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La industria de los videojuegos vive un crecimiento exponencial que no solo tiene que ver con los gamers sino que cobija también a todos los profesionales involucrados en el diseño y desarrollo. Aunque países como Estados Unidos, China y Japón son los que mayores ingresos generan en el mercado, algunas instituciones educativas en Colombia se han preocupado por entrar en la dinámica de explorar posibilidades de áreas del conocimiento que permitan desarrollar habilidades útiles en la industria.
Según cifras de Statista y Crehana México, las personas que trabajan en el medio pueden tener buenos niveles salariales. Por ejemplo, un programador puede devengar un salario mensual cercano a los 2.500 dólares, unos nueve millones de pesos aproximadamente.
En Colombia hay varias instituciones que le apuntan a poner la primera piedra en la formación de desarrolladores de videojuegos. Estas son algunas opciones:
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Universidad de los Andes
Una de las instituciones educativas más prestigiosas del país ofrece un programa de cinco cursos para estudiantes interesados en “Desarrollo y Diseño de Videojuegos”. En el primero los alumnos podrán familiarizarse con el motor Unity y esbozar tres prototipos para el final del programa.
El curso se centra en la arquitectura de juegos en 2D y 3D, además de aprender sobre los códigos de comportamiento de los personajes. Al cabo de ocho semanas, los estudiantes deberán desarrollar y presentar un videojuego. La universidad también ofrece otro curso en programación de juegos.
Universidad de La Sabana
Este es un diplomado en “Creación de Videojuegos” dura seis semanas y se divide en dos módulos, uno de programación y otro de diseño. En el primero los estudiantes estarán en contacto con herramientas de motores de videojuegos e inteligencia artificial.
En el segundo, es necesario hacer un desarrollo conceptual como el guion, ilustración en software 2D, animación, y creación visual de una interfaz (menús de pausa e interacción de juego con jugador).
Universidad Jorge Tadeo Lozano
Este taller de educación continua pretende enseñar herramientas básicas de animación mecánica de personajes en 2D. Además, tiene un componente teórico sobre la estructura de un videojuego.
El programa está pensado para niños entre los 8 y los 13 años, tiene una intensidad horaria de 24 horas y se dicta de manera presencial. El énfasis del taller es que la creación de un videojuego no se limite personajes visualmente atractivos, sino a configurar en una historia y en un mundo donde se desarrolle ese relato.
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Universidad Konrad Lorenz
Esta entidad educativa ofrece un diplomado en “Desarrollo de Videojuegos y Libros Interactivos”, que, a diferencia a los programas anteriores, se centra en la enseñanza de la presentación de prototipos de videojuegos a clientes e inversionistas.
Sin embargo, este curso de 120 horas incluye elementos de planeación, diseño y el desarrollo de juegos. Los estudiantes también tienen la posibilidad de presentar sus proyectos desarrollados en el motor Unity.
Universidad Javeriana
“Creando Videojuegos y Experiencias Inmersivas: Conceptualización y Diseño” es un curso de educación continua sobre la preproducción de un videojuego. No está pensado para brindar herramientas prácticas sobre el diseño y desarrollo, sino en todo el trabajo que antecede esa parte del proceso.
Tiene un costo de $1.100.000 y se dicta a través de clases virtuales. David Franco, quien trabajó con el estudio Electronic Arts como artista de efectos visuales en títulos como FIFA 21 y Apex Legends en Vancouver, Canadá, es uno de los orientadores del programa.
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Otra de las apuestas de la Universidad Javeriana en la industria es el semillero de investigación en videojuegos, para los estudiantes de Diseño Industrial. Carlos Torres, docente del semillero, habló con El Espectador.
“Mi investigación doctoral se enfocó en tipos de videojuegos que pueden estimular conversaciones entre sus jugadores sobre diversas problemáticas, como temas sociales o ambientales. Generalmente, este es el tipo de videojuegos que desarrollamos en el Semillero”, dijo el profesor.
Torres aseguró que los estudiantes que componen este espacio pueden llegar porque les interesa el dibujo, la ilustración, el modelado 3D, la animación o la programación. “En cuanto a la composición de género, nos complace observar que el semillero cuenta con una participación equitativa entre hombres y mujeres. Esta equidad es algo atípico, considerando que en la industria del desarrollo de videojuegos la presencia femenina suele ser limitada”, apuntó.
Por último, Carlos Torres manifestó que muchos de los estudiantes que pasaron por el semillero hoy, ponen sus conocimientos a disposición de estudios de videojuegos colombianos, otros han emprendido sus propios estudios y algunos han contado con la oportunidad de abrirse un camino en Canadá y Estados Unidos.
“Hay que destacar que el campo de acción no se limita exclusivamente a la industria del videojuego. Las oportunidades se expanden considerablemente, especialmente teniendo en cuenta la llegada de la realidad virtual. Los estudiantes pueden orientarse hacia áreas como la simulación aplicada a experiencias de educación o entrenamiento”, concluyó Torres.