Si usted es de las personas que, tras un guayabo o como energizante, compra un suero de hidratación oral, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) hace un llamado a tener un consumo responsable de este tipo de productos.
(Lea: Minsalud aclara que no decide sobre el nuevo modelo de salud de los maestros)
Lo primero que advierte la entidad es que estos sueros son medicamentos de venta libre, formulados para la reposición de líquidos y electrolitos en situaciones de deshidratación. Por esta razón, comenta, su composición responde a parámetros y características técnicas específicas y deben emplearse únicamente para la función descrita en su registro sanitario.
Algunas de estas bebidas, detalla el Invima, son prescritas como parte del tratamiento de la deshidratación leve a moderada o moderada a grave, causada por “vómitos, diarrea intensa u otras condiciones clínicas que generen una pérdida rápida de líquidos y electrolitos”.
Otros, en cambio, se utilizan para la prevención temprana de la deshidratación en contextos de riesgo. Por estas razones, y al tratarse de medicamentos, el Invima advierte que incluyen contraindicaciones, precauciones y advertencias que deben ser tenidas en cuenta tanto por el consumidor como por el profesional de la salud.
(Puede leer: Angie Rodríguez, directora del Dapre, renuncia al cargo de Supersalud ad hoc para Nueva EPS)
La entidad también explica que es clave revisar la cantidad de electrolitos que contiene cada bebida, la cual depende de la indicación terapéutica aprobada y responde a los valores que están establecidos en la normativa farmacológica vigente.
“Estas diferencias en concentración y composición buscan generar un efecto farmacológico específico sobre el estado de salud del paciente, por lo que su uso debe ser acorde con la formulación autorizada, es decir, para deshidratación leve, moderada o grave”, añade la entidad.
(Le puede interesar: Hunden la reforma a la salud del Gobierno en la Comisión Séptima del Senado)
El Invima indica que el consumo de estos productos, al ser medicamentos, debe ser moderado y, preferiblemente, contar con supervisión médica, especialmente en el caso de niños. También indica que su uso excesivo podría generar efectos adversos, como la hipernatremia (elevación del sodio en la sangre), y está contraindicado en personas con insuficiencia cardíaca, renal, hipertensión, edemas o que estén bajo tratamiento con medicamentos que retienen sodio, como los corticoesteroides.
En general, la entidad recalca que “estos sueros no están indicados como bebidas hidratantes de uso general ni como remedios para dolores de cabeza, resacas o para recuperar el ánimo o la energía”. Tampoco, agrega, deben mezclarse ni consumirse junto con bebidas alcohólicas, ni utilizarse fuera de su contexto terapéutico.
Así mismo, explica que, de acuerdo con la normatividad sanitaria, la venta y distribución de sueros de hidratación y rehidratación oral “está prohibida en bares, gastrobares, discotecas, festivales musicales y eventos culturales o deportivos”.
“Su comercialización en estos espacios puede inducir al consumidor a creer erróneamente que se trata de una bebida hidratante. Además, dichos lugares no garantizan las condiciones adecuadas de almacenamiento y conservación exigidas para medicamentos, lo que puede comprometer su calidad, seguridad y eficacia”, se lee en el comunicado que publicó este 17 de diciembre.
*Nota editorial (17 de diciembre, 11 p.m): cambiamos el título que, inicialmente, tenía el artículo por uno más claro. También la fotografía que lo acompañaba.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺