaltó fue la crítica interna, liderada por los sindicatos del Invima. Sintrainvima, Sintraen SP, y Sintraentipuc. Todas rechazaron en una carta lo que llamaron una “dilación” por parte del Gobierno para “nombrar al director general del Invima, lo cual demuestra un claro desinterés por la salud pública”.
Según afirmaban los sindicatos en su carta, los “nombramientos en encargo de manera continua y sucesiva no están ajustados a la normativa vigente aplicable”. Más allá de esto, sin embargo, a los trabajadores les preocupa que la sucesión de encargos se dé en medio de un contexto donde la entidad parece requerir un fortalecimiento de la “planta de personal, la infraestructura tecnológica y, optimizar las condiciones salariales y laborales para los funcionarios de la entidad, y se optimice el uso de los recursos dando la relevancia pertinente a la misionalidad de la entidad”.
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